Perú: Francisco Sagasti: “No es necesario escoger entre economía y salud”
| ENTREVISTA
El
presidente de la República habló con El Comercio sobre las vacunas chinas, los
conflictos imprevistos y los tres proyectos con los que quiere acabar su
mandato. A continuación, la primera parte de la entrevista.
Francisco Sagasti asumió la presidencia en noviembre del 2020, tras la renuncia de Manuel Merino. (Foto: Alessandro Currarino/ GEC)
Por
Cecilia Rosales (editora de Política), Fernando Vivas (periodista) y Ariana
Lira (periodista)
La
cita fue en la vieja casa de El Comercio, a pocas cuadras de Palacio de
Gobierno. El director del Diario, Juan
Aurelio Arévalo Miró Quesada, recibió al presidente Francisco
Sagasti mientras –obligado por la pandemia– le tomaban la temperatura.
Al presidente le acaban de tomar una prueba a raíz del contagio del ministro de Ambiente, Gabriel Quijandría,
con quien se reunió en el Consejo de Ministros el miércoles pasado. “Como soy
muy negativo, me salió negativa”, bromeó sobre la alarma sanitaria que cundió
en Palacio. Antes de empezar la entrevista, recordó haber paseado cuando era
muy joven en este local, pues tanto su madre, Elsa Hochhaüsler, como su padre,
Francisco Sagasti Miller, trabajaron en la redacción cincuentera del periódico.
Dejamos la nostalgia para pasar a la coyuntura.
—Cecilia
Rosales [CR]: ¿Usted se va a poner la vacuna que viene en las próximas
semanas al Perú?
Sí,
cuando sea necesario, no tengo ningún problema. He sido vacunado desde chico y
estoy acostumbrado. Y esta vacuna china es una de las vacunas tradicionales que
se hace con un virus atenuado, como tenemos desde 1793, si mal no recuerdo, con
la primera experiencia de la vacuna, en una larga historia de vacunas como
estas, que son perfectamente seguras.
—CR:
¿Qué va a hacer el gobierno frente al discurso antivacunas que parece crecer en
el país?
Lo
que vamos hacer, con la colaboración de todos los medios de comunicación, son
campañas para informar que las vacunas son seguras, son necesarias, no
solamente para nosotros mismos y las personas que nos rodean, sino para toda la
ciudadanía. Vacunarse no es solamente algo de precaución personal, sino que es
una responsabilidad social.
—Fernando
Vivas [FV]: ¿Usted ha participado personalmente para reforzar las
negociaciones de la vacuna? Porque eso podría implicar que, de pronto, hay
alguna relación que va más allá de lo comercial con el Gobierno Chino.
El
presidente participa a nivel del componente político. No tengo ningún problema
en decir que tuve la oportunidad de dirigirle una carta al presidente Xi
Jinping y recibimos una respuesta muy amable. Por lo tanto, hay toda una buena
voluntad. Y en esto hay que ser muy claros: yo reconozco el enorme esfuerzo que
ha hecho el equipo de negociación, y lo que hemos podido hacer desde que
estamos en el gobierno es darle una orientación, escucharlos en mayor detalle,
influir en algunos temas específicos de negociación, mantener las relaciones
abiertas. Y la tarea del presidente es básicamente esa. La negociación del día
a día la maneja la cancillería, la maneja el Ministerio de Salud, por supuesto
informando al presidente de manera continua. El presidente da la orientación
política y el apoyo que se requiere.
—FV:
En el caso de Pfizer trascendió que había unas cláusulas abusivas que
implicaban problemas para la soberanía del Perú. ¿Usted estuvo al tanto de esto
y estuvo de acuerdo con que no se firmara el contrato por esta razón?
