Katiuskha y
Roberto se juraron amor eterno, a costa de los fondos públicos de la alcaldía
MAL DE AMORES. La pareja vivió a todo trapo con fondos públicos de la alcaldía. |
DINERO AJENO. Poco después de dejar el cargo de
jefa de archivo de la alcaldía del distrito chiclayano de José Leonardo Ortiz,
las autoridades descubrieron que Katiuskha Del Castillo había comprado
propiedades a precio subvaluado a funcionarios que estaban al mando de su
amante Roberto Torres. Ganaba solamente 1.200 soles que no justificaban la
adquisición de dos inmuebles y un vehículo del año. El dinero para dichos
gastos no podía ser otro que el desviado de las arcas de la municipalidad
provincial de Chiclayo.
El dinero que amasó no será
suficiente para pagar la factura que le extenderá la justicia. El amor
desmedido que el alcalde chiclayano Roberto Torres Gonzales profesaba a su
joven novia Katiuskha Del Castillo Muro lo indujo a cometer más de una locura
sin medir las consecuencias.
Las autoridades anticorrupción
alegan que Torres no tuvo reparos en echar mano de los fondos públicos para
satisfacer los caprichos de Katiuskha, de sus padres y de sus cinco hermanos,
que aprovecharon a todo trapo la relación amorosa con el burgomaestre
provincial de Chiclayo.
Ahora se sabe que Katiuskha alentó a
su pareja Roberto Torres para que se lanzara a la primera y segunda reelección
con la ambición de mantener el tren de vida que había alcanzado desde que se
hizo pareja del alcalde en 2008, muy poco después de haber iniciado su mandato.
Entre 2006 y 2014, la alcaldía provincial de Chiclayo recibió 380,8 millones de
soles en fondos públicos. La de Chiclayo es una de las alcaldías del norte del
país que más recursos maneja.
Con ese dinero el alcalde Torres pagó todas las exigencias de su novia
veinteañera por cuyo amor desproporcionado ahora está en la cárcel.
En julio del 2011, un grupo de
vecinos de la urbanización Santa Victoria, en Chiclayo, denunció que entre el 4
y 6 de ese mes, un camión del Servicio de Administración Tributaria de Chiclayo
(SATCH) y un vehículo de serenazgo del municipio chiclayano habían sido puestos
al servicio de Katiuskha Del Castillo.
CONTIGO APRENDÍ
En esos días los vehículos del
municipio llegaron alrededor de las 9 de la noche con personal municipal para
transportar las pertenencias de Katiuskha del departamento que le había
alquilado su novio el alcalde en la calle Las Jacarandás 250, en la
urbanización Santa Victoria, en Chiclayo. La mudanza se dirigió al edificio
valorizado en un millón de dólares que Roberto Torres le regaló a la
muchacha, en la calle César Vallejo, en urbanización El Abogado. El camión del
SATCH llevaba las pertenencias y el auto de serenazgo lo escoltaba.
Por este caso hubo una investigación
fiscal contra el alcalde Torres que encontró evidencias de responsabilidad
penal por el delito de peculado de uso, ya que personalmente autorizó que los
vehículos hicieran la mudanza. Torres, por supuesto, en esa época todavía
poderoso, minimizó los hechos y dijo que los responsables eran sus subalternos
y que no había pruebas contra él.
El entonces jefe del SATCH, César
Regalado, actualmente preso, también se lavó las manos con el mismo argumento
de que no sabía nada. Katiuskha simplemente ignoró las acusaciones. Ese era su
estilo. El escándalo no la molestaba.
Sin embargo, se abrió proceso
judicial contra el alcalde Torres y otros funcionarios. “Hasta el momento de
esa investigación no se sabía que la propiedad adonde se llevaron las pertenencias
estaba a nombre de Katiuskha Del Castillo. En un principio se creía que se
trataba de un inmueble alquilado. Que la propiedad era de ella se supo a partir
de las detenciones. Lo que sí quedó acreditado es que se utilizaron vehículos
municipales en beneficio de Katiuskha Del Castillo”, dijo el procurador
anticorrupción de Chiclayo, Manuel Benavente.
En el municipio chiclayano nada se
movía sin la aprobación de Roberto Torres.
TE QUIERO PORQUE TE QUIERO
La primera audiencia del juicio se
programa el 17 de septiembre de este año, pero el alcalde presentó un
certificado que supuestamente acreditaba que estaba enfermo. Era una
triquiñuela. Al día siguiente, Torres reapareció en plena campaña por su
segunda reelección sin mostrar ningún signo de enfermedad.
La pareja era adicta a los
escándalos.
