Llegaron a Lima los cuerpos de los dos policías asesinados en Pómac.
(fuente diario Peru 21)
(fuente diario Peru 21)
Unos francotiradores les dispararon con fusiles AKM cuando intentaban sacar del lugar a unos invasores. Los agentes entraron desarmados pese a las advertencias de que los usurpadores tenían armas.
Los cadáveres fueron escoltados por una caravana de 15 vehículos hasta el velatorio de la Policía Nacional. (América TV)
Los cadáveres fueron escoltados por una caravana de 15 vehículos hasta el velatorio de la Policía Nacional. (América TV)
Los cuerpos de los suboficiales asesinados durante el desalojo de los invasores del Santuario Histórico Bosque de Pómac, en Ferreñafe, llegaron a Lima esta madrugada.
Los enfrentamientos de ayer tuvieron trágicas consecuencias. Pese a que las autoridades sabían que los usurpadores, apoyados por ronderos de la zona, contaban con bombas caseras y con armas de fuego para defender sus viviendas “con su vida” – como afirmaron a Perú.21 –, no se tomaron las medidas necesarias para evitar una desgracia. Por ello, dos agentes perdieron la vida durante la intervención en el lugar.
Según se informó, los policías, armados solo con escudos, cachiporras y lanzadores de bombas lacrimógenas, fueron abatidos por una ráfaga de tiros realizados con fusiles AKM, armamento de guerra con que los invasores atacaron al contingente policial – de unos 1,500 efectivos – que tenía como objetivo sacarlos del área que ocupaban ilegalmente.
En medio del tiroteo, el suboficial Fernando Hidalgo Ibarra recibió un impacto de bala en el abdomen y, cuando su compañero Carlos Peralta Padilla lo rescataba, este fue alcanzado en la cabeza por un proyectil calibre 72.6 mm, falleciendo al instante.
Otros cuatro miembros del orden también resultaron heridos de bala. El más grave es el suboficial Percy Tarija Guzmán, quien recibió un balazo en el ojo izquierdo y otro en el brazo derecho, y es atendido en la clínica Pacífico de la ciudad de Chiclayo.
Perú.21 estuvo presente en el lugar de los hechos y pudo observar que el autor de los disparos fue un sujeto vestido con traje militar y boina negra, quien tras el ataque se internó en las chacras para celebrar su crimen.
Minutos después, ingresaron al lugar dos tanquetas con policías armados con fusiles AKM y G3. En cuestión de minutos, este grupo tomó el control en Palería II. Las familias fueron obligadas a desalojar el lugar y, horas más tarde, las casas fueron demolidas por completo.
La fiscal de Prevención del Delito de Chiclayo, Noemí Solis, estuvo presente en la zona y dijo que fue un error que la Policía ingresara desarmada. “Parece que no hubo Inteligencia, pues lo que se demostró fue una falta de conocimiento del terreno”, manifestó indignada.
El Ministerio del Interior informó que, durante el operativo, 22 invasores fueron detenidos. Dos de ellos habrían dado positivo en las pruebas de absorción atómica, por lo que serían los principales sospechosos de haber disparado contra los agentes.
El jefe de la Segunda Dirección Territorial de la Policía de Chiclayo, José Ubaldo, que tuvo a su cargo la operación, admitió que el desalojo se le fue de las manos. “Asumiré mi responsabilidad. Pondré mi cargo a disposición y me someteré a una investigación para que se conozca lo que pasó en Pomac”, dijo.
RESPONSABILIDAD.
El ministro del Interior, Remigio Hernani, confirmó que los efectivos no estaban armados. Sin embargo, señaló que el operativo se ejecutó siguiendo un mandato judicial y con la planificación correspondiente. “La intervención fue coordinada pero, lamentablemente, hubo francotiradores que utilizaron armamento de largo alcance y que han dado muerte a los agentes. La Policía no iba a una guerra, sino a un desalojo pacífico”, expresó.
Sin embargo, la fiscal provincial de Ferreñafe, Elvira Rojas – quien ordenó el operativo de desalojo –, aclaró que la responsabilidad de los hechos es de la Policía, pues intervino pese a que se sabía de las acciones violentas que habían planificado los invasores.
Cabe señalar que, según fuentes locales, esta advertencia también fue hecha por el gobierno regional, que alertó que ronderos de la zona habían facilitado armas a los usurpadores.
Por su parte, Nelly Saldarriaga, presidenta regional de Lambayeque, aclaró que desde 2005 se les ha asignado a los invasores un terreno en Mórrope para que se instalen allí. “No obstante, ellos se niegan”, acotó.
Al cierre de esta edición, se supo que la mayor parte del santuario de Pómac ya estaba en manos de la Policía y que hoy se llevaría a cabo otro operativo para completar el desalojo.
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