Retiros
de Ayahuasca: Una moda que crece en el mundo.
Aunque es una droga prohibida, muchas personas
pagan hasta $ 2500 por día para "desintoxicarse" con esta sustancia
La
Ayahuasca es una polémica sustancia conocida en todo el mundo con diferentes
acepciones: algunos la consideran una bebida mágica, otros (la ciencia médica)
como una droga peligrosa y, una interpretación social más nueva, como un
componente alucinógeno natural muy eficaz para aliviar padecimientos psíquicos
y neurosis. Lo cierto es que en los últimos tiempos, los “retiros espirituales”
donde se mezcla esta droga (prohibida en la Argentina) con terapias
alternativas está de moda en muchos círculos de clase media.
La
historia de este brebaje ancestral utilizado como medicina en los pueblos
indígenas del Amazonas y otras regiones de América del Sur tiene unos 4000
años. También conocida como “yagé”, la Ayahuasca es un compuesto que combina
dos plantas: la Banisteriopsis caapi y la Psychotria viridis. Su sabor es
amargo, su consistencia es similar a la de un jarabe y su ingesta produce un
estado modificado de la conciencia. En los cincuenta, el escritor
norteamericano William S. Burroughs escribió mucho sobre este alucinógeno y su
poder extrasensorial.
Pero
la historia moderna del Ayahuasca (o al menos la que los fanáticos porteños
mejor conocen) empezó en 2001. Ese año Alberto José Varela, un empresario
argentino radicado en España, creó Ayahuasca Internacional: “El más grande
entorno virtual de información, comunicación y conexión entre personas de todo
el mundo interesadas en la Ayahuasca y que ya han tenido la experiencia”, según
define en su página web. La administración y la organización logística de
Ayahuasca Internacional depende de Inner Mastery International una empresa con
sede en Madrid, España, que fue constituida legalmente en 2013 y que se dedica
a organizar retiros en varios países de Latinoamérica y Europa. Actualmente,
más de 30.000 personas accedieron a sus servicios.
Varela
conoció la Ayahuasca en Colombia. Su hijo de 16 años estaba metido en las
drogas y llevaba una vida “muy desordenada”, asegura.
“Padre
de un adolescente preocupado, lo llevé a Colombia y tomó Ayahuasca con un
chamán y conmigo. A partir de ese momento su vida cambió de una manera
increíble”, dijo a LA NACION. Cuando Varela vio los resultados de la Ayahuasca
en su propio hijo decidió ponerse a investigar. “Nunca pensé que iba a trabajar
con la Ayahuasca, simplemente era un curioso de las terapias alternativas.
“Tenía
un centro de terapia en Madrid y me interesaba mucho ver de qué manera se podía
ayudar a la gente de una forma más rápida, más efectiva. Y me di cuenta de que
era la técnica por excelencia para poder ayudar a salir a las personas de sus
problemas”, agregó.
“Nosotros
no hacemos rituales ni ceremonias -comentó-. Hemos descontextualizado el
trabajo de la Ayahuasca fuera de la selva y la hemos llevado a Occidente, para
facilitarla en otro entorno”.Varela asegura que hay dos tipos de público bien
definidos que participan de los retiros: “Cuadros relacionados con depresión,
angustia, ansiedad. Viene gente que está demasiado metida en la realidad, en su
profesión, en su trabajo, en sus emociones, en sus familias. Que está muy agobiada
en la vida diaria y no sabe qué hacer con eso. Para estos cuadros neuróticos la
Ayahuasca es una maravilla”.
Fuente:
El Comercio
http://diariouno.pe/2017/06/24/retiros-de-ayahuasca-una-moda-que-crece-en-el-mundo/
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