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lunes, 29 de mayo de 2017

Lima – Perú: La Victoria: sobrevivir en El Pino y San Cosme. Los dos cerros íconos de la migración subsisten con el estigma de la delincuencia y la esperanza de salir adelante

Lima – Perú: La Victoria: sobrevivir en El Pino y San Cosme.
Los dos cerros íconos de la migración subsisten con el estigma de la delincuencia y la esperanza de salir adelante
La Victoria: sobrevivir en El Pino y San Cosme
La zona 21 es la parte más alta del cerro El Pino (La Victoria), uno de los lugares más temidos de Lima. Vivir aquí es difícil, no solo porque subir la cuesta caminando toma entre 10 y 15 minutos, sino porque, siendo un barrio pequeño (poco más de 15 hectáreas), el nivel de violencia e inseguridad es alto.
Desde la cumbre de El Pino se aprecia el mercado de frutas, los distritos de El Agustino, San Luis y San Borja. “De noche se ve más bonito porque las luces se encienden”, nos dice Julio, un vecino de este barrio.  
Es mediodía y la tranquilidad parece inquebrantable. Alrededor hay una mezcla de sonidos musicales: reggaetón y huaino. El primer género sale de los parlantes de unos mototaxis donde varios jóvenes conversan y beben cerveza. El segundo llega desde las casas.  
El otro problema que afronta este barrio es el prejuicio. Julio, de 21 años, cuenta que al momento de buscar trabajo debe mentir cuando le preguntan dónde vive, o no conseguiría empleo.
La calma dura poco tiempo. De pronto, tres policías en motos suben a toda velocidad. Rastrillan sus armas. Están listos para disparar si los ladrones a los que persiguen abren fuego.  
Se trata de dos muchachos armados que le robaron el celular a una mujer que hacía sus compras en las faldas de este cerro, en el mercado de frutas.
Algunos vecinos se esconden en sus casas, otros curiosos intentan ver de cerca la persecución. Son agentes de los Halcones Centro los que han acudido en auxilio de la víctima. Bajan sigilosamente por las estrechas callejuelas que forman El Pino. Los hampones conocen cada laberinto como la palma de su mano y se han perdido.

—San Cosme—
Solo tres cuadras separan el cerro San Cosme de El Pino. Durante el recorrido, los letreros coloridos que anuncian los próximos conciertos de Los Ecos y Chacalón Junior saltan a la vista.  
San Cosme fue la primera movilización planificada que se asentó en este distrito, en 1946. Es considerada la primera invasión del Perú y se discute que también lo sea en Latinoamérica.  
Aunque han transcurrido muchos años, sorprende que este grupo tan bien organizado que llegó con un objetivo, ahora con más de 9.000 habitantes, carezca de orden.
Según un estudio realizado por el sociólogo Arturo Huaytalla, más de la mitad de habitantes, tanto del cerro San Cosme como de El Pino, tienen viviendas alquiladas. Esto se debería a que, por ser La Victoria una jurisdicción comercial y dada su cercanía al Centro de Lima, los moradores se ubican aquí por motivos de trabajo. “Les queda más cerca el mercado de frutas, Gamarra, Parque del Migrante (antes Parada), etc.”, indica Huaytalla.  
El experto infiere que el habitante no se identifica con el lugar porque solo le sirve para descansar. “Por eso cuando ocurre algo, no se quejan, no protestan”, explica.  
Pese a ello, los pobladores de San Cosme y El Pino dicen que el principal problema de sus barrios es la inseguridad (43,9% y 52,5%, respectivamente). Le siguen las drogas (37,4% y 43,8%).
No obstante, en San Cosme y en El Pino existen grupos de vecinos que, junto a la policía de las comisarías del sector, hacen rondas una vez por semana, denuncian actos delictivos y tratan de conversar con los habitantes para una mejor relación.  
“No todos los lugares de estos dos barrios son inseguros”, dicen los vecinos de ambos cerros. Muchos de sus fundadores y habitantes luchan para que la imagen que tienen y la sensación de temor que generan se reviertan. Julio –mencionado al principio de esta nota– vive en El Pino hace 21 años, está en el último año de Sociología en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y ya tiene su tesis armada con la problemática de su barrio.  
“Hay mucha gente rescatable que, lamentablemente, no tiene oportunidad por los prejuicios de la zona”, concluye el comisario de San Cosme.
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LA INVESTIGACIÓN
Los dos barrios de la victoria
“Cuando los cerros bajan. Estudio de la violencia delictual en dos barrios limeños: los cerros San Cosme y El Pino” es el libro que acaba de publicar Arturo Huaytalla, sociólogo del área de Seguridad Ciudadana del Instituto de Defensa Legal (IDL).  
Tras dos años de investigación y trabajo de campo en estos dos barrios, el experto llega a interesantes conclusiones. Una de ellas es que en San Cosme se ha producido un control social del crimen organizado que domina el barrio, mientras que El Pino muestra una violencia delictual desordenada y sin control.
Para él, es importante la presencia de policías, el trabajo que realizan y la percepción de seguridad que generan, pero lo más transcendental –según indica– es la confianza que construyen las autoridades con los vecinos de estas zonas.  

