Entrevista con
Ayda Levy,
ex esposa del
"rey de la cocaína",
Roberto Suárez Gómez
La ex esposa
de uno de los narcotraficantes más famosos de todos los tiempos nos cuenta
detalles de su vida
Fue esposa de Roberto Suárez Gómez, uno de los
narcotraficantes más famosos de todos los tiempos. Suárez tuvo nexos con
el colombiano Pablo Escobar y se convirtió en un importante capo en toda
Latinoamérica. Ahora, su ex esposa cuenta detalles de su vida junto al
boliviano y revela cómo la droga acabó con su matrimonio y familia “mi vida
junto al rey de la cocaína”
El boliviano Roberto Suárez
Gómez fue un multimillonario heredero del emporio de exportadores de caucho y
la figura que logró dominar en la década de los ochenta a gobernadores, jueces
y Presidentes de distintos países. Se le conoció como el primero que hizo
narcopolítica en Latinoamérica.
Su ex esposa, Ayda Levy narra
parte de esa historia en su más reciente libro El Rey de la Cocaína, mi vida
con Roberto Suárez Gómez y el nacimiento del primer narcoestado. Además,
platica a Publimetro por qué decidió abandonarlo una vez que se dio cuenta en
la narcofigura en la que se había convertido su esposo.
¿Cómo tomó la decisión de dejar un testimonio
escrito y público?
— Muchos acontecimientos penosos me hicieron tomar la difícil decisión de
publicar mi historia al lado de Roberto. Uno de mis mayores deseos es alertar a
las nuevas generaciones, sobre todo a las mujeres de los riesgos que conlleva
el narcotráfico. Además, siempre me gustó escribir, anoto todo desde mi niñez
en un diario, incluso mis sueños con fecha y hora. Durante la semana que estuve
detenida injustamente en Locarno, Suiza, el mes de enero de 1982, sentí la
necesidad imperiosa de contarle al mundo por lo que estaba pasando. Me
detuvieron junto a mis cuatro hijos, el menor de ellos solo tenía 17 años. El
mismo día de nuestra detención fueron liberados los tres menores, así que
quedamos Roby y yo detenidos. A mí me acusaron de lavado de dinero y no fui
liberada hasta que llegó la documentación del Banco do Brasil certificando el
origen de nuestras cuentas corrientes. Luego el asesinato de mi hijo mayor,
Roby, a manos de la policía el 22 de marzo de 1990 en Santa Cruz de la Sierra
fue otra de las razones que me impulsó a contar mi historia. También la muerte
de Roberto en el año 2000 fue determinante para que decidiera terminar mi
primer borrador. No quería seguir sus pasos y llevarme sus secretos a la tumba.
¿Cómo tomaron sus hijos la edición de este libro?
— Ha sido una experiencia dolorosa por la que tuvimos que pasar todos al
revivir hechos que nuestra memoria no quería recordar. Traer de vuelta los
fantasmas del pasado no es bueno para nadie, peor para una familia como la
nuestra que se vio envuelta de la noche a la mañana gracias a una decisión
absurda e innecesaria de parte de mi entonces esposo.
¿Qué rebote ha tenido en su país que la ex esposa de un narcotraficante dé
su propia versión de que no estuvo involucrada en sus negocios?
— Mi separación de Roberto se dio en 1981, un año después de su incursión en el
narcotráfico, cuando confirmé que estaba metido en ese sucio y peligroso
negocio. Es de conocimiento público en mi país la oposición que tengo referente
al tráfico de drogas o a cualquier otro ilícito. Las autoridades bolivianas,
conscientes de esto, nunca confiscaron ninguno de nuestros bienes que fueron
fruto de veintitrés años dedicados al trabajo honesto y sacrificado de la
ganadería, desde que nos casamos el año 1958, hasta nuestra separación en 1981.
¿Qué mensaje da para las parejas de otros narcotraficantes?
— Estoy segura de que las mujeres que lean mi libro entenderán
claramente que primero está nuestra dignidad y la seguridad de nuestros hijos.
El narcotráfico no acarrea nada bueno a ningún hogar, sólo pone en riesgo la
integridad de la familia, la libertad y lo que es peor, la vida.
¿Cómo puede ayudar su texto a otras mujeres?
— A tomar decisiones y darse cuenta a tiempo de los riesgos que corremos si nos
mantenemos al lado de un narcotraficante. Por muy difícil que parezca, es mejor
apartarse del dinero fácil, de los lujos excesivos y velar por el bienestar de
los hijos, si los hay, o del nuestro propio. Espero que la publicación de mi
libro en México sirva de guía e infunda valor a muchas mujeres, que con
seguridad se encuentran en este momento entre la cruz y la espada, dándoles la fuerza
y el coraje para salir de esa encrucijada.
Sobre la legalización de las drogas
“Mi respuesta es un NO rotundo. Sería el peor error que nuestros gobernantes
podrían cometer. No existe nada más dañino para nuestra sociedad que la
adicción a las drogas. En vez de legalizar el consumo de éstas, deberían
endurecer las leyes en contra de su producción y comercialización. He sido
testigo involuntario de lo malo que trae consigo el narcotráfico y pido a Dios
que cada vez sean menos las madres, esposas y hermanas que tengan que vivir con
el Jesús en la boca, con miedo de contestar un teléfono o de abrir una puerta”.
La cita
“Mientras más se hable o se escriba sobre el tema, la gente tendrá más
información al respecto. Lo que tenemos que buscar quienes hemos vivido ese
calvario, es la divulgación por todos los medios posibles de los resultados
nefastos a los que nos exponemos”. Ayda Levy
Otras esposas del narco
• Victoria Eugenia Henao Vallejo, La Tata. Esposa de Pablo Escobar Gaviria,
quien llegó a ser el hombre más poderoso de la mafia colombiana. Se casaron en
1976, cuando ella tenía sólo quince años. Tuvieron dos hijos: Juan Pablo
Escobar Henao (24 de febrero de 1977) y Manuela Escobar Henao (24 de mayo de
1984).
• Emma Coronel. Esposa del Chapo Guzmán. Contrajeron matrimonio cuando la joven
tenía 18 años de edad en una lujosa boda en una región montañosa del centro de
México en 2007. Dicen que ella es la tercera o cuarta esposa del capo y sobrina
de Ignacio Coronel, antiguo socio de Guzmán, quien fue asesinado en 2010 en
medio de un enfrentamiento con el Ejército mexicano.
• Juliana Sossa Toro. Novia de José Jorge Balderas Garza, el JJ. La chica fue
quien reveló en su cuenta de Facebook que vivía en Bosques de Chapultepec, en
el Distrito Federal, sitio donde ambos fueron apresados.
• Sandra Ávila Beltrán. Conocida como la Reina del Pacífico enfrenta cargos por
delincuencia organizada, lavado de dinero y conspiración para el tráfico de
drogas. Ha sido señalada como pieza clave del cártel de Sinaloa y encargada de
las ‘relaciones públicas’ del Chapo Guzmán.
FUENTE: http://www.publimetro.com.mx/noticias/entrevista-con-ayda-levy-ex-esposa-del-rey-de-la-cocaina-roberto-suarez-gomez/mmad!pBlSh5k8XSyZg/
Estimado colega, le escribe Andrés Sal.lari, periodista argentino, quisiera contactarlo, mi correo es gringosallari@gmail.com
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