Muere Fidel Castro a los 90 años.
Su
funeral será el 4 de diciembre y se han declarado 9 días de duelo nacional
Desde que el 31 de julio de 2006, día en que el secretario del
Comandante en Jefe, Carlos Valenciaga, anunciara que entregaba el poder en su hermano Raúl Castro,
la muerte de Fidel Castro era la noticia que cada cierto tiempo
sobrevolaba el mundo. Una década después se ha hecho realidad. El líder cubano
Fidel Castro ha muerto a los 90 años de edad. Su hermano, el presidente Raúl Castro,
en un comunicado de tan sólo seis líneas y poco más de un minuto en la
televisión estatal, ha sido el encargado de anunciarlo.
"Con profundo
dolor comparezco para informarle a nuestro pueblo, a los amigos de nuestra
América y del mundo que hoy 25 de noviembre del 2016, a las 22.29 horas de la
noche falleció el comandante en jefe
de la Revolución cubana Fidel
Castro Ruz", indicó Raúl Castro visiblemente
emocionado.
La comisión
organizadora de los funerales ha anunciado que se celebrarán el 4 de diciembre
en Santiago de Cuba. A lo largo esta semana, las cenizas del ex
mandatario, que previsiblemente será incinerado mañana, recorrerán el país
durante cuatro días. El Gobierno de la isla ya ha anunciado que se guardará 9 días de duelo nacional en el que "cesarán las
actividades y espectáculos públicos, ondeará la bandera nacional a media asta
en los edificios públicos y establecimientos militares".
Anuncio de Rául Castro
"Querido pueblo de Cuba
Con profundo dolor comparezco para informar a
nuestro pueblo, a los amigos de nuestra América y del mundo que hoy 25 de
noviembre del 2016 a las 22.29 horas de la noche falleció el Comandante en Jefe
de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz.
En cumplimiento de la voluntad expresa del
compañero Fidel sus restos serán cremados en las primeras horas de mañana
sábado 26.
La comisión organizadora de los funerales brindará
una información detallada sobre el homenaje póstumo que se le tributará al
fundador de la Revolución Cubana. ¡Hasta la victoria! ¡Siempre!"
Casualidad, coincidencia o intención, Fidel ha hecho historia
también con su muerte. El líder de la revolución cubana moría el mismo día en
el que se celebraba el 60º
aniversario de la partida del Granma hacia Cuba, el yate con el
que Fidel y un grupo de exiliados cubanos desembarcaron en la isla el 2 de
diciembre de 1956 marcando el inicio de las luchas guerrilleras, que
culminarían con el triunfo de la Revolución Cubana, el 1 de enero de 1959.
Fue una lluviosa madrugada del 25
de noviembre de 1956 cuando
el yate comenzó a navegar por las aguas del río Tuxpan, en México. Sigiloso,
pues debía burlar la vigilancia de la marina mexicana, consiguieron llegar a
mar abierto. El primer paso estaba hecho. Cantaron el Himno Nacional de Cuba,
encendieron las luces, la
Revolución estaba en marcha. 60 años después de aquella partida
histórica, Fidel lo ha vuelto a hacer, transformando el 25 de noviembre en una
fecha histórica que ya nadie olvidará.
Su muerte, aunque
medio la esperaba, ha pillado en pijama a la mayoría de los cubanos. Marco
Antonio Díaz, de 20 años, contó que estaba en una fiesta en La Habana cuando,
de repente, detuvieron la música para dar a conocer la noticia. La celebración
terminó abruptamente. "Regresé a casa y desperté a todo mundo: Murió
Fidel. Mi mamá quedó pasmada", contó a la AFP este trabajador de un
lavacoches.
En España, en la
Embajada cubana en Madrid, se encuentran "destrozados y en estado de
shock". "Ahora
lo más importante es difundir el mensaje del presidente Raúl Castro",
han asegurado a EL MUNDO.
"Yo nací con esta
revolución y de verdad que tengo tristeza, porque él fue un hombre único, con
sus defectos, con sus virtudes. Es
una pérdida grande y es un hombre que no lo van a olvidar nunca ni los amigos
ni los enemigos", declaró Micaela Consuegra, una
barrendera de 55 años.
Las
últimas imágenes de Fidel Castro son del pasado 15 de noviembre,
cuando recibió en su residencia al presidente de Vietnam, Tran Dai Quang; y la última vez que se le vio en un
acto público fue el pasado 13 de agosto, con motivo de su 90 cumpleaños en un
acto en el teatro Karl Marx de La Habana.
En
esa ocasión se vio a Castro con un aspecto frágil,
vestido con un chándal blanco y flanqueado por su hermano Raúl y el presidente
de Venezuela, Nicolás Maduro.