FUENTE:
Pierina Chicoma Castro
http://elcomercio.pe/peru/victoria-sobrevivir-pino-san-cosme-414806


lunes, 13 de octubre de 2014

San Cosme: TBCerro

San Cosme: TBCerro
A media hora del centro de Lima se ubica el espacio urbano con mayor incidencia de tuberculosis del país, y uno de los más densos del mundo. El cerro San Cosme, símbolo de la migración, es el mayor foco de TBC en Lima. La situación es tan grave que para algunos doctores el único remedio es el desalojo. Fotos: Christopher Acosta.
No queda, en el cerro San Cosme, una sola superficie rocosa. Solo un ejercicio de imaginación hace posible levantar todas las capas de cemento que ahora lo adornan, para encontrar debajo, por fin, un cerro. De otra manera, ese barrio vertical, ese laberíntico camino de escaleras, callecitas y pasajes que dan muchas veces al vacío, serían la obra de cualquier desquiciado urbanista post-moderno.
Pero nada de moderna tiene la situación en la que conviven las 19,744 personas censadas en San Cosme. A las condiciones infrahumanas en las que viven o se apiñan quienes aquí habitan, se suma una mayor: la amenaza constante de la tuberculosis, que ha encontrado en esta comunidad no solo un huésped sin resistencia, sino en La Victoria, distrito en el que se ubica, un agente dinamizador capaz de expandirla por todo Lima.
San Cosme es el centro urbano con mayor incidencia de tuberculosis del país, solo superado por los altos números registrados en las cárceles, no incluidas en esta clasificación. En el 2008 alcanzó la increíble tasa de 1,347 casos por cada 100,000 habitantes, lo que colocaba su nombre en un preocupante top mundial, por encima de los promedios nacionales de Sudáfrica (940), Nigeria (311) e India (168), en todos los casos sobre 100,000 personas, que es la métrica utilizada para calcular la incidencia de esta enfermedad en un determinado tiempo y lugar.
- Los niveles de TBC en San Cosme son africanos -afirma Alberto Fuentes Tafur, director de la Dirección de Salud V (DISA V), a la que corresponde La Victoria y otros distritos de Lima Este-. La definimos como un área hiperendémica, donde este problema es severo debido a las condiciones de vida precarias, hacinamiento, malnutrición y conductas disociales como la delincuencia, pandillaje y alcoholismo. 
En San Cosme, el alcoholismo y la drogadicción conviven con la basura, que se ha convertido en parte de la infraestructura misma del cerro.
NO ESCUPIR
Ese es el primer mensaje que uno alcanza a leer apenas terminada la escalera que conduce al segundo piso del Centro de Salud de San Cosme, donde se ubica el departamento de tuberculosis. Más que una sugerencia es una orden. Como la que tienen todos los médicos y asistentes del centro: protegerse con mascarillas cada vez que atienden a un paciente. La tuberculosis se contagia por vía aérea, lo que explica además la extrema ventilación del área: los pasadizos del segundo piso son descubiertos, no tienen techo, y algunas de las conversaciones entre infectados y enfermeras se realizan al aire libre.
Una joven que no alcanza los 25 años de edad llora desconsolada. Acaba de enterarse que los resultados del examen de esputo que se practicó dieron BK (+), resultado: tuberculosis sensible. Aunque se trata del primer esquema, como se conoce al tipo de TBC más simple, y que requiere seis meses de tratamiento, la noticia es lamentable por lo duro de los pasos a seguir: 11 pastillas y una inyección diarias, durante medio año.
“Es precisamente el tratamiento lo que aleja a los pacientes del centro de salud. Las pastillas causan nauseas, mareos y dolores de cabeza; a lo que hay que sumarle venir diariamente por la inyección. Eso sin hablar de la vergüenza. Los pobladores del cerro que llegan son inmediatamente identificados por sus vecinos, y con eso viene el chisme y la discriminación”, explica la doctora Pamela Canelo, quien tiene contacto directo con los enfermos.
Pero lo que más preocupa a la doctora Canelo es precisamente los altos índices de deserción al tratamiento. Un paciente que deja a medias las drogas que ingiere para combatir la tuberculosis, no hace más que reforzarla. El bacilo, al no ser combatido del todo, se adapta a los medicamentos y se hace más fuerte. “Es allí donde se origina laTBC MDR (multidrogo resistente) y la TBC XDR (extremadamente resistente), los siguientes dos esquemas que requieren uno y dos años de tratamiento, respectivamente”. 
Las casas se construyen hacia abajo, cavando en el cerro. Las casas tienen áreas muy estrechas pero hasta tres niveles de subsuelo y el promedio de habitantes por domicilio es de nueve personas. El hacinamiento es caldo de cultivo para la TBC. Foto: Nicola Torriti.
SI LA MONTAÑA NO VA A MAHOMA…
Si el cerro no va al centro de salud, el centro de salud va al cerro. Esa es la premisa del programa “Médicos de la Familia”, un plan de la DISA V que sólo se aplica en el Cerro San Cosme, por la gravedad del caso. En cuadrillas de tres, ellos se internan en lo más profundo de las calles y pasajes del cerro, en busca de los enfermos, incluso los desahuciados, y sus contactos (un enfermo sin tratamiento puede contagiar entre 15 a 20 personas en un año).
Son cuatro los grupos que a diario recorren San Cosme, cada uno conformado por un médico profesional y dos líderes locales, en este caso vecinas reconocidas a las que es difícil cerrarles la puerta. Una de ellas es Betty Marttel Acuña, quien ha vivido toda su vida en el cerro, y cuyo abuelo, Eusebio Acuña fue uno de los primeros invasores de la zona.
