Benedicto Jiménez: "El terrorista no cambia"
Dice que
el gobierno debe seguir, vigilar y mandar a la cárcel a dirigentes del Movadef.
Benedicto Jimenez, lider del GEIN |
Quién mejor que
él para recordar todo el daño que Sendero Luminoso le
hizo al país. Benedicto Jiménez, el líder del Grupo Especial de Inteligencia (GEIN) que logró cazar a Abimael Guzmán, habla claro. El “Cazador” o
“Sheriff” se pronuncia sobre el intento del Movimiento por la Amnistía y Derechos Fundamentales (Movadef)
de penetrar en la sociedad ahora como un partido político.
La captura de Abimael Guzmán cambió la historia del país. ¿Qué
recuerdos tiene sobre la captura del siglo?
Miles. Llegamos
a él después de tres años de trabajo. Antes de que caiga “El cachetón”, como lo
apodamos en la Operación Victoria, habíamos realizado doce operaciones de
inteligencia. Habíamos desbaratado a aparatos importantes. Poco a poco íbamos
capturando a sus dirigentes. Lo cercamos. Y cuando cayó, su estado mayor ya
estaba desarticulado.
¿Es cierto que empiezan a operar tras recibir una carta de una
madre que había “rescatado” a su hijo de Sendero Luminoso?
Con la
información que había en esa carta empezamos a trabajar, porque ahí se había
identificado a “Isa”, una dirigente terrorista, y el teléfono de su casa.
Empezamos a trabajar en esa información. Poco a poco, llegamos a montar las
redes.
El GEIN (Grupo Especial de Inteligencia) nace con muy pocos
recursos…
El comienzo fue
precario, así comienzas las grandes obras. Se empezó con una pequeña oficina
que no media más que 4×2, ubicada en lo que ahora está la Dirincri. Nos
instalamos en el segundo piso y ahí es donde yo comienzo a organizar el GEIN.
Cuatro oficiales y un subalterno que también eran de la Dircote. No teníamos
muchas cosas: un escritorio, dos sillas, una máquina de escribir y una pizarra.
Un vehículo Volkswagen y una camioneta donada. No teníamos nada. Digamos que
teníamos que demostrar los resultados antes de recibir ayuda.
¿Quién los lleva hasta Guzmán?
Cada operación
nos dejaba un rastro. El 1 de julio de 1990 llegamos a una casa en Monterrico,
allí por primera vez descubrimos que Abimael estaba en Lima, todavía no habían
caído los videos de “Sorba, el griego”. En esa casa había un pequeño museo, una
biblioteca, documentos partidarios. Cayeron dos aparatos centrales y ahí
encontramos un papel con contactos y nombres de altos mandos centrales. Y
empezamos a seguir la pista hasta ubicar al camarada “Germán”, quien es el que
nos lleva hasta “El cachetón”.
¿Ellos se enteraban de las caídas?
Sí, hacían un
balance de todo. Estaban enterados de los errores que habían cometido, recuerdo
que a esa operación en Monterrico le pusieron la “Caída de junio” y cambiaban
de estrategia. De esa caída, le echaron la culpa a la camarada “Juana”, que era
quien manejaba esa casa. Ella cayó detenida. Pero la culpa realmente la tuvo el
camarada “David”, un ingeniero que comenzamos a seguir casi cuando empezamos la
operación “Isa”.
¿Pensaban encontrar a Guzmán en una zona de clase media de Lima?
El conocimiento
de Sendero Luminoso fue gradual, poco a poco las operaciones nos iban dando
luces. No conocíamos el “modus vivendi” de Sendero, no sabíamos nada. Teníamos
un perfil equivocado del terrorista, pensábamos que estaban en Canto Grande,
Villa El Salvador, y hacíamos rastrillaje por esas zonas, pero la dirigencia
vivía bien, en lugares resguardados, incluso, por soldados, sin que ellos
supieran. Porque en Monterrico, donde hacían reuniones partidarias, estaban
rodeados de militares. Ellos habían estudiado a las fuerzas del orden, por eso
optaron por vivir en las zonas residenciales.
Cuando cae Abimael se le encontró flanqueado por Elena
Iparraguirre, Laura Zambrano, Maritza Garrido y otra terrorista, ¿por qué
siempre rodeado de mujeres?
Las mujeres,
dentro de los maoístas, adquieren un rol preponderante. Ellos le dan poder. En
Sendero, las mujeres asumían roles de mandos políticos y eran líderes. Piensan
que como las mujeres peruanas siempre han estado relegadas durante muchos años,
ellas se desenvuelven con creces. Por eso, las mujeres eran dirigentes. Eran las
más decididas, disciplinarias y fuertes. Dicen que las mujeres cuando se
entregan a una pasión, se entregan íntegramente. Eso es lo que pasó con Myriam
(Elena Iparraguirre), era casada, tenía dos hijos y dejó todo por seguir a
Guzmán.
