JUAN DIAZ DIOS:
Abuso del poder y la ira del
pegalón.
Congresista debería estar preso, si las leyes
se cumplieran en el Perú pues el Congreso aprobó hasta 15 años de carcel para
pegalones
En el 2002 estadísticas del
Ministerio de la Mujer registraron 29 mil 759 casos de violencia familiar
psicológica y sexual contra mujeres. Hasta mediados de setiembre 2015 se
presentaron 38 mil 143 denuncias y las dos contra el congresista Juan Díaz Dios,
por agresión física contra su esposa Cinthia Vanessa Morales Pastor han
incrementado las cifras. La función básica de un congresista es dar leyes,
fiscalizar y defender los derechos de la población, pero el fujimorista,
violentó el derecho a la seguridad, salud , respeto y dignidad de su propia
esposa.
Si las leyes se cumplieran en
el Perú, Díaz Dios debía estar en prisión pues el propio Congreso aprobó el 3
de setiembre último la nueva ley de Prevención, Erradicación y Sanción por
Violencia contra la Mujer o Grupo Familiar, que sanciona a los agresores con
hasta 15 años de prisión, tras investigación y acusación fiscal sumaria (72
horas).
Pero la agresión física y
psicológica no es el primer ni único caso cometido por una autoridad pública,
al que elegimos y le pagamos su sueldo, envueltos en estos escandaletes de
violencia conyugales. También han protagonizado estos hechos vergonzantes
algunos de nuestros presidentes de la República.
SUSANA HIGUCHI: TORTURAS
En los tiempos de la dictadura
fujimorista saltó a la luz pública no solo las agresiones sino también
denuncias de tortura física y psicológica contra la entonces primera dama
Susana Higuchi, por parte de su exmarido Alberto Fujimori, que le causaron serios
trastornos emocionales y graves daños físicos; -según reportes de la época-,
como lagunas mentales, producto de torturas con ‘electroshock’ y que su hija,
la actual postulante a la presidencia de la República Keiko Fujimori, jamás
denunció ni expresó su solidaridad con su madre, convirtiéndose en cómplice de
estos abusos.
Susana fue recluida en una
celda de castigo del Servicio de Inteligencia del Ejército por denunciar que la
familia de su marido, el dictador, había robado ropa donada por Japón para los damnificados
del norte del país.
EXTRAVÍOS EXTRACONYUGALES
Otro atentado o maltrato psicológico contra la dignidad de otra primera dama ocurrió el 23 de octubre del 2006 ante la perplejidad del país, cuando el propio Alan García, agredió y destrozó psíquicamente a su esposa Pilar Nores, presentando públicamente, antes las cámaras de televisión y prensa en general, inflado de poder y machismo, un nuevo vástago fruto de sus extravíos extramatrimoniales.
Otro atentado o maltrato psicológico contra la dignidad de otra primera dama ocurrió el 23 de octubre del 2006 ante la perplejidad del país, cuando el propio Alan García, agredió y destrozó psíquicamente a su esposa Pilar Nores, presentando públicamente, antes las cámaras de televisión y prensa en general, inflado de poder y machismo, un nuevo vástago fruto de sus extravíos extramatrimoniales.
Es decir, tuvo el cuajo de
emplear el Palacio de Gobierno, para anunciar su nueva paternidad, llegando
incluso a calificar y distinguir a la madre del niño, ante el asombro público y
la humillación de su esposa, como “una mujer de las más altas cualidades”.
Semejante pisoteo público al
contrato matrimonial, por parte de un jefe de Estado, ultraje, humillación,
falta de respeto y mancilla a la dignidad de la mujer y madre de sus hijos fue
un mensaje a los jóvenes: Puedes pisotear tu matrimonio y familia, sacarle la
vuelta a tu esposa y presentarle posteriormente el fruto de tu infidelidad
conyugal.
Por ataque psicológico se
entiende: gritos, insultos, amenazas, palabras soeces, actitudes ofensivas,
hirientes a la dignidad o el honor de las personas; que generan en la víctima
estados de ansiedad, miedo, pánico; demolición emocional y afectiva, con
destrucción violenta de su ego y autoestima, causándole un cuadro depresivo con
todas sus secuelas.
NEGANDO LA PATERNIDAD
Otro caso no menos escandaloso
y reprobable que saltó a conocimiento y extrañeza pública, de negación de
paternidad, ocurrió en el 2004 cuando el entonces presidente de la República
Alejandro Toledo a quien se le relacionó antes de asumir la presidencia, con
escándalos de ‘secuestros’, humos de “piticlines” y tufos de embriagueces, se
negó a reconocer una hija, habida tras las sinuosas sombras extraconyugales.
Acorralado por la presión
pública y la prensa, se vio obligado a reconocerla como suya y forzado a
cumplir sus obligaciones paternas básicas de pensionar la alimentación,
educación y vivienda de su hija Zaraí Toledo y que había formalmente eludido
con la mayor sinvergüencería durante años.Toledo agredió psicológicamente a su
hija y a la madre de la niña.
DOS DENUNCIAS POR MALTRATO
En el caso de Díaz Dios, tiene
dos denuncias en la fiscalía por agresión física contra su esposa, aunque él
dice con una cuota mendaz que solo fue “un largo forcejeo”. Si estas personas
no respetan las leyes, a sus familias, ni tienen orden en sus vidas privadas o
relaciones conyugales, con qué autoridad moral nos representan.
Juan Díaz Dios fue denunciado
por su propia esposa Morales Pastor en la comisaría de Monterrico el 21 de
junio del presente. Pero demás, está fue investigado por otra denuncia
interpuesta el pasado 2 de enero 2015 por agresión psicológica.
La primera denuncia en la
2da.Fiscalía Provincial de Familia de Lima fue archivada el 8 de junio del 2015
porque su esposa Morales Pastor no se ratificó en la denuncia de maltrato
familiar.
Sin embargo, la segunda
denuncia de su consorte por maltrato físico y psicológico prosigue a nivel de
fiscalía desde el 22 de julio de este año.
En esa denuncia de junio
último Morales Pastor dijo a la policía y quedó en el parte policial que : “fue
agredida físicamente por la persona de Juan José Díaz Dios en su cuerpo, con
puñadas y puntapiés y jalada del pelo, siendo arrastrada por el piso y que no
es la primera vez que pasa este tipo de hechos”.
SILENCIO CÓMPLICE
Otra de las conclusiones de
esta historieta de agresiones, es el silencio oportunista y cómplice de la
candidata fujimorista Keiko Fujimori que en resguardo de sus propios intereses
políticos y para no verse afectada en las encuestas guardó silencio sobre las
agresiones de Díaz Dios, de las que tenía conocimiento desde junio último,
según confesiones del propio legislador en un entrevista televisiva. Se dice
sobre el particular que : “La verdad no ofende los labios del que la revela
sino la conciencia del que la silencia”.
No fue un forcejeo como dijo
el fujimorista “pegalón”; hubo agresión de su parte y una reacción natural de
su mujer quien le propinó también sus buenas “chiquitas”, indignada por los
constantes abusos y en defensa propia. Algunos de estos mismos hombres con
tales antecedentes y la señora Keiko Fujimori, que con su silencio, aprobó
semejante infamia o ultraje contra su propia madre y los derechos de la mujer,
son los que pretenden representarnos y gobernarnos en el 2016.
Ramón Machado
Diario
UNO
FUENTE: http://diariouno.pe/2015/09/21/abuso-del-poder-y-la-ira-del-pegalon/