Betty sube y baja escalinatas todos los días, llevando las pastillas e inyecciones de los pacientes que no se animan a ir al centro. Esta especie de delivery de salud ha bajado considerablemente el número de deserciones al tratamiento. Además, permite atender, bajo fuertes medidas de protección, a los portadores de MDR y XDR, cuyo traslado al puesto de salud no solo pone en riesgo al personal médico, sino a los pacientes de TBC simple, que podrían contagiarse de la mutación.
El Plan TBCero ha logrado disminuir la incidencia de la tuberculosis en el cerro San Cosme. Una medición del año pasado reportó una baja considerable, de una tasa de 1387 a 784 sobre 100 mil personas. Pero no todas han sido satisfacciones.
- Hay casos que nos ha ganado la muerte -dice Betty; en los dos años que es parte del programa ha visto morir a ocho personas por la TBC-. Uno ve como los pacientes van bajando de peso poquito a poquito, hasta que un día uno llega con las medicinas y se encuentra con la noticia. 
Uno de los techos de basura. La Municipalidad de La Victoria quiso limpiarlos y no pudo. El techo era de basura. Hubiera dejado a la gente sin techo..
EN LA ENTRAÑA DEL CERRO
Una campaña de limpieza de los techos de las viviendas de San Cosme dio la primera señal de alerta. Con el objetivo de mejorar las condiciones de vida de la población, la Municipalidad de La Victoria promovió el año pasado una jornada de recojo de basura acumulada por años en los techos de las casas. Pero la campaña tuvo que ser detenida en varias zonas del cerro: los techos no tenían basura; los techos eran de basura. Una mezcla de cartones, petates y plástico cubría cada vivienda. Al retirarse la basura se retiraba el techo mismo.
Pero el problema de las viviendas de San Cosme no es solo está en sus techos. Varias de las casas han sido construidas para abajo. Como se lee. La naturaleza de la plataforma en la que se han instalado (un cerro) ha llevado a los pobladores, en su objetivo de ganar más espacio, a construir escarbando hasta lograr especies de mini edificios de hasta tres pisos para abajo, es decir, una seguidilla de sótanos a los que se llega con escaleras de madera piso a piso, en una secuencia de subniveles difíciles de describir. En San Cosme se vive, literalmente, en la entraña del cerro.
Únicamente ingresando a las casas del cerro se puede tener una idea del hacinamiento de esta zona de la ciudad. La media es de nueve personas por domicilio. Algunas casas alquilan espacios. Una señora nos llevó a la habitación que alquila a 10 huancavelicanos que vinieron a trabajar en la Parada y que, entre todos, pagan 200 soles mensuales.
En verano, en el cerro, no cabe un alfiler más. Las familias reciben y hospedan a primos, sobrinos y nietos que, aprovechando las vacaciones, vienen a trabajar. En esas condiciones de hacinamiento, la tuberculosis se propaga con total facilidad. Gracias a la falta de ventilación, un solo infectado basta para contagiar de inmediato a todos los que lo rodean, y para que los emprendedores regresen a sus pueblos con algo más que dinero.
Desde 1946, cuando empezó su invasión, este cerro ha albergado a miles de personas de provincia, la mayoría de la sierra centro y sur, atraídos por las oportunidades de trabajo limeñas. Y San Cosme no puede tener mayor atractivo: La Parada, el mercado de abasto más grande de la ciudad; y Gamarra, importante emporio comercial, no solo son grandes centros de empleo informal, sino que se ubican a solo cuadras de San Cosme. 
En San Cosme viven 20 mil personas expuestas a la tuberculosis. Según el doctor Oswaldo Jave, una solución, aunque drástica, sería desalojarlas.
¿DESALOJAR EL CERRO?
El doctor Oswaldo Jave Castillo, director de la Estrategia Nacional Contra la TBC, considera que de manera planificada se debería promover el traslado de la población de San Cosme hacia mejores condiciones de vivienda, en otras palabras: desalojar.
- Ya resulta insuficiente pensar que sólo con medicamentos se podrá terminar con la TBC -dice Jave-. De todos los determinantes sociales, culturales y económicos que tienen que ver con la enfermedad, probablemente el más importante es el de la vivienda súper densa.  Yo diría que hay que darles una propuesta alternativa que les permita acceder a una vivienda en condiciones higiénicas, sanitarias y con mayor disponibilidad de espacio, luz y aire.
El hipotético éxodo pone en alerta a Lucy López, sub gerente de Sanidad de la Municipalidad de Lima. Dice que no había escuchado jamás una propuesta similar. Y que en todo caso, un programa de esa naturaleza le corresponde a la municipalidad de La Victoria. Eso sí: el presupuesto para el plan de control y prevención de la tuberculosis se triplicó respecto de la gestión anterior. De de 18 mil a 54 mil soles. A todas luces, insuficiente.
Mientras tanto, una frontera invisible va cercando más a San Cosme, la del miedo. Lo sabe Dan Flores, trabajador de Recaudación y Control de Rentas de la Municipalidad de Lima, al contar la constante negativa de los repartidores de recibos por arbitrios para visitar la zona. Y también lo sabe Josefina Gamarra, del Programa Integral de Estimulación Temprana de la UGEL Nº3, cuyas profesoras de inicial no quieren ir a dar clases a domicilio a los menores del cerro. Y la respuesta de los dos, por separado, es la misma y parece ensayada:
- Es que tú sabes, si vienes, te puedes contagiar.

