Los indígenas privados de libertad por el
"Baguazo"
Testimonio
Desde hace dos
años, el párroco de Chiriaco, Fermín Campoamor, realiza una campaña en defensa
de los únicos tres detenidos tras la tragedia. Se ha convertido en su voz por
justicia.
El padre Fermín Campoamor se
ha convertido en incansable defensor de los tres únicos indígenas que están
detenidos por los sucesos del "Baguazo".
Los visita, les lleva fe yesperanza, y desde hace dos
años informa de su situación a través de las hojas parroquiales que reparte en Imaza y Bagua,
así como por redes sociales.
Relata en qué circunstancias viven Asterio
Pujupat Wachapea, Feliciano Cahuasa Rolin y Danny
López Shawit, acusados de las muertes que generaron las protestas de
los pueblos indígenas en el 2009.
"Son tres padres de familia
que antes ni siquiera se conocían entre sí. Y son los únicos detenidos a pesar
de que hay decenas de denunciados", indica el sacerdote.
LA CASA-CÁRCEL
Durante todo este tiempo el padre
Fermín ha sido el más fiel visitante de los nativos, tanto en la
prisión como en los lugares donde dos de ellos cumplen arresto
domiciliario.
"Asterio vive en la casa-cárcel
que tiene que alquilar. Él es un indígena que trabajaba en el campo, ahora no
puede salir a la calle ni a pedir limosna. Su familia está abandonada",
dice.
Detalla que su esposa y seis hijos
menores –de los que cinco son mujeres– viven en la comunidad de Epémimu, en
Imaza, expuestos a la pobreza y haciendo milagros para viajar a Bagua, donde Asterio está
obligado a permanecer.
"Lo acusan de asesinar al
mayor Bazán porque está en una foto a su lado. Él ha dicho una y otra vez que
no es culpable. Además, hay otros en esa foto", comenta, y lo describe
como un hombre humilde, tranquilo, reflexivo, que siente un gran amor por su
familia, y cuya inocencia es reclamada por toda su comunidad.
Feliciano
Cahuasa tiene ya tres años en el penal de Huancas. Lo
detuvieron en la Casa Pastoral de Utcubamba, donde trataba de
refugiarse.
"Cometió el grave error de haber
recogido una AKM del suelo, que resultó ser del mayor Bazán. Lo
sometieron a la prueba de absorción atómica y resultó negativa. Pese a ello y
aunque cumplió exceso de carcelería por estar más de 36 años sin sentencia, lo
mantienen en la cárcel", cuestiona.
UN CALABOZO
El tercer nativo en prisión es Danny
López. Fue detenido en la carretera Fernando Belaunde, cuando trataba de
esconderse en una ambulancia, donde también había un arma.
Él niega que el armamento sea suyo y
la prueba de absorción atómica asegura que no hizo ningún disparo. Sin embargo,
pasó dos años en el penal de Huancas y ahora está con arresto
domiciliario para evitar su posible fuga.
"Danny es de Nieva, tiene 28
años y tres hijos menores. Ahora está en una casa-cárcel
que no tiene ventanas; la única luz natural entra por una puerta", cuenta
el padre Fermín.
Indica que en una ocasión el joven le
comentó que su esposa le dijo en su primera visita: ¡Esto parece un calabozo!
El encierro deprime a Danny y solo las esporádicas
visitas de su familia lo sacan de ese estado. Aun así no piensa huir.
"Los que
dicen que queremos fugarnos no saben nada de nosotros. Si me fugo pierdo a mi
familia. Yo no voy a huir. Yo quiero a probar mi inocencia", le aseguró hace poco al sacerdote. Él siente que lo dice de
corazón.
CLAVES
El abogado del Instituto de Defensa
Legal, Juan José Quispe, indicó que Feliciano Cahuasa y Danny
López están incluidos en el proceso conocido como "Curva del Diablo".
La Fiscalía pidió cadena perpetua para ellos, así como para el dirigente
indígena Alberto Pizango. La Sala Penal de Bagua se declaró
incompetente y pasó el caso a la Sala Penal Nacional. IDL ha pedido la nulidad
de esta resolución.
Por otro lado, existe un proceso por
la muerte del mayor Felipe Bazán. En este caso se ha acusado a Asterio
Pujupat y a Feliciano Cahuasa. Está en etapa de
instrucción.
María Elena Castillo.
FUENTE: http://www.larepublica.pe/01-04-2013/los-indigenas-privados-de-libertad-por-el-baguazo
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