¿A
qué se debe el milagro económico peruano?
Desde
hace tres décadas, Perú, ese bello país andino cuna de la civilización inca, no
deja de sufrir turbulencias políticas. Lo curioso es que ninguna de esas crisis
institucionales, casi cíclicas, afecta a la buena marcha de la economía
nacional, lo que despierta no pocas envidias en otros Estados latinoamericanos.
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¿A qué se debe el milagro económico peruano? |
Esa
paradoja no pasó desapercibida para el escritor y premio Nobel de Literatura
2010, el peruano Mario Vargas Llosa, cuando señalaba en una tribuna de opinión
recientemente publicada por el diario español El País que, pese a estos años de
"desorden político, el país ha crecido económicamente; se han ensanchado
las clases medias". Para Vargas Llosa, quien llegó a ser candidato
presidencial en 1990 por el Frente Democrático (FREDEMO), "el Perú
progresa en creación de riqueza y de oportunidades".
El
escenario lo inauguró el presidente Alberto Fujimori, alias El Chino, llamado así
por sus orígenes japoneses, quien ganó por sorpresa, en segunda vuelta, a
Vargas Llosa.
En
agosto de 1990 decretó el Fujishock, una reestructuración absoluta de los
precios, recomendada por el Fondo Monetario Internacional (FMI). Eso
aumentó los niveles de pobreza y provocó una inflación galopante y
la fuerte devaluación de la moneda nacional de entonces, el inti, que fue
sustituida en 1991 por el nuevo sol, ahora llamado simplemente sol.
La
contundencia de los cambios impresionó a los tecnócratas del FMI que apoyaron
la inyección de préstamos, lo que redujo el déficit público y trajo estabilidad
macroeconómica a corto y medio plazo.
Fujimori
realizó una serie de reformas liberales, entre ellas las privatizaciones
de monopolios estatales, como la venta a la española Telefónica de la Compañía
Peruana de Teléfonos. Gran parte de las plusvalías de esas operaciones se las
quedó él mismo en su bolsillo.
En
el plano político no se anduvo por las ramas y en abril de 1992 disolvió el
Congreso, intervino el poder judicial y tomó el control de los medios de
comunicación. Fue el denominado autogolpe, gracias al cual se convirtió en un
dictador, que, apoyado por su tenebroso ayudante Vladimiro Montesinos, acabó a
sangre y fuego con los subversivos de Sendero Luminoso. Las Fuerzas Armadas se
colocaron a su lado pues les dio carta blanca para actuar.
El
autoritario Fujimori renovó su mandato en 1995 gracias a que la nueva
Constitución de 1993 le permitía la reelección. Sediento de poder, El Chino
acudió a un tercer mandato en 2000, gracias a una interpretación engañosa de la
ley. La gente ya estaba cansada de él. El pucherazo, en la primera vuelta,
frente a su adversario Alejandro Toledo fue muy evidente, pero, si no hubieran
salido a la luz un enorme escándalo de corrupción política, hubiera continuado
como presidente. Su apoyo popular colapsó y finalmente Fujimori dimitió vía fax
desde Tokio, donde buscó asilo. Ahora cumple en Perú una condena de 25 años por
todos sus crímenes.
Pese
a todas estas sacudidas, la economía peruana creció entre 1991 y 2001, ambos años
incluidos, el 44,6%, es decir, a un ritmo del 3,7% anual. Durante esa década,
las reservas de divisas, que estaban exhaustas a comienzo del periodo,
aumentaron considerablemente de volumen hasta llegar a los 10.000 millones
de dólares. En 1998, el impacto en la agricultura de El Niño, la crisis
financiera en Asia y la inestabilidad financiera brasileña sí lograron que el
crecimiento se diera la vuelta y se situara en cotas negativas (-0,7%). Pero al
año siguiente se recuperó y volvió el ritmo positivo.
Toledo,
que empezó trabajando como limpiabotas, se convirtió en el primer indígena
presidente de Perú. Gobernó de 2001 a 2006. Pese a sus humildes orígenes,
adoptó una política neoliberal de apoyo el libre comercio. Ahora se encuentra
retenido en California a la espera de que concluya un proceso de extradición
tras haber sido acusado de corrupción por el caso Odebrecht.
Otros
tres expresidentes también resultaron salpicados por las investigaciones
judiciales de ese abultado dossier. Alan García (2006-2011) terminó suicidándose en abril de este año mientras que Ollanta
Humala (2011-2016) pasó 10 meses entre rejas y ahora está esperando la fecha del juicio. El tercero en discordia,
Pedro Pablo Kuczynski (2016-2018), tuvo que dimitir del cargo, asediado por las denuncias.
Sorprendentemente,
en los últimos 20 años la economía de Perú se expandió un promedio del 5%
frente al 2,7% regional. Y eso se produjo independientemente de la ideología de
los dirigentes. La pobreza se redujo 30 puntos porcentuales entre 2005 y 2018,
al pasar del 52% al 21%, una de las más bajas de América Latina.
En
2007, incluso, el crecimiento alcanzó el 8,9%, el más alto registrado en la
región. En 2008 se situó en el 9,7%. La crisis global menguó la cifra en 2009
hasta el 0,9%, pero en 2010 recuperó su fuerza, con el 8,9%. En los últimos
ejercicios la cifra está sufriendo una paulatina ralentización, pero se
mantiene cerca del 3%, por encima de sus vecinos más próximos.
Los
recientes zarandeos políticos tampoco afectarán demasiado la marcha de la
economía. La última crisis institucional entre los poderes ejecutivo y
legislativo, ocurrida hace apenas unos días, llegó a provocar que, durante unas
horas, Perú tuviera dos presidentes, pero eso no ha sido suficiente como para
alterar el rumbo fijado.
Entonces, ¿a
qué se debe el milagro peruano?
A
la existencia de un difícil equilibrio macroeconómico, tanto en el plano
monetario como en el fiscal, una circunstancia que ha dado mucha firmeza a los
cimientos de la economía nacional. El banco emisor peruano es fuerte y
autónomo, y promueve sin interferencias unos niveles de inflación bajos y una
gran estabilidad cambiaria.
Con
estos buenos indicadores, la economía aguanta lo que le echen. Este equilibrio
macroeconómico es respetado por todas las fuerzas políticas peruanas,
independientemente de su ideología. Ese delicado contrapeso se ha convertido en
la piedra angular de un consenso implícito. Nadie se ha atrevido a aumentar
el gasto público ni a discutir la firma de nuevos convenios
comerciales internacionales que contribuyen al fomento de la inversión
extranjera, sobre todo, en el potente sector de la extracción de recursos
mineros.
FUENTE:
Por Francisco Herranz
https://mundo.sputniknews.com/firmas/201910081088914078-a-que-se-debe-el-milagro-economico-peruano/