El 'cholo' en su laberinto
Nuestro
columnista analizó el escándalo de la compra millonaria de la residencia y las
oficinas de la suegra de Alejandro Toledo.
Este Búho ya no se sorprende de nada.
Desde que comenzó el escándalo de la compra millonaria de la residencia y las
oficinas de la suegra de Alejandro Toledo, dije que sus explicaciones eran
ridículas. Cambió de versión varias veces. Primero, dijo que esos 4 millones
que costaron los inmuebles eran “los ahorros (de su suegra) de toda su vida y
fruto de la indemnización por el Holocausto nazi a los judíos”. Cuando se
demostró que no era millonaria y vivía sencillamente en Suiza, y que las
indemnizaciones no excedían de 10 mil dólares, Toledo aseguró que un banco le
había prestado el dinero a su suegra y había una hipoteca.
Cuando se descubrió que no había tal hipoteca, dijo que una
empresa de su amigo Yosef Maiman se lo había prestado y que él no sabía nada de
esas negociaciones. Pero cuando le demostraron que había viajado con su suegra
a Costa Rica, justo en los días que se hicieron los movimientos bancarios, se
quedó mudo y dejó que Maiman lo pusiera como un mentiroso. El empresario dijo
que él había prestado ’20 millones” a la mamá de Eliane Karp para que “haga
inversiones en el Perú”. Con esto, al “Cholo” se le pescó la mentira, pero
evitó que se le acusara de un delito mayor.
Yosef Maiman |
Hoy, tras las investigaciones de inteligencia financiera, hay
otras cosas que el exmandatario escondió. Su famosa casa de playa en Punta Sal y
su residencia de Camacho, en las que pesaban sendas hipotecas bancarias,
también fueron financiadas con el dinero que Ecoteva le giró a su suegra. No
solo fue la cereza de esa torta de mentiras esgrimidas por el “Cholo de Cabana”
desde que se inició este escándalo, sino que revela el inadmisible hecho que un
hombre que dirigió los destinos del país haya recibido ese tipo de “regalos”.
¿A cambio de qué?
Este columnista fue el primer periodista que
viajó a Cabana e indagó los inicios del exmandatario y llegó hasta un pueblo fantasma, Ferrer, en burro para ver dónde
vivió y pastaba ovejas de niño. Su historia de vida nos fascinó a todos. Viajó
a Chimbote, donde lustraba calzado en el muelle y estudiaba en una escuela
fiscal. Por sus buenas notas, logró becas y estudió en el extranjero. Como un
profesional exitoso pudo comprar esos inmuebles con su dinero. El país se
enerva al enterarse que un millonario, cuya fortuna es investigada en Israel,
le haya “regalado” esos inmuebles. ¿Qué pueden decir los miles de peruanos que
se endeudan con los bancos por veinte años para comprar un departamentito con
Mivivienda? Indigna que políticos sinvergüenzas utilicen sus cargos y puedan
recibir este tipo de prebendas. Que ahora no hagan bullying solo a Toledo, pues
hay políticos que tienen verdaderos palacios en París o Bogotá, pero no
explican cómo los obtuvieron. Y todavía dicen “la plata llega sola”.
Hay investigaciones sobre pagos de construcciones fantasmas en el
Callao, hay otra investigación y denuncia sobre un supuesto enriquecimiento
ilícito del alcalde Carlos Burgos, de San Juan de Lurigancho. En verdad, la
política peruana está podrida. Fernando Belaunde y Alfonso Barrantes murieron
en su departamentito de Camino Real y en su casita de La Capullana. Haya de la
Torre nunca tuvo casa propia y moraba en casas prestadas, y fueron hombres que
“vivieron para la política, y no de la política”, definición perfecta del
sociólogo alemán Max Weber.
Que se investigue a fondo a Toledo y a los otros expresidentes,
verán que saldrán muchas sorpresas y comprenderemos por qué se desesperan por
llegar nuevamente a la Presidencia en el 2016. Apago el televisor.
FUENTE: http://trome.pe/actualidad/1624607/noticia-cholo-su-laberinto
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