Una investigación sobre lavado de dinero pone contra las
cuerdas a la presidenta Dina Boluarte en Perú.
La mandataria no justificó ingresos por cerca de 300.000
dólares entre 2016 y 2022, según la Unidad de Inteligencia Financiera del país.
Ostentar una colección de relojes de alta gama sin
haberlo comunicado en su declaración de bienes no es la única explicación que
la presidenta Dina
Boluarte le debe al Perú. Una investigación del diario El
Comercio ha puesto al descubierto más sombras en sus finanzas personales.
Ya no solo se trata de las joyas que luce en sus muñecas, sino de lo que no
cuadra en sus cuentas bancarias. El Rolex, valorado en 19.000 dólares, parece
ser el eslabón perdido de un presunto delito de lavado de activos que data de
hace ocho años, cuando era una funcionaria pública de bajo rango pero tenía
peso en la región donde nació.
“He
entrado a Palacio de Gobierno con las manos limpias y saldré con las manos
limpias, como lo he prometido al pueblo peruano”, dijo Boluarte hace poco para
defenderse de los
cuestionamientos alrededor de los quince relojes con los que ha
aparecido en eventos públicos desde su llegada al poder. Los reportes de
inteligencia cuando menos han puesto en tela de juicio sus palabras. “No
tendrían justificación económica que las respalde. La información declarada no
sustentaría las operaciones detalladas”, dice el informe de la Unidad de
Inteligencia Financiera, deslizando la teoría de que puede tratarse de un
presunto delito de lavado de activos.
De
acuerdo con el desglose, la mayor cantidad de transferencias se realizaron en
las cuentas mancomunadas. La más favorecida fue la que Boluarte tenía con
Néstor Amado Camargo, dirigente del Club Departamental Apurímac, con quien
integró el consejo directivo en dos períodos consecutivos: 2017-2019 y
2019-2022. Recibieron 893.000 soles (241.000 dólares). En ambas gestiones,
Boluarte ejerció como presidenta y Amado como tesorero y secretario de
economía. Un detalle que resalta la investigación es que el mayor número de
abonos de esa cuenta mancomunada (133 depósitos por 80.000 dólares) coincide
con el año en que la mandataria se postuló a la alcaldía del distrito limeño de
Surquillo. Fue en 2018, bajo la representación de Perú Libertario, nombre con
el que se conocía a la agrupación que después pasó a llamarse Perú Libre.
“En
la declaración jurada que la hoy mandataria presentó ante el Jurado Nacional de
Elecciones sobre sus bienes y rentas del 2018, consignó ingresos por S/73.200,
su vivienda ubicada en Surquillo por S/360.135, y su vehículo por S/85.410. No
informó sobre los casi S/300 mil (81 mil dólares) que tenía en el banco”,
remarca la información del diario El Comercio. Pueden establecerse
puntos coincidentes con su colección de relojes: tampoco fueron declarados a
pesar de que las normas así lo exigen.
Contactado
para ofrecer sus descargos, Néstor Amado Camargo brindó una explicación poco
clara sobre la cuenta mancomunada con Boluarte. “En el 2017 soy el secretario
de economía del club. Y la señora Dina Boluarte es la presidenta del club.
Entonces, de acuerdo con el estatuto, se maneja la economía del club entre el
presidente y el secretario de economía. Eso es todo lo que le puedo decir”, se
defendió. Sin embargo, en el estatuto no indica que los ingresos del club deban
depositarse en las cuentas bancarias de los miembros del consejo directivo,
sino más bien en las cuentas de la personería jurídica, es decir, el Club
Departamental Apurímac.
A
ello se suma que entre el 2016 y el 2020, el mencionado club declaró ingresos
anuales no mayores a 100.000 soles (27.000 dólares). “En tal sentido, los
ingresos declarados ante las diferentes entidades públicas no respaldarían los
ingresos registrados en sus cuentas”, señala el reporte. Las otras cuentas
mancomunadas de la mandataria son con dos dirigentes de Perú Libre: Yuri Castro
Romero, excandidato a la alcaldía de Lima; y Braulio Grajeda Bellido, además de
Víctor Torres Merino, hombre cercano a su hermano Nicanor Boluarte.
Finalmente,
otra perla que deja el reporte de inteligencia financiera es que en el 2018, la
abogada compró una camioneta Honda CR-V por 25,990 dólares, con un depósito en
efectivo, del cual el origen es desconocido. En el formulario de registro, la
presidenta colocó “ahorros y algunos préstamos” sin mayores precisiones. Se
avecina una semana de más suspicacias, silencios y defensas a ultranza.
FUENTE: https://elpais.com/america/2024-03-25/una-investigacion-sobre-lavado-de-dinero-pone-contra-las-cuerdas-a-la-presidenta-dina-boluarte-en-peru.html#?rel=lom
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