Histórica
condena internacional por la destrucción de patrimonio de la humanidad.
Ahmad
Al Faqi al Mahdi. La Corte Penal Internacional de La Haya condenó a nueve
años de prisión al yihadista que dirigió la destrucción de templos sagrados
medievales en Tombuctú, Mali.
Achmad al Mahdi al Faqi, alias "Abu Turab", ante la Corte Penal Internacional (CPI) en La Haya. AP |
Por
primera vez en su historia, la Corte Penal Internacional de La Haya (CPI)
condenó hoy a un acusado por la destrucción de monumentos patrimonio de la
humanidad, un delito considerado crimen de guerra.
La
Sala VIII de la CPI condenó hoy a nueve años de prisión a Ahmad Al
Faqi al Mahdi, el yihadista que dirigió la destrucción de
templos sagrados medievales patrimonio de la humanidad en Tombuctú,
Mali, a nueve años de prisión por crímenes de guerra en un fallo judicial sin
precedentes.
Al
Mahdi lideró en 2012 los ataques contra varios monumentos en Tombuctú,
declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, y participó de su
destrucción, sentenciaron los jueces.
Es
la primera vez que la Corte Penal Internacional condena a un acusado por
destrucción de patrimonio cultural, considerado crimen de guerra en el derecho
penal.
Al
Mahdi había reconocido su implicación en los hechos,
y sus abogados habían negociado que la pena oscilaría entre nueve y once años
de prisión, en cuyo caso no recurrirían el fallo.
"Al Mahdi coordinó los ataques y dio
instrucciones para su destrucción", dijo el juez al dar lectura al fallo. En particular,
"se implicó activamente en el derribo de los mausoleos, así como en su
supervisión".
El
juez subrayó que "todos estos eran objetivos religiosos, no
militares", lo que constituye un crimen de guerra según
los estatutos de la CPI.
Entre
las circunstancias atenuantes tenidas en cuenta a la hora de decidir la condena
se incluye asimismo la colaboración con la Fiscalía, los remordimientos
demostrados, las reticencias iniciales a participar en el derribo de los
edificios y el "buen comportamiento" de Al Mahdi durante el juicio.
La
sentencia al líder islamista radicalizado, también conocido como "Abu
Turab", tuvo en cuenta hasta cinco circunstancias atenuantes, incluida la
admisión de culpabilidad de Al Mahdi, explicó al leerla el juez filipino Raul
Cano Pangalangan, que preside la Sala VIII de la CPI.
Al
Mahdi admitió haber ordenado la destrucción intencionada de nueve mausoleos y la puerta de la mezquita de
Sidi Yahya en
Tombuctú, así como de participar activamente en algunos de esos ataques.
Explicó que, según la interpretación que entonces hacía del Islam, en esos
templos tenían lugar prácticas idolátricas que violaban la sharia (ley
islámica).
El
yihadista, tuareg nacido en una localidad a 100 kilómetros de Tombuctú, fue
entregado a la CPI por las autoridades de Níger el 25 de septiembre de 2015,
tras una orden de detención emitida por la corte contra él días antes.
En
enero de 2012 comenzó en Mali un conflicto armado durante el cual la ciudad de
Tombuctú estuvo bajo el control de varios grupos terroristas, incluido Al Qaeda
en el Magreb Islámico (AQMI) y Ansar Al Din.
FUENTE:
http://www.clarin.com/mundo/Historica-internacional-destruccion-patrimonio-humanidad_0_1658234204.html
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