jueves, 29 de noviembre de 2018

Cuando Haya Fue Uruguayo. En 1954, cuando Odría le retiró la nacionalidad peruana al líder del APRA, Uruguay le dio un pasaporte. Ese mismo año, Haya de la Torre presidió un cónclave en Montevideo.


Cuando Haya Fue Uruguayo.
En 1954, cuando Odría le retiró la nacionalidad peruana al líder del APRA, Uruguay le dio un pasaporte. Ese mismo año, Haya de la Torre presidió un cónclave en Montevideo.
Congreso de Desterrados Apristas en Montevideo, junio de 1954. VRHT junto con Víctor Raúl Montesinos, Absalón Pavón, Alberto Valencia, Carlos Braund y Reinaldo Mereier.

Cuando la Corte Internacional de La Haya falló por segunda vez a favor de Haya de la Torre, en 1951, Odría no quiso ejecutar la sentencia. La corte había desestimado el argumento que pretendía encarcelar al líder aprista por delitos comunes como narcoterrorismo. Y sin embargo, la dictadura evitó allanarse por tres años más. Recién en 1954 Haya obtuvo el salvoconducto para salir del país. Y así llegó a su fin la larga temporada (1949-1954) que el ‘Señor Asilo’ —como se le llegó a conocer a Haya— había vivido en la Embajada de Colombia en Lima. Pero la persecución no había terminado.
Odría se dio el gusto de “expulsar” simbólicamente a Haya del país y sellar su pasaporte, por resolución suprema, con la frase “indigno de ostentar la nacionalidad peruana”. De esta manera Haya se convertiría en uno de los tres peruanos a quienes le despojan la nacionalidad (posteriormente la dictadura de Velasco haría lo propio con Manuel D’Ornellas y Eudocio Ravines).

En ese trance, Uruguay, generosamente, le extiendió un pasaporte. Haya salió del Perú el 7 de abril de 1954 deportado a México. Pero ese mismo año iría a Uruguay.
“Lo instamos (a Haya) a promover una reunión de proscritos”, dice Luis Alberto Sánchez en sus memorias. “Víctor Raúl escogió Montevideo. A Montevideo partimos, como los creyentes a la Meca, desterrados de Santiago, Buenos Aires, La Plata, Valparaíso, Concepción y La Paz.”
LAS enseñó en Montevideo en exilio.
Como cuenta Nelson Manrique en ¡Usted fue aprista! (Fondo Ed. PUCP-CLACSO, 2009), “los aspectos prácticos del viaje de Haya de la Torre a Montevideo fueron preparados por Ezequiel Ramírez Novoa, un exiliado aprista que había logrado cultivar buenas relaciones sociales que llegaban hasta al presidente Batlle y tenía una columna editorial en un importante diario uruguayo. Ramírez Novoa consiguió que el gobierno invitara a Haya y hasta logró una entrevista con el propio presidente.” Manuel Seoane, quien acababa de casarse, llegó a Montevideo con su señora desde Chile. Y, según algunas fuentes, con su carta de renuncia en el gabán. La relación entre Haya y Seoane estaba a punto de quebrarse del todo. La intervención de Hugo Fernández Artucio, del Partido Colorado, habría sido clave. Fernández, que era masón, los convocó a una reunión y apeló a la logia uruguaya para amistarlos. Según Manrique —citando a Luis Chanduví Torres— Luis Barrios también se arrogó el haber convencido a Seoane de no renunciar.
Muchos años antes del aquel cónclave, la  influencia de Haya de la Torre ya se había dejado sentir en el movimiento estudiantil reformista. En 1920 Haya viajó junto a Gabriel del Mazo —presidentes de las federaciones estudiantiles de Perú y Argentina, respectivamente— por todo Uruguay. Gonzalo Muñoz Montoro, dirigente estudiantil uruguayo, lo despidió con la frase: estudióme peregrino, guarda tu esperanza. Por cierto, una avenida con el nombre del líder aprista aún sobrevive en Montevideo. Años después, Haya tuvo un choque con dos pensadores uruguayos —los izquierdistas Carlos Deambrosis y Carlos Quijano— en el célebre Primer Congreso Antiimperialista Mundial en Bruselas, en febrero de 1927. Al año siguiente, en 1928, Deambrosis Martins escribió el ensayo La expulsión de Haya de la Torre de Guatemala. (CC)

FUENTE: http://caretas.pe/politica/85046-cuando_haya_fue_uruguayo


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