FUENTE: http://www.infos.pe/2011/06/san-cosme-tbcerro/

miércoles, 31 de octubre de 2012

"Heriberto Benitez Rivas informa sobre los hechos ocurridos en La Parada"

 "Heriberto Benitez Rivas 
informa sobre los hechos ocurridos en 
La Parada" 
Heriberto Benítez Rivas, congresista peruano de las filas de solidaridad nacional informa sobre los hechos ocurridos en La Parada, en las inmediaciones del mercado mayorista de verduras
http://www.youtube.com/watch?v=quHnzfJOyJ0
cardenasborja ha compartido un vídeo contigo en YouTube.


Heriberto Benitez Rivas, congresista peruano de las filas de solidaridad nacional informa sobre los hechos ocurridos en La Parada, en las inmediaciones del mercado mayorista de verduras
©2012 YouTube, LLC 901 Cherry Ave, San Bruno, CA 94066

miércoles, 25 de agosto de 2010

Balance de la gestión de Sánchez Aizcorbe en La Victoria: la violencia continúa

Balance de la gestión de Sánchez Aizcorbe en La Victoria: la violencia continúa
Cada dos minutos ocurre un hurto en 17 zonas tomadas por ‘cogoteros’. Comuna estabilizó finanzas del distrito, pero inseguridad y limpieza no mejoran
Miércoles 25 de agosto de 2010 - 07:23 am

Por Pamela Sandoval

Con sus 16 edificios habitados desde hace 60 años por unas 10 mil familias, la historia del barrio El Porvenir es un buen resumen de lo que sucede con La Victoria.

“Una casa pensada para tres o cuatro personas acabó siendo una vivienda para familias que iban creciendo [en áreas sin luz ni ventilación]”, dijo la arquitecta Carmen Rosa Uceda en una investigación sobre este popular conjunto habitacional, que fue cuna de El Mundialito, el torneo de fútbol callejero más famoso del país, y vio andar por sus pasadizos al asaltante juvenil Juan Aguilar Chacón, el tristemente célebre ‘Canebo’.

Para la policía, este hacinamiento es el principal aliciente de la delincuencia, que junto con la basura en las calles son males recurrentes en casi la totalidad de los 8,74 km2 que tiene el distrito.

