'Pishtaco' demonio

Huacapallac Huanuco pobladores temen represalias de los “pishtacos”

(20/11/2009 FUENTE AMERICA NOTICIAS- PERU)

En Huallapac Huanuco lugar donde habrían operado los “pishtacos” la población guarda silencio por temor a represalias.

http://www.youtube.com/watch?v=8cwJrsRcIcY&feature=channel

'Pishtaco' demonio

(FUENTE: "LA SEÑO MARIA" DIARIO "EL TROME" - PERÚ)

El fotógrafo Gary llegó por una causa de camarones, un lomo saltado montado y una manzanilla. "María, las terribles historias de los sanguinarios 'pishtacos' han llenado de horror a millones de niños nacidos en el Ande, durante siglos.

La mayoría creíamos que se trataba de historias legendarias sin asidero real, surgidas incluso en la época Prehispánica, en la que esos seres demoníacos eran vistos como sicarios mandados por etnias rivales para diezmar a sus enemigos.

En el siglo pasado, la leyenda decía que los 'pishtacos' eran tipos altos, fornidos, de ojos claros, con barba, ataviados con sombrero negro, capa, látigo y una especie de hoz grande y filuda con la que degollaban a sus víctimas, casi siempre viajeros, a los que esperaban, montados sobre un impresionante caballo, en caminos oscuros y apartados de la serranía.

En un viaje que hice a Huancavelica hace más de 25 años, cuando era un chiquillo y me impresionaba de todo, asistí absorto y lleno de miedo a una reunión nocturna donde una tía mayor, a la luz de unas lúgubres velas, contaba a sus hermanos, sobrinos y algunos vecinos, que la escuchaban muy serios, historias formidables sobre cómo esos terribles seres habían desaparecido a fulanito de tal, a quien no se veía hace ya dos años.

O cómo un vecino escapó de milagro al ataque de un 'pishtaco', pero había quedado inválido de por vida al saltar a un precipicio para que no le corte la cabeza y evitar así que haga chicharrón con su carne y se la coma, mientras extraía la grasa del resto del cuerpo colgado de los pies.

Grasa 'finísima' que se vendía en miles de dólares como aceite de máquinas muy avanzadas, para hacer jabones caros o los gringos de la NASA la usen para sus cohetes. Por eso recuerdo que en los pueblitos de la sierra, cualquier extraño alto y blancón era mirado con desconfianza por los mayores, y con mucho miedo por los más chicos.

También se decía que los 'pishtacos' mataban personas para vender sus cadáveres a los ingenieros o capataces de construcciones como puentes, por ejemplo, quienes colocaban al muertito de pie en las bases de esa obra para que no se caiga, pues el cuerpo humano 'es más resistente que el acero'.

El mismo Vargas Llosa habla mucho de los 'pishtacos' o 'nakaq' en 'Lituma en los Andes'. Hasta ahí creíamos, o por lo menos yo creía, que solo eran historias. Pero la reciente captura de un grupo de asesinos que mataba a humildes personas en la sierra, a las que degollaban para sacarles la grasa y venderla a las industrias, confirma que esos relatos increíbles no eran cuento.

La realidad, una vez más, superó a la ficción. ¡Y en pleno siglo XXI!" Pucha, qué tales historias. ¡Qué miedo! Me voy asustada, cuídense.