Uno
tiene que empezar a ver estas cosas de manera serena y tranquila. Yo no usaría
la palabra ‘abusiva’ en el sentido tradicional. Uno tiene que entender cuál es
la situación de la empresa farmacéutica con la que se está negociando y por qué
hace las cosas. La mayoría de las empresas farmacéuticas tienen que tomar
precauciones contra cualquier juicio en contra por un efecto secundario que
pueda derivarse de la vacuna. Nosotros estamos en una situación especial. Nunca
en la historia se había desarrollado una vacuna que va a emplearse masivamente
en menos de un año, las vacunas toman entre cinco y diez años en desarrollarse,
porque hay una serie de pasos establecidos según los cuales se espera uno o dos
años para ver si surge algún efecto secundario. Pero esta es una situación de
emergencia. Lo que están haciendo las empresas es acelerar el proceso. Eso ha
obligado a comprimir los tiempos y, ciertamente, no hay los dos o tres años que
uno espera para ver si algún efecto secundario. Las empresas quieren protegerse
contra eso. Si uno entiende la lógica de ello, uno sabe por qué lo hace y hasta
dónde puede uno ceder o no. En el caso de Pfizer, simplemente el tipo de
condiciones que planteaba, no solamente a nosotros, sino a otros países, nos
parecían excesivas e innecesarias.
—CR:
En estos momentos se está hablando ya de un rebrote. Si tuviera que elegir
entre economía y salud, ¿Cuál será su decisión?
No
es necesario escoger entre economía y salud, en primer lugar. Lo que sí estamos
haciendo es una cosa que nos ha tomado un poco de tiempo, y se lo voy a decir
con toda claridad. Cuando comenzamos a ver este tema del rebrote, una de las
preocupaciones era saber qué tipo de medidas podemos poner en práctica.
Entonces, escuché a todos los ministros y les dije: “Por favor, salgan un rato
de la reunión del Gabinete y, en tres o cuatro horas, nos traen las lecciones
aprendidas durante los meses de pandemia: qué cosa ha funcionado y qué no. Lo
que quiero es que se pongan de acuerdo y nos digan qué es lo que nos proponen
como opciones”.
—CR:
¿Y qué le propusieron?
En
primer lugar, construir una serie de cinco o seis indicadores de carácter de
salud. Por ejemplo, el número de infectados, el número de camas UCI, todos los
temas que ya conocemos, pero no a nivel nacional, sino a nivel regional.
Segundo, cuáles son los indicadores de actividad económica. Una cosa
cualitativa pero muy importante es cuál es el grado de informalidad que se
produce en una zona. Porque si tenemos cierto grado de informalidad, esas
personas van a tener que salir todos los días. Entonces, ahí hay que pensar en
algo diferente. Resumiendo, lo que estamos haciendo es juntar indicadores
económicos, indicadores sociales, indicadores de salud y clasificando a las
regiones de acuerdo al grado de peligrosidad que representan. Las medidas que
se toman tienen que ver con cada uno de esos temas, y se van a anunciar muy
pronto.
—Ariana
Lira [AL]: ¿Estas medidas incluyen un posible retorno a una cuarentena?
El
retorno de la cuarentena es una opción extrema, todavía. Pero vamos a ver un
tema interesante: cómo es que tomamos decisiones sobre esto. Lo que estamos
preparando y vamos a ofrecerle a la ciudadanía va a ser totalmente transparente
para que tenga una idea de cómo es que se toman decisiones, no porque se le
ocurren al presidente o a la ministra, sino porque hemos examinado la
evidencia, la hemos procesado y tomamos decisiones que vamos a comunicar a la
ciudadanía.
—AL:
Pero no se descarta, entonces, por el momento, un eventual retorno a una
cuarentena.
Si
volvemos a una situación terrible como la que tuvimos en mayo o junio del año
pasado, que teníamos una pendiente y llegamos al nivel más alto de
infectados... Pero yo confío en que eso no va a suceder. En gran medida, no
depende solo de lo que hagamos en el Gobierno, depende de lo que hagamos todos
nosotros. Ya se tiene un consenso muy amplio en que el principal factor de
transmisión es el comportamiento humano. Eso está claro en todas partes.
—CR:
Existe una percepción de que al Gobierno le falta liderazgo al momento de la
ejecución.
Yo
creo que tiene usted razón en que es una percepción, pero no es una realidad,
por lo menos en mi gobierno. Las decisiones se toman en el momento en que hay
que tomarlas y muy rápidamente. Tenemos una ministra de Salud que sabe cómo
tomar decisiones rápidamente.
Fuente: https://elcomercio.pe/politica/gobierno/francisco-sagasti-el-retorno-a-la-cuarentena-es-una-opcion-extrema-entrevista-noticia/
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