Tres años atrás, el electo alcalde Alberto Sánchez Aizcorbe encaminó su gestión hacia el combate de ambos flagelos.
Hoy, que postula a la reelección, los 196.220 electores de La Victoria se preguntan si están igual, mejor o peor. A continuación, algunas respuestas para sus interrogantes.

1 SEGURIDAD CIUDADANA
“Lo más común en esta zona son los robos al paso de los ‘cogoteros’, que no siempre se denuncian”, comentaron a este Diario agentes de la Comisaría de Apolo, una de las seis dependencias policiales que tienen sus bases en suelo victoriano (las otras son Unidad de Radiopatrulla, Unidad de Desactivación de Explosivos, Comisaría de La Victoria, División de Prevención e Investigación de Accidentes de Tránsito y Divincri La Victoria).

Según cálculos de esta misma dependencia, cada dos minutos se registra un hurto bajo esta modalidad en 17 zonas del distrito, identificadas desde el 2005 (jirón Los Chancas y las avenidas México, San Pablo y 28 de Julio, por citar unos casos).

“La mala fama que arrastra el distrito se debe al gran movimiento que soporta (400.000 visitantes diarios por el emporio comercial de Gamarra, más el 72% de las líneas de ómnibus de la ciudad) y a los hurtos menores. No obstante, los crímenes violentos disminuyeron en 30% entre el 2006 y el 2009”, comentó Sánchez Aizcorbe, para quien esta reducción se logró gracias al aumento del presupuesto para el serenazgo.

Un estudio de la ONG Ciudad Nuestra confirma esta afirmación, al señalar que la inversión en seguridad pasó de S/. 3’975.000 (2008) a S/. 7’705.000 (2010).

2 PRESUPUESTO
Siete soles, asegura el alcalde, era todo lo que había en las arcas de la municipalidad cuando inició su gestión.

“Hasta el 2007 se recaudaban S/.35 millones al año. En el 2009 se llegó a S/.75 millones y la morosidad en arbitrios bajó del 60,34% al 30%”, se detalló en las memorias financieras del distrito.

Según el portal de transparencia económica del Ministerio de Economía (MEF), este dinero fue destinado principalmente a obras y para afrontar los gastos judiciales del distrito, que en junio de este año pagó S/.16.661 a Sedapal por facturas vencidas. También se gastaron S/.6.600 en el seguimiento de procesos penales contra la comuna.

3 LIMPIEZA
El reciclaje y la ampliación a tres turnos para el recojo de basura fueron las estrategias planteadas por Sánchez Aizcorbe para reducir los cerros de desperdicios que a diario se forman en las principales avenidas del distrito.

Sin embargo, como reconoce la gestión, solo se han tenido resultados en las urbanizaciones Apolo, Santa Catalina y Balconcillo, y en parte de la zona antigua.

“Falta resolver el tema de consciencia y cultura, a fin de que ninguna persona arroje desperdicios sobre los lugares donde ya pasó el camión recolector”, precisaron.

4 TRANSPORTE
Avenidas como México, Parinacochas, 28 de Julio, San Luis, Isabel La Católica y Campodónico fueron rehabilitadas en los últimos años con apoyo del Gobierno Central.

“Al ser vías troncales, se logró la financiación. En breve se entregará la avenida Iquitos, en la que sí corrimos con los gastos”, subrayó la municipalidad.

Planes de gobierno de candidatos inciden en acabar con inseguridad
Acabar con la delincuencia menor, la prostitución callejera, la drogadicción y los actos de violencia familiar son las ofertas, en materia de seguridad ciudadana, que encabezan los planes de gobierno de los candidatos Alberto Sánchez Aizcorbe (PPC), José Luis Risco (Cambio Radical) y Ana María Vidal (Fonavistas del Perú), primeros enintención de voto según un sondeo de el comercio realizado por Ipsos Apoyo.

“Continuaremos con el plan Zanahoria, la instalación del Observatorio de la Violencia e implementaremos el programa Vigilante de Mi Barrio, con la inclusión de jóvenes de alto riesgo”, detalló Sánchez Aizcorbe en su plan de trabajo.

Risco propone instalar 50 cámaras de vigilancia y crear el registro de delitos y de faltas, en el que figuren incluso los delincuentes ‘primerizos’ y los menores de edad.

Vidal apunta a combatir la delincuencia con el fortalecimiento de las juntas vecinales y el incremento de relaciones con la PNP. “Se coordinará con Luz del Sur para iluminar con eficiencia las calles, principalmente zonas peligrosas”, indicó.