Nostalgia, dolor, fiesta y música para celebrar muertos en América Latina
Recuerdo, nostalgia, dolor, pena por
aquellos que ya no están, pero también música, flores, color, comida y
cementerios convertidos en lugar de fiesta y congregación social: la celebración
de Todos los Santos este jueves y el Día de los Muertos el viernes varía
enormemente en tradiciones de fuerte arraigo en América Latina.
Recuerdo, nostalgia, dolor, pena por aquellos que ya no están,
pero también música, flores, color, comida y cementerios convertidos en lugar de
fiesta y congregación social: la celebración de Todos los Santos este jueves y
el Día de los Muertos el viernes varía enormemente en tradiciones de fuerte
arraigo en América Latina.
México, con una cultura fuertemente marcada por la presencia de
la muerte, celebra con especial fruición la que puede considerarse como una de
sus fiestas grandes, al igual que muchos lugares de Centroamérica o Perú.
MEXICO
En México millones de personas se preparaban este jueves para
acudir a los panteones, donde familias enteras pasan la noche acompañando a sus
muertos que según la tradición prehispánica regresan al caer la luz a convivir
con los vivos.
"Estamos viviendo la esencia de México, porque esta fiesta
viene desde nuestros ancestros, y nuestros antepasados no tenían ese prejuicio
en contra de la muerte, por eso ahora podemos convivir en un panteón, comer,
cantarles y estar felices", afirma Edson Salinas desde el panteón municipal de
Xoxocotlan, en Oxaca, al sur del país.
Las tumbas se engalanan y se preparan los platos especiales y
bebidas favoritas de los que ya no están, que serán consumidas en su homenaje la
mañana del viernes.
"Compramos flores de cempasúchil y veladoras, porque la comida
para nuestros muertos ya está lista en casa", afirma Jorge Romero desde el
mercado de San Juan en el centro de Ciudad de México.
"Es un día para celebrar en familia, para unirnos en torno a
nuestras tradiciones y recordar de donde venimos, aunque cada vez las fiestas
están más comercializadas", añade.
Todo es amenizado con la presencia de bandas musicales o los
tradicionales mariachi, que también entonan las canciones favoritas de los que
se fueron.
PERÚ
Similar espíritu festivo se vive también en los cementerios de
Lima, donde miles de peruanos acudieron este jueves para celebrar el día de
"Todos los Santos" con coloridos ramos de flores en un clima de dolor y
nostalgia, pero donde la costumbre manda celebrar con rezos, comidas, bailes y
licor.
Los peruanos transformaron así los principales cementerios del
país en una gran fiesta con guitarras, arpas, saxofón, violines y en lugares
abarrotados de vehículos que se convierten en un gran mercado donde se puede
adquirir helados, frutas, cerveza o platos regionales y donde los gritos de los
vendedores se mezclan con los lamentos y llantos de familiares, pero también con
la música de las bandas y de improvisados cantantes.
GUATEMALA
Los guatemaltecos por su parte también acudieron a los
camposantos de forma masiva, para celebrar Todos Santos cargados con velas
amarillas y blancas, flores de papel y plástico y comida.
"Nosotros les llevamos pan y frutas, porque los difuntos
siempre están cerca y de repente viene el espíritu a comer", comentó a la AFP el
indígena Ponciano Ramírez, mientras pintaba de verde la precaria tumba de un
hijo que murió de diarrea a los dos años en la aldea Chiabal de Todos Santos, un
municipio de población predominantemente indígena.
En este lugar, además, se organiza una peculiar carrera de
caballos en la que los jinetes deben permanecer durante ocho horas para honrar a
los muertos.
La celebración en Todos Santos contrasta con la del vecino
municipio de Chiantla, distante unos 40 km, pues los parientes no visten trajes
indígenas, aunque sí adornan ostentosamente las tumbas y rinden homenajes a sus
seres queridos, a veces a través del canto.
"Primero le fui a cantar a mi mamá que murió hace diez años,
ahora estoy aquí como mi amigo el doctor Mariano Díaz, quien perdió a su hijo
hace tres años", explica a la AFP Martín Tello, quien, acompañándose de la
guitarra, acaba de cantar Amor Eterno, del mexicano Juan Gabriel.
También la comida juega un papel fundamental, con platos
únicamente preparados en estas fechas: los guatemaltecos acostumbran celebrar
con el platillo tradicional llamado fiambre, elaborado con verduras, carnes,
mariscos, quesos y embutidos y en estos días aumenta el consumo de conservas
dulces.
Por su parte, en las cocinas, restaurantes y mercados
mexicanos la muerte también se degusta, comiendo el típico pan de la época, que
simula una tumba con huesos, y el dulce de calabaza, que representa cráneos
cubiertos de una espesa y obscura miel.
Aunque el toque más macabro en este país que se ríe de la
muerte consiste en regalar "calaveritas", poemas que hacen alusión al momento en
que ésta vendrá por los vivos, dedicadas a personajes políticos principalmente,
mientras que entre amigos se regalan cráneos de azúcar o de chocolate con su
nombre.
FUENTE: http://noticias.latam.msn.com/pe/internacional/articulo_afp.aspx?cp-documentid=254519376
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