La relación de Abimael y Myriam empieza cuando Nora, la primera
esposa del cabecilla terrorista, estaba viva
Estaban los
tres.
¿De qué murió Nora?
Se deduce del
discurso que da Guzmán… En el discurso fúnebre dijo que prefirió quitarse la
vida, antes de levantar el puño contra el partido. Se suicidó.
¿Qué tipos de disfraces se usó en la Operación Victoria?
Vendedores de
periódicos, jardineros y basureros. El disfraz y la cubierta son dos cosas que
se aplicaron mucho. El disfraz es una cosa y la cubierta es justificar el
disfraz. Si vistes como jardinero, tienes que ser un jardinero. Porque el
terrorista también era muy observador. En una de las operaciones, en San Martín
de Porres, pusimos a uno de los agentes de heladero, dos terroristas se le
acercaron a comprar, pero se fijaron en el reloj del supuesto heladero que era
demasiado costoso. Ellos salieron corriendo y aunque los agarramos, se dedujo
que el disfraz era deficiente.
¿Maritza Garrido Lecca era muy hábil y suspicaz?
Era muy
cuidadosa. Separaba la basura, porque ya tenía experiencia de otro operativo.
Muchas cosas las quemaba y otras las botaba. Su pareja, Carlos Incháustegui,
todos los días recorría 10 cuadras a la redonda para ver si había algún
movimiento y luego lo apuntaba todo. “Peinaba” la zona desde las 7 hasta las 9
de la mañana, por eso es que nuestra gente estaba más allá de ese radio.
Tras tanto tiempo de vigilancia, ¿cómo comprobaron que Abimael
todavía estaba en la casa de Surquillo?
Una noche
salieron Maritza y Carlos, y la vigilancia fija vio en el segundo piso una
sombra, una figura de una persona obesa y se notó el perfil. Sacamos la
conclusión de que si no había nadie y no se vio ingresar a nadie, podía ser
Abimael. Era un indicativo fuerte.
Usted que logró capturar a Abimael, ¿qué opinión tiene del
Movadef?
Movadef aparece
en el 2009 con Alfredo Crespo, Manuel Fajardo y Carlos Gamero. Antes se hablaba
del AFADEVIG (Asociación de Familiares de Presos Políticos Desaparecidos y
Víctimas de Genocidios). Son fachada de Sendero Luminoso. Han encontrado una
forma de crecimiento, aprovechan la ignorancia y la dejadez de los gobiernos.
Ellos, si tuvieran la oportunidad, regresarían a las armas. No hay forma de
oponerse a ellos del punto de vista ideológico. Usan películas donde dan a
entender que el gobierno es genocida, aislador, y que maltrata a Gonzalo y
Myriam. Venden un lenguaje atractivo, que para la juventud, ni hablar. Muchos
no saben quién es Guzmán y piensan que es un cantante. Nadie desenmascara a los
terroristas que están detrás de estos movimientos.
¿Qué debe hacer el gobierno?
Proscribir a
estos grupos. Seguirlos y vigilarlos y mandar a la cárcel a sus dirigentes,
pero para eso hay que conocerlos, saber quiénes son, qué están haciendo, qué fuentes
de financiamiento tienen. En Chile ha estado Manuel Fajardo dando charlas,
conferencias, foros y de dónde saca plata, si él no ejerce la abogacía.
¿Qué les aconseja a los jóvenes?
Lo primero que
hay que hacer es dar charlas, como las que estamos dando en los colegios de
Magdalena. Hablar con los jóvenes, les hacemos conocer qué es Sendero y los
daños que ocasionaron y el atraso de dos décadas que tuvimos, los más de 30 mil
muertos que ocasionaron. Hacerle recordar la zozobra, que el Perú estaba perdido
y que ellos solo buscaban sembrar cadáveres en el camino. Les pido que no se
dejen engatusar. No hay que olvidar que todavía tenemos terrorismo en el VRAEM.
¿Qué opinión le merece la reunión de Nicolás Lynch y la gente del
Movadef?
No hay
posibilidades mínimas de conversar con ellos. El terrorista de nivel dirigente
y escuadras, nunca va a cambiar. Un dirigente como Osmán Morote, que sale el
próximo año, saldrá a impulsar el Movadef, y sale con 50 mil soles, porque se
lleva una reparación civil que le ganó al Estado…
Por: T. Paredes
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