Desde
su cumpleaños ha recibido también en su domicilio a otros mandatarios como el
presidente de Irán, Hasán Rohaní; el de
Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa; o los
primeros ministros de Japón, Shinzo Abe; de
China, Li Keqiang, y Argelia, Abdelmalek
Sellal.
En
abril, en el XVII Congreso del Partido Comunista de Cuba, Fidel Castro tambiénreapareció y pronunció un discurso que sonó a despedida y
en el que reafirmó la fortaleza de las ideas de los comunistas.
"A
todos nos llegará nuestro turno, pero quedarán las ideas de los
comunistas cubanos, como prueba de que en este planeta si se trabaja
con fervor y dignidad, se pueden producir los bienes materiales y culturales
que los seres humanos necesitan, y debemos luchar sin tregua para
obtenerlos", afirmó Castro en esa ocasión.
Un padre protector, un tirano
Último
de los grandes protagonistas de la Guerra Fría, Castro instauró un régimen
marxista-leninista a sólo 150 kilómetros de las costas de Estados Unidos, y se
alió con su enemigo acérrimo, la entonces Unión Soviética.
Con
mano de hierro, gobernó 47 años la isla y siguió siendo el máximo guía del
régimen después de que enfermara y entregara el mando a su hermano Raúl, cinco
años menor, el 31 de julio de 2006.
Bajo
su mando, Cuba protagonizó la crisis de los misiles,
se convirtió en santuario de la izquierda latinoamericana,
y envió a sus tropas a África para defender al gobierno izquierdista de Angola
contra las fuerzas del apartheid sudafricano.
Fidel
dirigió los destinos de los cubanos, para unos como un padre protector, para otros como un patrón severo y mesiánico. Bajo su
gobierno nació el 70% de los 11,1 millones de habitantes de la isla.
Sus
críticos le achacan haber forjado un sistema totalitario de partido único, represor de toda disidencia y con un rotundo
fracaso económico. Sus admiradores, en cambio, destacan que elevó los índices de salud de Cuba al nivel de los del primer
mundo, desarrolló la educación, la cultura y el deporte.
En
sus últimos años, Fidel Castro, que reapareció esporádicamente en algunos actos
públicos, se dedicó a analizar cuestiones de índole
internacional como el peligro de una guerra nuclear, el
problema de la alimentación mundial o la crisis del sistema capitalista.
En
ese periodo, los cubanos asumieron su retirada del poder y, más ocupados por resolver el difícil día a día de la isla,
se acostumbraron a vivir sin su tutela directa.
Ahora
se sabrá qué efectos tendrá la desaparición de Fidel Castro en las próximas
páginas de la historia de Cuba, que abrió una nueva etapa tras el deshielo diplomático con Estados Unidos con
Barack Obama, pero que habrá que ver cómo serán las
relaciones entre ambos países a partir de enero con Donald Trump en
la Casa Blanca.
Simplemente Fidel
De
emblemática barba y uniforme verde olivo, el "Comandante en Jefe",
llamado simplemente Fidel por los cubanos, fue un líder de personalidad aplastante, omnipresente y de discursos maratonianos.
Visto
en los primeros años de enfermedad solo en fotos y videos, en traje deportivo,
Fidel se recuperó y reapareció en público en julio de 2010 en algunos
encuentros académicos sobre temas internacionales, e incluso vistió en
ocasiones de verde olivo, pero sin insignias militares para dejar claro que no
retornaría al gobierno.
Nacido
el 13 de agosto de 1926 en la aldea de Birán (Oriente), hijo de un inmigrante
gallego devenido terrateniente y una cubana humilde, llegó al poder el 1 de
enero de 1959 al derrocar a la dictadura de Fulgencio Batista, tras 25 meses de lucha guerrillera en la Sierra Maestra.
Enfrentó
a 11 presidentes de Estados Unidos, a la invasión de Bahía de Cochinos
organizada por la CIA en 1961, a la crisis de los misiles de 1962, al embargo
impuesto por Washington casi desde el inicio de la Revolución, a la caída del
muro de Berlín y a la desintegración de la Unión Soviética.
Bajo
su gobierno, más de un millón y medio de cubanos abandonaron la isla por
razones políticas y económicas, y se radicaron principalmente en Miami (Estados
Unidos), desde donde los más feroces anticastristas organizaron o apoyaron
conspiraciones y planes de asesinato en su contra, a veces en complicidad con
la CIA.
A
lo largo de 40 años (1958-2000) escapó a 634 complots asesinos,
según escribió Fabián Escalante, ex jefe de inteligencia cubano, en Cubadebate.
FUENTE: http://www.elmundo.es/internacional/2016/11/26/58391e2522601d856a8b45e8.html
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