DEPORTACIONES.
El
gobierno de Trump prepara bases militares para enviar a niños migrantes
detenidos en la frontera.
La
medida fue advertida el 6 de abril cuando el mandatario firmó una orden
ejecutiva que puso fin a la política del "catch and release", pieza
clave de su dura política migratoria que implementa sin el apoyo del Congreso.
Foto Internet |
El
gobierno de Donald Trump está
realizando preparativos para enviar a bases militares a niños inmigrantes
detenidos en la frontera con México y que llegan al país en busca de asilo.
Los
arreglos fueron hallados en correos electrónicos del Departamento de Defensa,
reportó este martes el diario The Washington Post.
Las
comunicaciones internas se realizaron entre personal del Pentágono y del
Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS), dependencia que por ley se
hace cargo de la seguridad y mantenimiento de los menores solos una vez sean
detenidos por agentes de la Patrulla Fronteriza cuando intentan ingresar
indocumentados al país.
Visitas
a centros militares
El
reporte indica que personal del HHS llevará a cabo visitas a instalaciones en cuatro
bases militares ubicadas en Texas y Arkansas “durante las próximas dos
semanas” para evaluar si reúnen las condiciones y convertirse en “refugios
para niños”.
El
diario dijo además que las bases militares solo se utilizarán “para retener a
menores de 18 años que lleguen a la frontera sin un pariente adulto o después
de que el gobierno los haya separado de sus padres”.
El
correo electrónico citado por el periódico revela que las visitas a los sitios
militares se tratan de “evaluaciones preliminares”. Advierte que “no se
han tomado decisiones en este momento" respecto a si se enviarán o no
menores a esos centros.
El
uso de instalaciones militares para detener a indocumentados detenidos en la
frontera, incluyendo a menores, fue contemplado en el memorando
presidencial del 6 de abril y publicado en el registro federal
el 13 de ese mes, decreto que puso fin a la política del “catch and reléase”
(detener y liberar).
La
orden presidencial incluye una serie de medidas, entre ellas la de elaborar
"una lista detallada de todas las instalaciones existentes, incluidas las
instalaciones militares, que podrían usarse, modificarse o reutilizarse para
detener a extranjeros por violaciones de la ley de inmigración en las fronteras
de Estados Unidos o cerca de ellas".
Alison
Parker, directora gerente del programa para EEUU de Human Right Watch, dijo que
"las autoridades de inmigración deben mantener juntas a las familias y no
deben mantener a niños durante la noche en celdas de detención". Consideró
además que es "una práctica común en la actualidad" a lo que se le
está uniendo la posibilidad de que ahora sean enviados a bases militares.
"El
gobierno federal sabe que tiene obligaciones legales para proporcionar
viviendas adecuadas para los niños. Es imposible imaginar cómo esas
obligaciones legales, mucho menos obligaciones morales de trato humano para los
niños se pueden cumplir en una base militar. No hay justificación para esta
decisión política dura y absurda", resaltó Parker en un comunicado
escrito.
No
es nada nuevo
La
separación de menores de sus padres no se trata de una política nueva. “No hay
ninguna excusa para no penalizar a una persona que haya cometido un delito. Y
cuando hay delito hay razones. La ley no dice que las personas que tienen niños
pequeños no irán a la cárcel”, explica Lilia Velásquez, profesora adjunta de la
facultad de leyes de la Universidad de California en San Diego.
Velásquez
agrega que en el caso de las personas que entran ilegalmente al país se aplica
el mismo concepto. “No hay una ninguna política que diga que si el padre viene
agarrado de la mano de su hijo, no lo van a arrestar en la frontera. Toman
al padre en custodia y al niño también y lo envían a una casa hogar
administrada por el Departamento de Salud y Recursos Humanos (HHS)".
“Ahora
bien, si la persona no tiene antecedentes criminales, las autoridades, en uso
de su discrecionalidad, pueden decir a una madre, por ejemplo, que no van a
hacer un drama. Que la van a liberar, pero con la condición de que se
presente ante las autoridades de inmigración para seguir con el caso de
deportación o asilo. Y si no se presenta, pues entonces ahí van a ir a buscarla
y arrestarla”, señaló.
Este
protocolo se fortaleció durante el gobierno de Barack Obama tras la
crisis de niños de la frontera en 2014. Pero el pasado 9 de mayo la secretaria
del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), Kirsjten Nielsen, anticipó a un
subcomité del Senado los planes del gobierno para frenar el flujo migratorio
ilegal por la frontera con México.
Entre
los cambios, mencionó la intención de anular el acuerdo judicial alcanzado en
1997 durante el caso Flores versus Meeze. Este prohíbe la detención de menores
de edad en instalaciones restrictivas. Si el gobierno de Trump lo quita, nada
impedirá que detenga a menores de edad cuando llegan a la frontera o se
encuentren dentro del territorio de Estados Unidos.
La
política migratoria de Trump
La
Casa Blanca enfatiza en su página digital que la política
migratoria del presidente está enfocada en la adopción de
"un sistema de inmigración que sirva al interés nacional" y para ello
se ha propuesto, además de detener y aumentar el arresto de indocumentados,
construir un muro en la frontera con México y garantizar "la pronta
eliminación ( deportación) de los entrantes (inmigrantes que ingresan al
país) ilegales (indocumentados)".
En
el documento publicado el 13 de abril, Trump argumentó que el fin de la
política del “catch and reléase” es parte de sus medidas para
"mejorar" la ejecución de las leyes de inmigración.
El
decreto, además, utiliza un lenguaje similar al que el presidente empleó
durante su campaña –cuando asoció la inmigración en la frontera al tráfico de drogas– y
advierte que los indocumentados constituyen "una amenaza a nuestra
seguridad nacional y nuestra seguridad pública".
The
Washington Post dijo además que un funcionario del HHS “confirmó” las
visitas a los centros militares.
El
Departamento de Salud actualmente tiene espacio para albergar a 10,571 niños en
su red de 100 centros de cuidado de crianza a nivel nacional.
Un
documento publicado por la Casa Blanca el 9 de mayo enumera la lista de
dificultades que tiene el gobierno para ejecutar su política migratoria en la
frontera:
No
puede deportar inmediatamente a todos los indocumentados arrestados por la
Patrulla Fronteriza.
Los jueces
de inmigración son quienes deciden el futuro de los menores indocumentados
detenidos en la frontera.
Muchos
indocumentados presentan casos de asilo fraudulentos.
Muchos indocumentados
liberados no se presentan a las cortes de inmigración para continuar con
sus procesos.
Las cortes
de inmigración se encuentran atascadas por culpa del flujo de inmigración
indocumentada.
La
pasada semana Univisión Noticias reportó que la secretaria del Departamento de
Seguridad Nacional (DHS), Kirstjen Nielsen, indicó a varios colegas que había redactado una carta de renuncia -que no
presentó- luego que el presidente le reprochara en público el supuesto fracaso
a la hora de controlar la inmigración indocumentada en la frontera con México,
según una publicación del diario The New York Times.
Trump
ha estado furioso por el aumento de la inmigración indocumentada y que le
ordenó a Nielsen "cerrar" la frontera y cortar los flujos
migratorios, que normalmente aumentan en la primavera con la demanda estacional
campesinos.
FUENTE:
JORGE CANCINO
https://www.univision.com/noticias/deportaciones/el-gobierno-de-trump-prepara-bases-militares-para-enviar-a-ninos-migrantes-detenidos-en-la-frontera
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