La 'pequeña' guerrilla que ha puesto en aprietos al
gobierno paraguayo.
Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) aprovecha la
debilidad institucional en regiones apartadas.
Por estos días, el departamento de Concepción se encuentra militarizado, mientras se adelantan nuevas capturas.
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El
15 de agosto del 2013, durante su discurso de posesión como presidente de
Paraguay, el empresario Horacio Cartes aseguró que ni criminales ni grupos
armados “le iban a marcar la hoja de ruta” de su administración.
Sin embargo,
el sentido de dicha alocución, polémica desde todo punto de vista por el
momento de transición que vivía el país tras la destitución del exmandatario
Fernando Lugo, volvió a tomar fuerza tres años después debido al
recrudecimiento de la violencia, especialmente, por los hechos que se ha
atribuido el autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), grupo
guerrillero de ese país.
El asesinato
el pasado sábado 27 de agosto de ocho integrantes de la Fuerza de Tarea
Conjunta (FTC), unidad creada especialmente para combatir a este ‘pequeño’
grupo armado –en sus filas no figuran, según datos del Gobierno, más de 30
insurgentes, pero podrían ser 500–, no solo avivó la llama de la violencia que
el Gobierno quería mantener en reserva, sino que, además, evidenció problemas
de corrupción, narcotráfico, contrabando y violaciones a los derechos humanos
que vienen en aumento.
“Estos atentados conmocionaron
al país, pero no hay que olvidar que el año pasado, en julio, en otros dos
atentados fueron asesinados ocho policías. De hecho, en los tres
años de gobierno de Cartes han sido asesinadas 40 personas por el EPP, de un
total de 100 que se cuentan desde principios del 2000”, dijo a EL TIEMPO Rafael
Filizzola, exministro paraguayo del Interior.
Y es que la concentración del EPP en algunos
distritos del noroeste del país, especialmente en el departamento de Concepción
(donde actualmente tienen secuestrados a un policía y a dos colonos cristianos
menonitas), se debe, según expertos, a la falta de presencia institucional y
al aumento del narcotráfico y contrabando con el vecino Brasil.
"En realidad, el narcotráfico es la principal
amenaza en el país por la cantidad de dinero que tienen, por la gente que
corrompen. En este caso venimos denunciando desde hace tiempo el problema de la
narcopolitica, que se ha ido fortaleciendo y hace presencia no solo a nivel de
policías, militares, fiscales y jueces, sino incluso al más alto nivel
político. Esto significa además la presencia de organizaciones muy peligrosas del
Brasil, como el PCC y el Comando Vermelho que operan el narcotráfico en el
país", afirmó Filizzola.
“Finalmente, y no menos relevante, el tráfico de
cigarrillos que van de contrabando desde Paraguay al resto de la región, en gran parte provienen de las fábricas del presidente
Cartes, con lo que durante este gobierno, por supuesto, resulta difícil
que la Policía tome medidas”, agrega el funcionario.
De hecho, el Gobierno no provee información que
explique cómo es posible que teniendo a disposición recursos como los
estatales, sean vencidos en inteligencia por un grupo insurgente en el que la
gran mayoría de sus integrantes son campesinos.
“El Estado casi no tiene
gravitación ni presencia en esa vasta región que colinda con selvas. Por ende,
es apta para el narcotráfico, negocio que engendra guerrillas para protegerse”,
le explicó a este periódico el politólogo y periodista Claudio Fantini.
“Que se haya perpetrado una emboscada de la
envergadura de la que masacró a los militares el fin de semana, evidencia que
puede haber un fortalecimiento y una declaración de guerra de mayor escala. Eso
podría estar relacionado con dos hechos coyunturales: la desarticulación de las
Farc y el aislamiento del régimen chavista de Venezuela”, agrega Fantini.
Si bien se trata de una insurgencia de baja
intensidad, su origen se remonta a la década del 90, cuando apareció el
movimiento Patria Libre, del cual el EPP, en la siguiente década, pasó a ser su
brazo armado. Desde entonces, este movimiento ha perpetrado secuestros de hacendados
y civiles, así como algunos atentados que suman varias decenas de muertos.
"Pero uno de sus crímenes tuvo fuerte
repercusión: el secuestro y asesinato de Celicilia Cubas, la hija del ex
presidente Raúl Cubas Grau. La raptaron en el 2004 y apareció muerta al año
siguiente. Tras la captura en el 2004 de su líder y fundador, Osmar Martínez,
muerto en el 2015 en una cárcel de Asunción donde pagaba una condena de 35
años, se supo que al EPP lo habían adiestrado agentes de las Farc",
explica el politólogo Fantini.
De hecho, en abril del 2010, la fiscal
antisecuestro de Paraguay, Sandra Quiñónez, le dijo a EL TIEMPO que estaban
comprobados los vínculos de ambas organizaciones. “Tenemos pruebas de que las Farc
han enviado asesores (a Paraguay) y se comprobó que reciben ganancias fruto de
secuestros y extorsiones en este país”, aseguró Quiñónez.
Pero Cartes trata de defenderse. La semana pasada,
a través de un breve comunicado, se declaró “responsable del derramamiento de
sangre de los héroes de Concepción”, el lugar del norte de Paraguay donde se
produjo el ataque.
Además prometió “resultados contundentes” en los
dos años que le quedan de mandato, al tiempo que dijo que el “dolor es inmenso”
tras el atentado.
Organizaciones internacionales de derechos humanos
están muy preocupados por esas nuevas medidas que está tomando el gobierno.
"Todas estas acciones han afectado a las organizaciones campesinas. El
temor, la desconfianza, incluso se han presentado casos muy parecidos a a los
'falsos positivos' en Colombia. Las Fuerzas de Tarea Conjunta en conjunto con
la Fiscalía violan los derechos de los campesinos haciendo allanamientos
irregulares con la excusa de buscar personas que, supuestamente, sirven como
apoyo logístico del EPP. Están creando dificultades a los campesinos de esas
zonas. Regiones que han sido olvidadas por las políticas públicas de ese
país", afirmó también para este medio Vidal Acevedo, miembro de la
organización Servicio Paz y Justicia en América Latina (SERPAJ AL).
Al preguntarle a Fantini si el EPP podría llegar a
desestabilizar al país, él explica que "el EPP nunca ha tenido fuerza para
poner en peligro al Estado paraguayo. Pero podría serlo si regiones como la del
departamento Concepción sigue siendo tierra de nadie, con feudos ricos,
campesinos pobres y Estado ausente. Sobre todo, podría convertirse en una
organización militar poderosa, si se convierte en el receptáculo del negocio
del narcotráfico que está perdiendo a ese instrumento tan util que les resultó
la Farc".
Así las cosas, queda esperar a que el Gobierno
logre explicarle al país de manera concreta por qué no ha combatido
efectivamente a este grupo insurgente mientras intenta recuperar los niveles de
aceptación que gozó en el 2013.
ANDRÉS RUIZ
Redacción Internacional
En Twitter: @ruizandress
FUENTE: http://www.eltiempo.com/mundo/latinoamerica/guerrilla-pone-en-aprietos-a-paraguay/16691935
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