Correos encriptados fueron suministrados por chilenos.
Detrás de Ariza se esconde mucho más.
La FAP sembró a Chile información falsa.
Enlaces y Objetivos
Fue un almuerzo literalmente inolvidable. Al suboficial FAP Víctor Ariza le amargaron los tamales y el cebiche que picaba con cuatro amigos en el Restaurante Yo Amo a Ferreñafe de Jesús María.
A la una y treinta de la tarde del 30 de octubre, cuatro agentes policiales y un fiscal rodearon la mesa y le mostraron la orden judicial que autorizaba a capturarlo. Los juicios por alimentos en dos compromisos anteriores le dejaban apenas S/.100 de su humilde planilla, pero a pesar de eso vivía cómodamente. Su vida acababa de dar un terrible vuelco.
Luego de trámite judicial del 30 de octubre comenzó el interrogatorio policial. Cantó al cuarto día.
El último capítulo de esta historia comenzó apenas dos días antes. El fiscal Jorge Chávez Cotrina, de la primera fiscalía provincial especializada contra la criminalidad organizada, abrió investigación preliminar contra Ariza el 28 de octubre. El expediente fue abierto por lavado de activos en agravio del Estado, lo que jugaría posteriormente un rol central.
Ariza fue detenido acusado por el delito contra el Estado y la defensa nacional, atentado contra la seguridad nacional y traición a la patria. Era, presuntamente, un espía comprado por la Fuerza Armada Chilena (FACH). Fue puesto a disposición del 24o juzgado penal, de turno, y devuelto al equipo de la Dirandro que investigó su caso con el oficio 42254-09-JPTPL del 31 de octubre.
“Quería Matarse”
El operativo siguió con una cascada de intervenciones en los inmuebles frecuentados por Ariza. Los policías llegaron hasta el departamento 101 del Block 86, séptima etapa del Conjunto Habitacional Cruceta en Surco, donde vivía con sus dos hijos la esposa del militar detenido, María Sabina Flores Castro (46), separada de Ariza desde hace cuatro años. Otro grupo de agentes dirigidos por Chávez Cotrina llevó a Ariza al departamento que alquilaba en el segundo piso de un edificio en el Jr. San Juan Bautista N° 173 en la Urbanización Palao en San Martín de Porres. Allí encontraron una laptop y una computadora personal, Cds y dispositivos USB, así como documentación clasificada y secreta de la FAP.
La jornada terminó a las 4 de la tarde cuando otro grupo de agentes llegaron a la casa de la suboficial PNP Margarita Dora Ruiz Paredes (31), ubicada en la Residencial La Alborada Mz. H, Lote 13 del Valle Chillón en el distrito de Puente Piedra. La placa de la dirección de la casa de dos pisos decía “familia Ariza-Ruiz”. La mujer aseguró al fiscal Víctor Tullume Pisfil que Ariza Mendoza no vivía allí y que el único vínculo que lo unía era el hijo que tuvieron ambos en una relación extramatrimonial. Aunque hasta ahora Ruiz no ha sido oficialmente implicada, la Policía sospecha que Ariza pudo aprovecharse del trabajo de la agente, destacada a la Interpol.
Los tres primeros días, Ariza se mostró reacio a brindar información. Los interrogadores de la Policía le advirtieron que, de acusarlo por lavado de activos, perdería todo su patrimonio y no le quedaría ni siquiera para dejarles algo a sus hijos. Como suele ocurrir en estos casos, Ariza se hundió en la desesperación. “Quería matarse”, cuenta una fuente cercana al proceso.
Al cuarto día amaneció quebrado y listo para cantar como un jilguero.
El 2 de noviembre se formuló el atestado Dirandro PNP-Divinesp/Depinv.G2 por delito contra el Estado y la defensa nacional, atentados contra la seguridad nacional y traición a la patria, revelación de secretos nacionales y espionaje. Además de Ariza, fueron involucrados como presuntos autores los chilenos Daniel Márquez Torrealba, Víctor Vergara Rojas, además de otros en proceso de identificación.