En enero del 2011, Katiuskha Del
Castillo entró a trabajar como jefa de archivo del municipio distrital José
Leonardo Ortiz, nombrada por el alcalde Raúl Cieza Vásquez. A cambio, Raúl
Torres designó como subgerente de su administración a Filiberto Cieza Vásquez,
sin cumplir con los requisitos que manda la norma. Lo que había pasado era que
el alcalde Torres buscaba un trabajo con qué entretener a su novia, y como no
podía emplearla en Chiclayo, le pidió a su colega el favor y a cambio recluto
al hermano de este.
Filiberto Cieza no tenía ninguna
profesión que avalara su designación como funcionario en la municipalidad de
Chiclayo. La Fiscalía al conocer el hecho denunció que hubo un caso de cambio
de favores entre ambos alcaldes. Actualmente existe una acusación fiscal por el
delito de patrocinio ilegal. Ante la Fiscalía, Katiuskha Del Castillo optó por
guardar silencio y su pareja, el alcalde, señaló que Filiberto Cieza fue
contratado porque cumplía con los requisitos solicitados en el concurso público
que realizó el municipio para ocupar la plaza. Sin embargo, la existencia del
concurso no pudo ser acreditado ante las autoridades.
“El caso está en etapa intermedia.
El fiscal Carlos Cáceres Cabrejos, de la Segunda Fiscalía Penal de Chiclayo,
formuló acusación contra los alcaldes, y también contra Filiberto Cieza y
Katiuskha Del Castillo, por patrocinio ilegal. Lo que queda es esperar la
decisión de la jueza Cecilia Acosta, la misma que dictó prisión preventiva
contra Roberto Torres para dar paso al juicio oral”, explicó el procurador
anticorrupción.
Pero el cargo de jefa de archivo
municipal en José Leonardo Ortiz le trajo problemas a Katiuskha dos años
después de abandonar la alcaldía.
USTED ES LA CULPABLE
En marzo del 2014, la Procuraduría
Anticorrupción de Chiclayo la denunció ante el Ministerio Público por el delito
de enriquecimiento ilícito. El procurador acusaba a la joven de haber adquirido
dos bienes valorizados en 15 mil dólares durante los años 2011 y 2012, tiempo
en el que ejerció el cargo de jefa de archivo, a pesar de que sus
ingresos percibidos como servidora pública no le permitirían adquirir dichos
bienes. Katiuska ingresó ganando 1.100 soles y a su salida percibía 1.300 soles
mensuales.
Fue el 10 de mayo del 2011, cuatro
meses después de ocupar el cargo, que Katiuskha adquirió un carro Chevrolet
rojo por 3 mil dólares, que le fue vendido por César Regalado Rodríguez, el hoy
preso gerente municipal de Chiclayo. El carro a todas luces estaba subvaluado.
César Regalado había adquirido el vehículo el 13 de enero del 2011, cuatro
meses antes, a la suma de 30 mil 240 soles.
La situación empeoró cuando las
autoridades descubrieron que el 15 de noviembre del 2012, Del Castillo adquirió
un inmueble ubicado en la urbanización La Florida por la suma de 12 mil
dólares, que le fue vendido por otro integrante del municipio de Chiclayo, el
presidente del directorio de la Entidad Prestadora de Servicio de Saneamiento
de Lambayeque (Epsel), Percy Quesquén Díaz.
La Tercera Fiscalía Provincial Penal
de Chiclayo, a cargo del fiscal Sergio Zapata Orozco, tomó el caso y lo envió a
Lima para que sea visto en la Fiscalía de la Nación como lo estipula la ley
cuando un funcionario del Estado comete el delito de enriquecimiento ilícito.
Amarse a costa de los fondos públicos sale caro.
Novia tenía una red de familiares en
alcaldía
Para solventar los gastos requeridos
por Katiuskha y su familia, Roberto Torres Gonzales, cometió una serie de
delitos como peculado, asociación ilícita para delinquir, lavado de activos,
contra la administración pública y otros en agravio del Estado.
Mientras Roberto Torres
mantuvo una relación sentimental con Katiuskha Del Castillo Muro, su
madre, Norma Muro y sus familiares fueron favorecidos con puestos de trabajo.
Ninguno tenía mérito para justificar la contratación.
Fue un ex funcionario de Epsel Carlos
Canales Guevara, quien denunció a funcionarios de la Municipalidad Provincial
de Chiclayo que le exigían una coima a cambio de que le aprobaran el pago de
sus beneficios sociales de 45 mil soles.
Las autoridades levantaron el
secreto bancario de las comunicaciones de los implicados y encontraron
evidencias de la existencia de una red de los familiares de Katiuskha en la
alcaldía chiclayana. La red cobraba coimas por licitaciones, autorizaciones de
obras, etc., según las autoridades.
FUENTE:
María Elena Hidalgo - Enviada especial a
Chiclayo.
http://www.larepublica.pe/12-10-2014/katiuskha-y-roberto-se-juraron-amor-eterno-a-costa-de-los-fondos-publicos-de-la-alcaldia
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