martes, 15 de mayo de 2018

DEPORTACIONES. El gobierno de Trump prepara bases militares para enviar a niños migrantes detenidos en la frontera. La medida fue advertida el 6 de abril cuando el mandatario firmó una orden ejecutiva que puso fin a la política del "catch and release", pieza clave de su dura política migratoria que implementa sin el apoyo del Congreso.


DEPORTACIONES.
El gobierno de Trump prepara bases militares para enviar a niños migrantes detenidos en la frontera.
La medida fue advertida el 6 de abril cuando el mandatario firmó una orden ejecutiva que puso fin a la política del "catch and release", pieza clave de su dura política migratoria que implementa sin el apoyo del Congreso.
Foto Internet
El gobierno de Donald Trump está realizando preparativos para enviar a bases militares a niños inmigrantes detenidos en la frontera con México y que llegan al país en busca de asilo.
Los arreglos fueron hallados en correos electrónicos del Departamento de Defensa, reportó este martes el diario The Washington Post.
Las comunicaciones internas se realizaron entre personal del Pentágono y del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS), dependencia que por ley se hace cargo de la seguridad y mantenimiento de los menores solos una vez sean detenidos por agentes de la Patrulla Fronteriza cuando intentan ingresar indocumentados al país.

Visitas a centros militares
El reporte indica que personal del HHS llevará a cabo visitas a instalaciones en cuatro bases militares ubicadas en Texas y Arkansas “durante las próximas dos semanas” para evaluar si reúnen las condiciones y convertirse en “refugios para niños”.
El diario dijo además que las bases militares solo se utilizarán “para retener a menores de 18 años que lleguen a la frontera sin un pariente adulto o después de que el gobierno los haya separado de sus padres”.
El correo electrónico citado por el periódico revela que las visitas a los sitios militares se tratan de “evaluaciones preliminares”. Advierte que “no se han tomado decisiones en este momento" respecto a si se enviarán o no menores a esos centros.
El uso de instalaciones militares para detener a indocumentados detenidos en la frontera, incluyendo a menores, fue contemplado en el memorando presidencial del 6 de abril y publicado en el registro federal el 13 de ese mes, decreto que puso fin a la política del “catch and reléase” (detener y liberar).
La orden presidencial incluye una serie de medidas, entre ellas la de elaborar "una lista detallada de todas las instalaciones existentes, incluidas las instalaciones militares, que podrían usarse, modificarse o reutilizarse para detener a extranjeros por violaciones de la ley de inmigración en las fronteras de Estados Unidos o cerca de ellas".
Alison Parker, directora gerente del programa para EEUU de Human Right Watch, dijo que "las autoridades de inmigración deben mantener juntas a las familias y no deben mantener a niños durante la noche en celdas de detención". Consideró además que es "una práctica común en la actualidad" a lo que se le está uniendo la posibilidad de que ahora sean enviados a bases militares.
"El gobierno federal sabe que tiene obligaciones legales para proporcionar viviendas adecuadas para los niños. Es imposible imaginar cómo esas obligaciones legales, mucho menos obligaciones morales de trato humano para los niños se pueden cumplir en una base militar. No hay justificación para esta decisión política dura y absurda", resaltó Parker en un comunicado escrito.

No es nada nuevo
La separación de menores de sus padres no se trata de una política nueva. “No hay ninguna excusa para no penalizar a una persona que haya cometido un delito. Y cuando hay delito hay razones. La ley no dice que las personas que tienen niños pequeños no irán a la cárcel”, explica Lilia Velásquez, profesora adjunta de la facultad de leyes de la Universidad de California en San Diego.
Velásquez agrega que en el caso de las personas que entran ilegalmente al país se aplica el mismo concepto. “No hay una ninguna política que diga que si el padre viene agarrado de la mano de su hijo, no lo van a arrestar en la frontera. Toman al padre en custodia y al niño también y lo envían a una casa hogar administrada por el Departamento de Salud y Recursos Humanos (HHS)".
“Ahora bien, si la persona no tiene antecedentes criminales, las autoridades, en uso de su discrecionalidad, pueden decir a una madre, por ejemplo, que no van a hacer un drama. Que la van a liberar, pero con la condición de que se presente ante las autoridades de inmigración para seguir con el caso de deportación o asilo. Y si no se presenta, pues entonces ahí van a ir a buscarla y arrestarla”, señaló.
Este protocolo se fortaleció durante el gobierno de Barack Obama tras la crisis de niños de la frontera en 2014. Pero el pasado 9 de mayo la secretaria del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), Kirsjten Nielsen, anticipó a un subcomité del Senado los planes del gobierno para frenar el flujo migratorio ilegal por la frontera con México.
Entre los cambios, mencionó la intención de anular el acuerdo judicial alcanzado en 1997 durante el caso Flores versus Meeze. Este prohíbe la detención de menores de edad en instalaciones restrictivas. Si el gobierno de Trump lo quita, nada impedirá que detenga a menores de edad cuando llegan a la frontera o se encuentren dentro del territorio de Estados Unidos.

La política migratoria de Trump
La Casa Blanca enfatiza en su página digital que la política migratoria del presidente está enfocada en la adopción de "un sistema de inmigración que sirva al interés nacional" y para ello se ha propuesto, además de detener y aumentar el arresto de indocumentados, construir un muro en la frontera con México y garantizar "la pronta eliminación ( deportación) de los entrantes (inmigrantes que ingresan al país) ilegales (indocumentados)".
En el documento publicado el 13 de abril, Trump argumentó que el fin de la política del “catch and reléase” es parte de sus medidas para "mejorar" la ejecución de las leyes de inmigración.
El decreto, además, utiliza un lenguaje similar al que el presidente empleó durante su campaña –cuando asoció la inmigración en la frontera al tráfico de drogas– y advierte que los indocumentados constituyen "una amenaza a nuestra seguridad nacional y nuestra seguridad pública".
The Washington Post dijo además que un funcionario del HHS “confirmó” las visitas a los centros militares.
El Departamento de Salud actualmente tiene espacio para albergar a 10,571 niños en su red de 100 centros de cuidado de crianza a nivel nacional.

Un documento publicado por la Casa Blanca el 9 de mayo enumera la lista de dificultades que tiene el gobierno para ejecutar su política migratoria en la frontera:

No puede deportar inmediatamente a todos los indocumentados arrestados por la Patrulla Fronteriza.
Los jueces de inmigración son quienes deciden el futuro de los menores indocumentados detenidos en la frontera.
Muchos indocumentados presentan casos de asilo fraudulentos.
Muchos indocumentados liberados no se presentan a las cortes de inmigración para continuar con sus procesos.
Las cortes de inmigración se encuentran atascadas por culpa del flujo de inmigración indocumentada.

La pasada semana Univisión Noticias reportó que la secretaria del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), Kirstjen Nielsen, indicó a varios colegas que había redactado una carta de renuncia -que no presentó- luego que el presidente le reprochara en público el supuesto fracaso a la hora de controlar la inmigración indocumentada en la frontera con México, según una publicación del diario The New York Times.
Trump ha estado furioso por el aumento de la inmigración indocumentada y que le ordenó a Nielsen "cerrar" la frontera y cortar los flujos migratorios, que normalmente aumentan en la primavera con la demanda estacional campesinos.

FUENTE: JORGE CANCINO
https://www.univision.com/noticias/deportaciones/el-gobierno-de-trump-prepara-bases-militares-para-enviar-a-ninos-migrantes-detenidos-en-la-frontera

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