Españoles: De turistas a inmigrantes
EXPATRIADOS POR
LA CRISIS »
Guillermo Almeida, que llegó en 2010, en un mercadillo del DF. / PEP COMPANYS |
El avión desciende como un pájaro
sobrevolando el Caribe mexicano y el verdor de la selva yucateca. Del interior
salen grupos de españoles con gafas de sol y ropa de playa dispuestos disfrutar
de los lujosos hoteles, la arena blanca y las ruinas mayas. Hasta hace unos
años este era el perfil más común en los vuelos Madrid-Cancún. Pero
últimamente, junto con los turistas, caminan otro tipo de españoles. Unos son
treintañeros que quieren abrir un negocio en la costa. Otros buscarán trabajo
en la capital “de lo que sea”. Al menos una veintena lucen ropas gastadas, pies
descalzos y rastas en el pelo. “Esto es lo que me quedaba por ver”, comenta
Laura, actriz y fotógrafa española residente en México desde hace cinco años,
“hasta los perroflautas se
han apuntado a la aventura mexicana”.
“¡Es el mismo exilio, pero sin armas! Una expulsión forzosa provocada
por la panda de mafiosos que gobiernan España”.
Óscar Jaenada
Casi todo el grupo “de rastas” parece conocerse:
“Vivimos en Chiapas, allí trabajamos en comunidades indígenas y escuelas
holísticas”, comenta Sara, madrileña de 29 años. “San Cristóbal de Las Casas se
está llenando de hippies, nos conocemos y
sabemos cuándo salen los vuelos más baratos”, añade Jaime, gaditano de 32.
Turistas y trabajadores se miran extrañados. “Que gente más rara viene
últimamente”, comentan. Solo la amplia gama de improperios peninsulares parecen
reconciliarles entre sí.
A México
siempre han llegado españoles ávidos de naturaleza, aventura, folclore o
tequila. Pero la crisis está trayendo otros perfiles. Se trata en su mayoría de
jóvenes muy formados que tratan de dedicarse a lo suyo. Muchos artistas, pintores y actores
encuentran la oportunidad que España no les dio. Trabajadores de
multinacionales se instalan en el país ante el dilema de “ir a México o a la
calle”. Los espíritus “alternativos” encuentran su lugar en el ritmo tranquilo
de la provincia. Y con su dramática desigualdad, el país también ofrece una
salida a los jóvenes interesados en la ayuda humanitaria. Pero no es oro todo lo
que reluce: ahora hay más competencia y el endurecimiento de la ley migratoria
desespera a quienes tratan de asentarse legalmente. Los que llevan años aquí
advierten: “México es lindo y acogedor, pero poco recomendable para ansiosos y
asustadizos”.
Desde que empezó la crisis, la afluencia de
españoles aumenta. Según el Instituto Nacional de Estadística, son la tercera
nacionalidad extranjera en el país (un 4,8% del total), tras la estadounidense
y la guatemalteca. Aunque no hay cifras oficiales (muchos entran como
turistas), la Secretaría de Gobernación estima que casi 8.000 españoles han
conseguido permiso de trabajo en los últimos cinco años. El 1 de enero de 2012
había 17.956 jóvenes de entre 20 y 34 años, casi 7.000 más que en 2008. Hay
censados más de 100.000 españoles. Algunos expertos han definido este flujo migratorio como
“una tercera oleada”, tras los avalanchas del siglo XIX y la Guerra
Civil española. ¿Las razones? Cercanía cultural, crecimiento económico lento
pero constante, mercado laboral inmenso y múltiples posibilidades de
autoempleo.
Los
papeles son ahora una cuestión crucial. Guillermo Almeida (Menorca, 1987) llegó
en 2010 con una beca para acabar su carrera de Historia en la UNAM. Pasó seis
meses en DF, atrapado por su “ritmo vertiginoso y su descontrol adictivo”.
Volvió a Madrid, pero la falta de oportunidades le hizo regresar en enero con
otra beca. Ahora busca trabajo de profesor. Pero no es fácil. “Les da hueva
hacerme los papeles”, explica. Al español no le gusta verse como un
conquistador español, prefiere denominarse exiliado económico. Para él lo mejor
de México es ese "caos anárquico" que emana de la ciudad. "Pero
también es lo más negativo, porque genera una desigualdad y una pobreza ante la
que no podemos cerrar los ojos". También la comida puede ser el cielo o el
infierno: "Me encanta comer mexicano, pero una vez casi me muero de
gastritis con unos tamales de la calle. Debe ser la venganza de Moctezuma. Eso
me pasa por conquistador español", comenta entre risas.
“No
recomendaría a nadie que viniera a buscarse la vida, a no ser que tenga un
permiso de trabajo”, comenta Ana Luisa Rodríguez, administradora de la Casa de
Madrid en México. “Muchos acaban regresando, porque esto no es tan fácil como
se pensaban”, añade. No es el caso de Itahisa Machado, una actriz canaria que
“sobrevivía deprimida” en Madrid, sin un trabajo estable. El primer mes en el
DF rodó cinco anuncios y después actuó en series como El octavo mandamiento o Infames. Hoy es la protagonista de Rosario, una superproducción emitida en decenas de
países: “En dos años he conseguido mucho más que en siete en Madrid. México
tiene una energía distinta, mucho más amable y cálida. Quizás es que yo tengo
un rollo latino que encaja mejor aquí”, cuenta con acento venezolano en su
elegante departamento de La Condesa (una de las zonas más caras y con más
presencia de artistas del DF).