Correos de Brujas
¿Cuáles son los principales hallazgos?
l De “presunto partícipe” aparece Justo Rufino Ríos, técnico inspector de la FAP que se encontraba de vacaciones en Estados Unidos hasta el 3 de diciembre. Es éste quien le habría proporcionado documentación secreta a Ariza, como el “Plan de Entrenamiento de la DOES FAP”.
l Ariza aceptó haber recibido entre US$ 3,000 y US$ 3,100 mensuales a través de Western Union. Para hacer sus envíos utilizaba cabinas públicas de Internet y no tenía, como se publicó en la prensa, un “centro de envíos”.
l La dirección electrónica desde donde enviaba la información de la Fuerza Aérea a sus contactos en Chile era Inforturistel@yahoo.es , un correo encriptado que los chilenos le proporcionaron durante un viaje a Buenos Aires y Asunción. La información era enviada al correo de Vergara: viver70@yahoo.com. Todo el material estaba encriptado y con la ayuda del propio suboficial se logró descifrar lo que envió hacia Chile. Destacan el Curso de Supervivencia en el Mar –Nivel Básico, el Programa de Entrenamiento de la FAP 2006–2011, el Plan Director del área de operaciones, las Características de los medios asignados de la Base Aérea de la Joya (Arequipa), el Plan Quiñones que es el plan estratégico nacional de la FAP, la ubicación de los radares peruanos, el Plan de Entrenamiento de la Dirección de Operaciones Especiales de la FAP de este año y la relación de todos los oficiales que trabajaban en dichas operaciones especiales.
l También entregó información sobre un oficial estadounidense enviado al Perú.
l La casa de Palao no era un “centro de envíos” como fue sindicado por la prensa. Ariza trabajaba en cabinas públicas de Internet.
l Un interés fundamental de los chilenos fueron los planes de recuperación de la capacidad operativa de los MiG 29 y el cambio de configuración “S” y “SE” a “SMT-P”, trabajado por técnicos rusos en la base de Chiclayo. Igualmente, pedían información sobre la profundidad de la repotenciación del Mirage-2000 al Mirage-2000-5 y la capacidad operativa de los Sukhoi 25.
Un interés fundamental de los chilenos fueron los planes de recuperación de la capacidad operativa de los MiG 29, la repotenciación de los Mirage y de los Sukhoi 25.
Contactos Chilenos
Ariza contó que conoció a su primer contacto, Daniel Márquez Torrealba, al parecer miembro de inteligencia de la FACH, cuando trabajó en Chile en el 2002 como asistente del agregado aéreo. Dos años más tarde lo llevaron a Arica y le hicieron la propuesta de “trabajo”. La Dirandro comprobó que se enviaron a través de Western Union 135 mil dólares desde Santiago de Chile. En el movimiento bancario se ha logrado determinar un movimiento financiero de 178 mil dólares.
En el 2008, luego del aparente pase al retiro de Márquez, su enlace pasó a ser Víctor Vergara Rojas, con quien mantuvo comunicación hasta el 23 de octubre último. Ariza aceptó que si bien viajaba a Chile en distintos momentos, sus reuniones se realizaron en Buenos Aires para despistar.
De la investigación policial se desprende que sus “manejadores” chilenos le recriminaban su lentitud. En una comunicación le reclaman que “de todos, eres el más moroso”, lo que da a entender que, efectivamente, lo que aquí funcionaba era una red. Cuando le piden información específica sobre el Ejército, Ariza responde que recurrirá a “mis contactos en el Ejército”.
El Derrotero
Ese fue casi el epílogo de la historia. Pero ésta comenzó mucho antes. Una versión aparecida en el diario La República señala que la Fuerza Aérea “se quedó dormida” ante los primeros indicios aparecidos en el 2007 y fuentes policiales reivindican para sí el grueso de la investigación. Pero desde el sector Defensa consideran que esta se larvó en los fueros de contrainteligencia de la FAP y que cuando emergieron suficientes elementos la información fue trasladada al Ejecutivo, la Dirección Nacional de Inteligencia y la Fiscalía de la Nación. La última, dirigida por Gladys Echaíz, decidió trabajar con el pequeño y profesional equipo de la Dirandro, formado por el actual comandante general de la Policía, Miguel Hidalgo, que fue el mismo con logros recientes como la desarticulación de la presunta empresa “chuponeadora” Business Track.
