"El
Noa, Noa", el bar que marcó la vida de Juan Gabriel y de muchos juarenses.
Ciudad
Juárez (México), 5 sep (EFE).- "El Noa, Noa", el mítico salón de
baile que Juan Gabriel inmortalizó cuando le compuso una canción, no solo marcó
la vida del cantautor fallecido el 28 de agosto, sino la de muchos juarenses que
recuerdan con nostalgia aquellos años.
En
ese salón ubicado a escasas manzanas del puente fronterizo Santa Fe, que
conduce a la localidad estadounidense de El Paso, Alberto Aguilera Valadez,
verdadero nombre de Juan Gabriel, tuvo la oportunidad de cantar por primera vez
cuando tenía solo 16 años.
"Meche
(Mercedes Álvarez, cliente del bar y amiga de Juan Gabriel) fue la que lo metió
de contrabando porque él era menor de edad", y eso podía acarrear
problemas, incluido el cierre del salón, cuenta David Bencomo, hijo del
propietario.
"El
Noa, Noa" abrió sus puertas en 1964. "Era la época del rock, Rollings
Stone, Beatles" y un grupo local comenzó a interpretar los éxitos de aquel
entonces; "esa fue la base del éxito", apunta en una entrevista con
Efe.
La
ciudad estaba inundada de estadounidenses porque en ese entonces, durante la
Guerra de Vietnam, había una base cercana con 20.000 soldados "y los
dejaban venir a divertirse aquí y gastaban todo lo que tenían porque no sabían
si iban a volver", señala.
En
1966, Meche solicitó a los músicos que acompañaran a Alberto; "le gusta
cantar y tiene buenas canciones", dijo, y "la misma gente que le tocó
participar en ello le pidió a mi papá que le dejara más aquí", apunta el
dueño del bar Yankees, ubicado a escasos metros de lo que era "El Noa,
Noa".
"Él
llegó e hizo lo que sabía hacer y de esa manera se le abrieron las puertas e
inició una gran carrera"; "El Noa, Noa" fue el primer lugar
donde tuvo un público y ganó un salario que ascendía a cinco dólares diarios,
recuerda.
Estuvo
"unos 18 meses, calentándose, preparándose, agarrando la mayoría de edad
y, en el momento que se sintió fuerte, empezó a salir del Noa Noa" y a
conseguir contratos a nivel local.
En
aquella época su nombre artístico era Adán Luna y se convirtió en "la
estrellita de todos los lugares por aquí, el Boom Boom, el Malibú, la
Cucharacha", detalla el empresario.
"Estaba
destinado, Alberto era una persona que nació para eso", aunque en el camino
tuvo que superar muchas dificultades, entre ellas una infancia alejado de su
madre, Victoria Valadez, que lo internó en un orfanato de Juárez siendo muy
pequeño por falta de recursos.
Aunque
el artista nació en 1950 en el pueblo de Parácuaro, en el occidental estado de
Michoacán, cuando aún era un bebé su familia se trasladó a la ciudad
fronteriza, donde su madre trabajó como empleada doméstica en una casa que Juan
Gabriel compró años después.
Juanga
es "una muestra para todas las generaciones (...) de que el sacrificio, el
esfuerzo y la disciplina nos puede llevar muy lejos", sostiene Bencomo,
quien sueña con reabrir "El Noa, Noa".
En
febrero de 2004 un incendio provocado por un cortocircuito acabó en dos horas
con el centro. "Todo se perdió, yo tenía una galería inmensa de la
historia del Noa, Noa", lamenta, y agrega que aguantaron "año y
medio" buscando alternativas para reabrirlo.
Fue
entonces cuando se enteraron que los abogados del artista ya habían registrado
el nombre, por lo que el Divo de Juárez debía cederle los derechos para poder
utilizarlo.
Pero
la ciudad, explica, comenzó a complicarse por la disputa entre los cárteles de
las drogas: "empezaron a matar, a pedir cuotas, los secuestros, las
maquilas cerraron", así que era necesario salir "de esa carga para
evitar" que sus otros centros nocturnos se vieran afectados.
Un
vecino lo compró, liquidó lo que estaba pendiente y en 2007 lo convirtió en
estacionamiento, señala el empresario, que sostiene que "el Noa, Noa"
debe levantarse de nuevo y "en esta avenida (Juárez)", porque le hace
"falta a la ciudad y a todos los que somos de aquí".
Del
salón queda una placa conmemorativa en la acera donde estos días se han
congregado sus admiradores para recordar al divo, cuyo rostro quedó plasmado en
un mural cercano.
"Si
levantamos el Noa, Noa", si su casa de la Avenida 16 de Septiembre se
convierte en museo y "si sus cenizas se quedan ahí, le vamos a dar un
empuje muy fuerte a la ciudad", asegura Bencomo, quien debe hablar con la
familia o sus abogados sobre el salón.
Es
el momento de hacerlo, la respuesta de sus admiradores ha sido
"inmensa" en todo el mundo, sostiene el empresario, algo en lo que
difiere Sergio Durán, que estuvo 13 años en el albergue infantil que el
intérprete sostuvo durante casi tres décadas.
Este
joven de 27 años, que ahora se dedica a la música, cree que eso debió ocurrir
cuando el autor de éxitos como "Amor eterno" estaba vivo, porque fue
él quien hizo famoso ese lugar. "Sin Juan Gabriel, ya no es igual",
destaca.
EFE
pmc/cho
EFE
05/09/2016
(15:43)
AA
Paola
Martínez Castro
FUENTE:
http://www.elconfidencial.com/ultima-hora-en-vivo/2016-09-05/el-noa-noa-el-bar-que-marco-la-vida-de-juan-gabriel-y-de-muchos-juarenses_1005822/
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