Tampoco le fue mal a Jorge
Cuendias (Oviedo, 1988), que llegó hace tres años, “en un ataque hippy,
huyendo de un trabajucho que
me estresaba la vida”. En la capital ha sido vendedor y director comercial en
varias empresas. Actualmente trabaja en Laboratorios Anafarma: “Aquí hay mucho
más potencial y más energía”. ¿Lo mejor de México? “Que en una hora de vuelo
tienes las mejores playas del mundo”. ¿Lo peor? Tarda un rato en contestar: “El
tráfico, pero qué coño, el DF es la mejor ciudad del mundo”. Actualmente se
encuentra doblemente ligado a México: por la chamba y por la chava, es decir, por el trabajo y por la novia.
En agosto se terminó un polémico rodaje de cine: el biopic de Cantinflas protagonizado por el
actor Óscar Jaenada. Aunque en Internet las críticas fueron mayoritarias —la
elección de un español para encarnar al cómico mexicano provocó la furia de los
más nacionalistas—, el intérprete definió su experiencia como una de las
mejores de su vida: “Es la gente más amable, trabajadora y dinámica con la que
he trabajado en mucho tiempo”. A Jaenada también le sorprendió la cantidad de
compatriotas que encontraba: “Me recuerda mucho a la época de Cantinflas,
cuando llegaban miles de exiliados huyendo del franquismo. ¡Es el mismo exilio,
pero sin armas! Una expulsión forzosa provocada por la panda de mafiosos que
gobiernan España”.
La
mayoría de los entrevistados reconocen que la primera razón que los mantiene en
México es su pareja. Carlos Triviño, mecánico mallorquín de 34 años, llegó a la
capital acompañado de su novia, con la que se ha casado. “Pero tardan muchísimo
en darme los papeles y mientras no los tenga, no me contratan”. De todos los
consultados, es el único que afirma haber padecido discriminación: “Un par de
veces en el metro he oído que me decían pinche español”. El resto asegura que
el trato es cálido y que los insultos y las peleas tienen lugar en internet,
más que en la vida real.
El avión procedente de Cancún se
prepara para aterrizar en la Capital de México. Un mar de luces parece engullir
la tierra y escalar por los múltiples cerros que rodean la capital. Cuando desciende
se perciben hileras de casuchas y calles mal iluminadas. El monstruo de asfalto
conocido como Distrito Federal domina el paisaje hasta donde llega la vista.
Los españoles recién llegados toman aire antes de salir del aeropuerto y
comenzar su aventura. “Tranquila, siempre pasa al principio”, le dice Laura a
una española con cara desencajada.
El país más
solidario con España
J. M
Durante el siglo XX México dio un ejemplo señero de solidaridad
internacional acogiendo a cerca de 25.000 exiliados españoles que huían de la
Guerra Civil. La política del presidente Lázaro Cárdenas (1934-1940) permitió
la llegada de políticos, intelectuales y artistas que enriquecieron
notablemente la cultura mexicana. Filósofos como María Zambrano, poetas como
León Felipe y Luis Cernuda, pintores como Remedios Varo y narradores como
Francisco Ayaña y Max Aub formaron parte de la élite cultural del país, reforzaron
el profesorado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y crearon
instituciones tan prestigiosas como la Casa de España de México (hoy llamada
Colegio de México) y el Fondo de Cultura Económica. “La tarea que hicieron es
de un valor absolutamente inapreciable, había que ver renglón por renglón qué
ha sido México antes y después de estos grandes hombres”, dijo el filólogo
mexicano Antonio Alatorre (1922-2010).
México en corto
·
Tasa de desempleo: 5,1%.
·
Porcentaje de empleo informal: 60%.
·
Crecimiento del PIB en 2013: 1,5%.
·
Españoles censados: 100.782 (junio 2013).
·
Para estancias inferiores a 180 días no es necesario tener un visado.
·
El 10 de noviembre de 2012 cambió la ley de migración mexicana. Los
trámites para obtener el permiso de trabajo mexicano se dificultaron. Hoy,
cualquier persona que quiera constituir una sociedad tiene que inscribirla en
migración, salir del país y solicitar el permiso desde el consulado de su país
de origen.
·
Aunque México calcula su desempleo en un 5,1%, el trabajo informal ronda
el 60% del total, más o menos el mismo porcentaje que abarca las clases bajas
del país.
FUENTE: http://economia.elpais.com/economia/2013/09/12/empleo/1379011410_637267.html
JAVIER
MOLINA México 13 SEP 2013 - 00:00 CET
Hola! Yo soy una de esas expatriadas por la crisis. En mi caso ha sido Milán que al menos está cerquita.
ResponderBorrarEstoy escribiendo un blog sobre mi experiencia y por si le pudiera servir a alguien aquí te dejo, si me permites, el link:
Desde Milán: Cartas de una española
http://desdemilan.wordpress.com
Hola! Yo soy una de esas expatriadas por la crisis. En mi caso ha sido Milán que al menos está cerquita.
ResponderBorrarEstoy escribiendo un blog sobre mi experiencia y por si le pudiera servir a alguien aquí te dejo, si me permites, el link:
Desde Milán: Cartas de una española
http://desdemilan.wordpress.com