Ariza estuvo en el 2006 destacado a la ciudad de Iquitos. Casi todo el año siguiente lo pasó en la dirección de planes de Inteligencia de la FAP, en el cuartel general. Allí manejó, entre otras cosas, documentación referida a directivas y conferencias bilaterales de Inteligencia con países vecinos. A fines de ese año llegó el primer “soplo”.
Versiones de prensa refieren que se trató de María Sabina Flores Castro, aún esposa de Ariza, que proporcionó la información sobre las transacciones de dinero. Pero el ministro Rafael Rey ofreció a CARETAS una respuesta que coincide con la recabada en los círculos azules. “No es así”, explica. “Lo que hubo es un rumor que la esposa de alguna manera estaría presionándolo. Cuando eso se intentó confirmar ella no proporcionó ninguna información”.
Repotenciación de aviones MiG 29 se realiza por técnicos rusos en la base de Chiclayo. Proceso ha sido llevado a cabo de modo muy reservado y consiste en cambio de configuración “S” y “SE” a “SMT-P”.
La Veta Ecuatoriana
La reacción del comando FAP fue trasladarlo a otra dependencia y darle labores administrativas. Luego lo movieron a la base de Pisco. Pero fue, sin saberlo, acompañado. Entonces también llegaron enviados dos efectivos, un oficial y un suboficial, ambos de la rama de Inteligencia, aleccionados para aplicar sobre Ariza un permamente OVISE (Operativo de Vigilancia y Seguimiento). Más aún, el oficial en cuestión tenía experiencia inversa en la materia. Fue él quien se encargó de organizar la red de espionaje en Ecuador, develada por las autoridades de ese país el año pasado, que funcionó desde 1998. La noticia estalló por la detención de Carlos Romero Pico, un suboficial de la Fuerza Aérea Ecuatoriana que entregó unos 900 documentos “con estrategias de defensa, teatros de operaciones bélicas, apreciaciones de inteligencia, análisis técnicos de armamento, sistema de espionaje y contraespionaje, así como de recursos internos de las tres ramas de las Fuerzas Armadas” (CARETAS 2026).
Esta revista reveló entonces que, luego del conflicto del Cenepa y el desastre en término de pérdida de aviones y helicópteros, la FAP decidió dedicarle especial atención al vecino país. Eran años en los que el SIN de Vladimiro Montesinos había descuidado el frente externo. El despliegue incluyó espionaje intensivo en bases aéreas, interceptaciones telefónicas e incluso la siembra de información sobre un supuesto Plan Zorro denunciado por el ex presidente Abdalá Bucaram, que acusó al general Paco Moncayo de encabezar un complot para sacarlo del poder.
A pesar de la firma de la paz y la normalización de relaciones con Ecuador, el esquema siguió hasta el 2005 porque en un encuentro bilateral de Inteligencia entre la FAE y la Fuerza Aérea Chilena (FACH) realizado después del conflicto fue discutida la capacidad de guerra electrónica de la FAP y las características de la flota aérea peruana.
Romero Pico fue condenado a cinco años de prisión.
Reglaje en Pisco
En Pisco, los esfuerzos para neutralizar a Ariza fueron redoblados e, incluso, se le “sembró” información falsa que envió a Chile. La más relevante, filtrada en el verano del 2008, fue una supuesta compra de aviones F-16 a Estados Unidos. La FAP ha sido tradicionalmente tendente a comprar material francés y ruso, pero la posibilidad no era descabellada porque por entonces los israelitas pusieron sobre la mesa una oferta de repotenciación de los F-16 que ya tiene la FAP.
“Ante las sospechas y los indicios se le pone la vigilancia y se le empieza a notar actitudes dentro del propio trabajo que denotaban nerviosismo”, narra Rey. “Eso confirma la necesidad de profundizar las investigaciones”.
En este año fue reincorporado a la dirección de Inteligencia de la FAP y, según las fuentes consultadas por CARETAS, fue decidido precipitar su caída.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario