lunes, 8 de enero de 2018

Declaración del Ex Presidente Alejandro Toledo Sobre La Crisis Política e Institucional en Perú

Declaración del Ex Presidente Alejandro Toledo
Sobre La Crisis Política e Institucional en Perú

8 de enero de 2018

Durante un año, he alertado sobre el trabajo maquiavélico, debajo de la mesa, de la familia Fujimori para debilitar al gobierno peruano, Democráticamente elegido. Eventos recientes en el Perú demuestran convincentemente que mis preocupaciones estaban y están justificadas. El gobierno peruano ha dejado de ser un instrumento que vela por los intereses del pueblo y ha demostrado su verdadera cara: un instrumento fujimorista para la auto-perpetuación, la impunidad y la destrucción de opositores políticos.

Foto: Internet
Hace dieciocho años, a través de la gesta histórica de La Marcha de los Cuatro Suyos", lideramos la unificación de los partidos democráticos, la sociedad civil, los estudiantes, las poblaciones indígenas y Amazónicas, hombres y mujeres de las cuatro Regiones del Antiguo Imperio Inca—el Perú moderno—para desmantelar la dictadura de Alberto Fujimori. Como Presidente del Perú de 2001 a 2006, iniciamos el fortalecimiento de la Democracia, la Independencias de sus Instituciones, el respeto a los derechos Humanos, restauramos la libertad de prensa y empezamos a reconstruir la sociedad civil. Hicimos que la economía del Perú fuera la más exitosa de América Latina.

Hoy, la hija del dictador, Keiko Fujimori, controla el Congreso peruano. Ella usa ese poder para erosionar la democracia del país en lugar de fortalecerla. El Perú está dividido por los ataques fujimoristas contra instituciones debilitadas y frágiles. Lamentablemente, ninguna institución peruana es más débil o más vulnerable a la manipulación política que el sistema de justicia penal.

En diciembre la familia Fujimori y sus aliados lanzaron un ataque al presidente democráticamente electo del Perú, Pedro Pablo Kuczynski, para que indultara a Alberto Fujimori. A cambio, los fujimoristas permitieron con sus votos evitar la vacancia y lograr que el presidente Kuczynski permaneciera en el cargo, aunque se le acusa de irregularidades financieras relacionadas con la empresa brasileña Odebrecht.

La misma camarilla fujimorista ya había estado manipulando el sistema judicial peruano durante años para acusarme falsamente, para silenciarme, y para tratar de evadir la responsabilidad de su propia corrupción. No me perdonan haber logrado, con millones de mujeres y hombres democráticos, derrocar la dictadura de Alberto Fujimori, quien violando la Constitución, gobernó por 10 años en la década de los noventa.

De hecho, desde que terminó mi presidencia la oposición a los gobiernos democráticamente elegidos, constantemente me ha menospreciado y subestimado nuestros logros. Ese es el precio que pagaré voluntariamente por defender los derechos humanos y trabajar para llevar a Alberto Fujimori ante la justicia.  Nosotros no lo sentenciamos, lo hizo la justicia absolutamente Independientes.
El asunto de Odebrecht le brindó a la familia Fujimori y a sus colaboradores una oportunidad única: consolidar su control político sobre el gobierno peruano, liberar al patriarca de la familia Fujimori y tomar severas represalias contra mí y otras personas a través de instituciones vulnerables.

Ahora la presidencia del Perú, la judicatura fragmentada, el fiscal general y algunos medios de comunicación fujimoristas han permitido que estos factores tengan éxito. Usando el escándalo de Odebrecht como arma, los manipuladores fujimoristas de las instituciones peruanas y la opinión pública continúan trabajando fervientemente para destruir mi reputación y encarcelarme sin cargos, SIN UN DEBIDO PROCESO Y SIN EVIDENCIAS CREÍBLES.


Un nuevo capítulo en la infame historia del fujimorismo se está escribiendo en el Perú. Continuaremos luchando contra las falsedades que se dicen sobre nosotros y que se originan en Lima. Ante todo, nos mantenemos fuertes. Pero la terrible y dura experiencia para mi familia no se compara con el costo que pagará el pueblo peruano de a pie por este grave ataque y revés en contra la Democracia y su libertades.


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