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lunes, 9 de septiembre de 2013

Auge y caída de las dinastías del narcotráfico en México

Auge y caída de las dinastías del narcotráfico en México
Captura de Alfredo Beltrán Leyva, alias "El Mochomo", en 2008.
Este martes 3, la Secretaría de Gobierno de México confirmó la captura, el fin de semana, de Alberto Carrillo Fuentes y con ello revivió en muchos el nombre de su hermano, Amado Carrillo Fuentes.
Más conocido como "El Señor de los Cielos", este legendario narcotraficante murió en Ciudad de México en julio de 1997, cuando se sometía a una cirugía para cambiar su rostro por completo.
El sentido de clan, de familia, ha sido clave en muchas organizaciones delictivas alrededor del mundo. México no es la excepción. Algunos carteles se han organizado como dinastías.
Incluso parece estar sucediendo en una organización como Los Zetas, que nació de un núcleo de exmilitares como brazo armado del Cartel del Golfo. Ahora, el sucesor del capturado Miguel Ángel Treviño Morales, Z40, es su hermano, Omar Treviño Morales o Z42.
Y hay algo más: desde finales de los '80, en los reordenamientos, conexiones y disputas de estos carteles siempre se ha visto la mano de Joaquín "El Chapo" Loera, capo del Cartel de Sinaloa y considerado el narcotraficante más poderoso y buscado del planeta.

BBC Mundo le presenta las dinastías del narcotráfico en México.

Los Carrillo Fuentes (Cartel de Juárez)
 
Vicente Carrillo Leyva, hijo de "El Señor de los Cielos"
 fue detenido en 2009.
Es fama que Amado Carrillo Fuentes poseía una flotilla de aviones -que incluía aviones boeing 727-, la cual utilizaba para enviar droga a Estados Unidos. De allí su mote de "El Señor de los Cielos".
Su etapa de mayor poderío vino en la década de los '90, cuando el cartel de Medellín perdió fuerza al ser ultimados Pablo Escobar Gaviria y Gonzalo Rodríguez Gacha.
Aunque tenía una relación "comercial" con el Cartel del Medellín -y después con el del Norte del Valle- Carrillo Fuentes decidió transportar directamente la droga desde Colombia, sin intermediarios. Eso aumentó su poderío.
También aumentó la presión de EE.UU. sobre las autoridades mexicanas para detener al jefe del Cartel de Juárez.
Aunque llevaba una vida discreta y se conocían pocas fotos suyas, Amado Carrillo decidió cambiarse el rostro. Murió durante una intervención quirúrgica de ocho horas. Todos los médicos que participaron fueron asesinados en cuestión de semanas.
Después vino una breve pero feroz lucha por el poder, de la que emergió victorioso Vicente Carrillo Fuentes, alias "El Viceroy", hermano de Amado.
Pero las disputas no cesaron, en especial por las ambiciones de Joaquín "El Chapo” Guzmán de controlar a Ciudad Juárez, vital punto de paso hacia EE.UU.
En 2004, al parecer por órdenes suyas, fue asesinado en un centro comercial de Culiacán, Sinaloa, Rodolfo Carrillo Fuentes, "El Niño de Oro", menor de los hermanos
En 2009 fue arrestado Vicente Carrillo Leyva, hijo de El Señor de los Cielos y a quien se le consideraba un eficiente operador financiero del Cartel. Sin embargo, en agosto pasado se anuló una sentencia de tres años en su contra por portar una credencial electoral falsa. Deberá ser sentenciado de nuevo.
La noticia de la detención, esta semana, de Alberto Carrillo Fuentes, ve a un Cartel de Juárez debilitado, que según el FBI perdió la guerra contra El Chapo Guzmán, aunque sigue comandado por "El Viceroy", quien todavía no ha sido capturado.

Los Arellano Félix (Cartel de Tijuana)
Luego de la condena a Eduardo Arellano Félix,
el Cartel de Tijuana fue declarado muerto.

La historia del Cartel de los Arellano Félix es anterior a la de los Carrillo Fuentes. Se remonta a la década de los años '80 y al llamado "jefe de jefes", Miguel Ángel Félix Gallardo, líder del Cartel de Guadalajara.
En los '80 Gallardo Félix llegó a controlar casi todo el contrabando de drogas desde México hacia Estados Unidos con su organización, bautizada por la DEA como Cartel de Guadalajara.
También fue uno de los primeros en aliarse con los carteles colombianos y quien, según algunos, inició el tráfico de cocaína por México.
Sin embargo fue detenido en 1985 por el asesinato del agente de la DEA Enrique "Kiki" Camarena.
Al desaparecer de escena el "jefe de jefes", su territorio fue dividido. El reparto se organizó por Juan José Esparragoza Moreno, El Azul, quien convocó a los lugartenientes del Cartel de Guadalajara a un balneario en el Pacífico mexicano para asignar a cada uno sus plazas.
El Azul, por cierto, en esa época estaba oficialmente encarcelado en el Reclusorio Sur de Ciudad de México.
El Chapo Guzmán y su compadre, Héctor Luis Palma Salazar, El Güero, junto con Ismael Zambada García, El Mayo, fundaron el Cartel de Sinaloa, con base en la ciudad de Culiacán.
Y los hermanos Arellano Félix -aunque se dice que son sus sobrinos, Félix Gallardo lo ha negado- fundaron el Cartel de Tijuana, con base en la fronteriza ciudad del mismo nombre.
Las dos facciones no tardaron en entrar en una guerra atroz.
En febrero de 2002, Ramón Arellano murió en un enfrentamiento con la policía en Sinaloa.
Una semana después fue arrestado su hermano mayor, Benjamín (quien ahora purga una condena de 25 años en EE.UU.). Y en 2006 se detuvo al menor, Francisco Javier, quien fue condenado a cadena perpetua.
Fue entonces que asumió el control Eduardo, el último de los hermanos, quien estuvo al frente del cartel por poco más de dos años. Fue arrestado en un enfrentamiento con la policía federal en octubre de 2008.
Eduardo Arellano Félix fue condenado el pasado mes de mayo a 15 años de prisión. Esto hizo que William Sherman, director de la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA) en la ciudad de San Diego, declarara que el Cartel de los Arellano Félix estaba muerto
Sin embargo, aunque también muy debilitado, el cartel aún tiene influencia en la ciudad fronteriza y, según reportes, desde 2010 es encabezado por Enedina Arellano Félix y por su hijo, Fernando Sánchez Arellano, El Ingeniero.

Los Beltrán Leyva
 
Arturo Beltrán Leyva, en una de las pocas
 fotos que se conocen de él.
La sombra de Joaquín "El Chapo" Guzmán también cubre al llamado Cartel de los Beltrán Leyva.
Los hermanos Marcos, Arturo, Carlos y Alfredo trabajaron con el Cartel de Sinaloa por varios años. Sin embargo, el arresto de Alfredo, conocido como "El Mochomo", en Culiacán (estado de Sinaloa), en enero de 2008, por parte del ejército, significó la ruptura.
Los Beltrán Leyva acusaron a "El Chapo" Guzmán de haber entregado a su hermano y se rebelaron. Lo que siguió fue otra de las tantas cruentas vendettas que se han presentado entre carteles mexicanos.
En mayo, también en Culiacán, fue asesinado Edgar Guzmán López, de 22 años, hijo de "El Chapo".
A partir de ese año el de los Beltrán Leyva fue considerado como un cartel aparte, que forjó alianzas con los más jurados enemigos de Guzmán Loera: Los Zetas y el Cartel del Golfo.
Pero las cosas sucedieron con rapidez: El 16 de diciembre de 2009, elementos de la infantería de marina dieron de baja a Arturo Beltrán Leyva. Catorce días después fue arrestado Carlos.
Héctor Beltrán Leyva sigue en libertad y en comando de una facción de su grupo. Estados Unidos ofrece US$5 millones por él. México, US$2 millones.


Los hermanos Amezcua (Cartel de Colima)
 
Adán Amezcua fue capturado en 2001.
Luego sería condenado a 22 años.
Quizás el menos conocido fuera de México, este cartel fue fundado por los hermanos José de Jesús y Adán Amezcua Contreras a finales de la década de lo '80. Luego se integró su hermano Luis Ignacio.
Mientras otras organizaciones delictivas se dedicaban al tráfico de cocaína, marihuana y heroína, los Amezcua Contreras se especalizaron en drogas sintéticas, para lo cual establecieron contactos en lugares como Tailandia, República Checa o La India.
Por esto se les empezó a conocer como los reyes de las metanfetaminas.
José de Jesús y Luis Ignacio Amezcua fueron arrestados en 1998. En 2005 se les sentenció a 28 y 9 años de prisión, respectivamente.
Tres años después, José de Jesús Amezcua fue extraditado a EE.UU.
El tercero de los hermanos, Adán, fue arrestado en 2001 y luego condenado a 22 años de prisión.
A pesar de que aún no es muy conocido, el Cartel de Colima sigue siendo el principal exportador de efedrina a Estados Unidos, en alianza con la organización de "El Chapo" Guzmán.
Según diversos reportes, al frente del cartel se encuentran las hermanas Patricia, Martha y Ema Amezcua Contreras.


FUENTE: http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2013/09/130903_mexico_auge_caida_dinastias_cartel_drogas_carrillo_fuentes_jcps.shtml

sábado, 7 de septiembre de 2013

“EL SEÑOR DE LOS CIELOS” LA MISTERIOSA MUERTE DE AMADO CARRILLO FUENTES

“EL SEÑOR DE LOS CIELOS”
LA MISTERIOSA MUERTE DE
AMADO CARRILLO FUENTES

De 41 años de edad, al momento de su muerte,  la Drug Enforcement Administration (DEA) afirmaba que Amado Carrrillo Fuentes cambiaba frecuentemente de fisonomía mediante cirugía plástica. Su “estilo” era objeto de debate. Mientras que algunos decían que era muy violento y despiadado con los que lo traicionaban, había otros que lo describían como “conciliador y diplomático”, escurridizo y meticuloso. Era objeto de 26 investigaciones en Estados Unidos y México. Había dos órdenes de aprehensión en su contra en EU. La Procuraduría General de la República (PGR) giró orden de arresto en julio 1996, a petición del gobierno estadunidense. Antes de “morir” estuvo en la lista de los “10 más buscados” de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI).

Los actos de Amado Carrillo Fuentes perduraron siempre ocultos bajo un velo de misterio. Hoy se sabe que entre mayo y julio de 1997 El señor de los cielos estuvo viajando a Rusia, Chile y Cuba. Sin embargo, en un “montaje” típico de los servicios de inteligencia, el 4 de julio de 1997 a las 21 horas, se anunciaba que el cadáver de Amado Carrillo Fuentes, estaba siendo preparado para su velorio en la finca del ejido El Guamuchilito, municipio de Navolato, a 60 kilómetros de Culiacán, Sinaloa, según indicaron sus familiares. El cuerpo embalsamado de quien se presumía era Carrillo Fuentes, salió a las 9:30 horas en un vuelo de Aeroméxico con destino a Culiacán. El narco había sido atendido en el hospital Santa Mónica, en donde fue operado por los médicos Jaime Godoy Singh, Ricardo Reyes Rincón y Carlos Humberto Ávila, mismos que en noviembre de 1997 fueron señalados por la PGR como responsables de los delitos de homicidio calificado (doloso) y contra la salud en la modalidad de administración de un narcótico prohibido.

El 5 de julio de 1997, fuentes de la funeraria García López, ubicada a una cuadra de la Secretaría de Gobernación, en el Distrito Federal, informaron que ésta fue la encargada de trasladar el cadáver a Culiacán, aunque el certificado de defunción fue realizado con el nombre de Antonio Flores Montes. Para efectuar esa acción se utilizó un ataúd metálico que tuvo un costo aproximado a 10 mil pesos, y añadieron que se trataba de una persona de aproximadamente 40 años de edad, estatura regular, con bigote y tez morena clara. Fue recogido por el gerente de la funeraria San Martín, de Culiacán, Juan Blanco. Según algunas fuentes, le fueron practicadas dos autopsias, una en la ciudad de México y otra en Culiacán, donde peritos de la PGR establecieron que la causa de la muerte fue un paro cardiovascular. Ese día, en Culiacán se escucharon diversos rumores sobre el funeral. Se decía que se trataba de una farsa para evadir a las autoridades.

Por su parte, la PGR informó en un comunicado de prensa que desde el 4 de julio por la noche, recibió informes en el sentido de que “el conocido narcotraficante Amado Carrillo Fuentes (a) El señor de los cielos habría fallecido”. Precisaba la dependencia que “hasta este momento, y no obstante que personas allegadas al señor Carrillo Fuentes habrían corroborado la noticia, la Procuraduría General de la República no está en aptitud de confirmar estos informes. Esta confirmación –puntualizó la dependencia– se realizará hasta que se haya tenido acceso al cadáver y se haya realizado la inspección cadavérica, así como los análisis técnicos y forenses correspondientes”.

Más adelante, el boletín indicaba: “En virtud de la existencia de diversas órdenes de aprehensión giradas en contra de Amado Carrillo Fuentes, la Procuraduría General de la República está obligada a corroborar por todos los medios legales a su alcance la identidad del cadáver y su correspondencia con la del presunto responsable”. La señora Aurora Fuentes de Carrillo y sus hijas Bertha Alicia y Luz Bertila ingresaron a la funeraria San Martín para reclamar el supuesto cuerpo del capo. Eran las 22 horas de Culiacán y mientras la familia se reunía con los peritos de la PGR, la funeraria fue rodeada por unos 300 elementos de la Secretaría de Protección Ciudadana armados con rifles de alto poder, quienes impidieron el acceso a los medios de comunicación.

Al día siguiente, salió la señora Fuentes con sus hijas y al ser entrevistada por numerosos representantes de medios nacionales e internacionales insultó a los reporteros pidiéndoles que respetaran su dolor, mientras las hermanas gritaban que el cuerpo sí pertenecía a Amado Carrillo. Entre golpes, forcejeos e insultos, la señora abordó una camioneta Silverado 1997 placas de circulación VFV-7931, con vidrios blindados y polarizados, para dirigirse a su rancho El Guamuchilito. En tanto, los peritos de la PGR se mantuvieron dentro de la funeraria negando todo tipo de información. Ante la insistencia de que Carrillo se encontraba vivo, la versión oficial indicaba que “la PGR se encontraba realizando las diligencias de ley. Concluidas las investigaciones del caso, se informará a la opinión pública sobre los resultados y conclusiones”, terminaba el boletín oficial.

El cuerpo fue examinado por peritos de la PGR, pero en un boletín oficial la dependencia dijo no estar “en aptitud de confirmar” la muerte del capo, hasta no corroborar “la identidad del cadáver” y realizar análisis técnicos y forenses”. Públicamente sólo se conocen cuatro fotos del jefe del cártel de Juárez , entre ellas, las dos fichas que le imprimieron las procuradurías del Distrito Federal y General de la República en 1989, publicadas por El Financiero y El Universal. Ninguna tiene parecido entre sí. No era la primera vez que Carrillo Fuentes tejía sobre sí todo una estrategia para distraer tanto a las autoridades, como a sus adversarios.

La historia oficial de su muerte es la siguiente:

El médico de guardia ingresó a la habitación 407 del hospital Santa Mónica y halló sin vida al paciente zacatecano Antonio Flores Martínez, de 42 años de edad. Infarto al miocardio, se asentó en el acta de defunción. Al paciente le habían practicado una liposucción y una “amplia cirugía facial” que duró ocho horas. Flores Martínez era un nombre falso. Los domicilios que aportó no existen. Se trataría, señalaba la autoridad, que era Amado Carrillo Fuentes, sinaloense de 41 años de edad y el más poderoso narcotraficante del país. Hasta las primeras horas del 6 de julio, la PGR indicó que no podía, “afirmar con una total certeza si el cuerpo era de Carrillo”. Tampoco se había podido determinar la causa efectiva de la muerte de Flores Montes (o Carrillo Fuentes), pese a que ya se habían realizado una inspección cadavérica, necropsia de ley y una renecropsia, así como confrontación dactiloscópica.

De joven, en su natal Villa Ángel Flores, en Navolato, Sinaloa, a Amado Carrillo Fuentes le apodaban “El Zanate”. Después utilizaría varios nombres falsos, sobre todo el de Juan Carlos Barrón Ortiz, y en los últimos años, casi reverencialmente, se le conocía como “El señor de los cielos”. Un hombre al que se atribuyó tanto poder monetario –miles de millones de dólares–, tanta influencia en altos mandos del gobierno para conseguir protección –por estar supuestamente a su servicio fue encarcelado nada menos que el general Jesús Gutiérrez Rebollo. Tanta fuerza corruptora –200 millones de dólares habría ofrecido entregar a funcionarios para “bajarle a la persecución”. Carrillo se libró de morir en un atentado en el restaurante Bali Hai, del Distrito Federal, en noviembre de 1993, ¿pudo morir solo y su alma en una cama de un hospital de tercera? Por ello, el 10 de julio de 1997, el director administrativo de la DEA, Jim Milford, señaló que apostaba su placa a que el cadáver pertenecía a Carrillo. “No lo diría si no fuera verdad”, dijo Milford, considerado como el de mayor jerarquía en la dependencia, luego del director Thomas Constantine. Por su parte, el embajador de México en Washington, Jesús Silva Herzog Flores, afirmó que la DEA ha cometido una “ligereza” al “certificar” que el cadáver asegurado por la PGR es el de Amado Carrillo ( El Financiero , 13-VII-97).

La muerte del capo –oficializada el 4 de julio por las autoridades– describe que Carrillo había muerto una semana antes, publicó en Chihuahua, Chihuahua, Semanario. Indica que el narco muerto tenía ya nuevo sucesor en la persona de Juan José Esparragoza Moreno alias “El Azul” . En Ciudad Juárez, en un sitio cercano al palenque de Expo-Juárez, a “El Azul” le fueron presentados saludos y cortesías de los principales capos, algunos empresarios y hasta magnates de medios de comunicación, describió la revista que edita Antonio Pinedo Cornejo (Semanario, 26-VII-97). El 14 de agosto de 1997 el subsecretario chileno del Interior, Belisario Velasco, confirmó que el narcotraficante mexicano estuvo en Chile de mayo a junio de 1997. Todo indica que Chile se había convertido en el lugar de residencia de “El señor de los cielos” y sus principales lugartenientes. Días antes de su muerte, uno de sus hombres de confianza, Eduardo González Quirarte, partió de Chile con algunos de sus familiares hacia Europa, presuntamente a Londres.

De acuerdo al financiero de Amado Carrillo, Manuel de Jesús Bitar Tafich, había estrechos nexos entre El señor de los cielos y el expresidente Carlos Salinas de Gortari. El exfuncionario y el narco tuvieron su último encuentro este año en las calles de la exclusiva zona de El Vedado en La Habana, Cuba. Carrillo Fuentes tenía el apoyo de los servicios diplomáticos y de inteligencia cubanos y de los directivos del Citibank en la ciudad de México. Con este apoyo, Juan Antonio Arriaga, el alias que utilizaba El señor de los cielos fue recomendado por las autoridades del Citibank con el empresario chileno Jaime Ventura Cohen para realizar negocios en Chile. Ventura Cohen recibió una compensación de 400 mil dólares de parte de Amado Carrillo. La operación, incluyendo nombres falsos para ocultar las operaciones, fue similar a la que realizó con el mismo banco Raúl Salinas de Gortari.

La conexión entre Amado Carrillo, conocido en Cuba como Juan Antonio Arriaga, y el gobierno cubano presuntamente tuvo el apoyo del embajador mexicano Mario Moya Palencia y de su hijo Mario Moya Ibáñez. Carrillo Fuentes se hospedaba en una zona de residencias destinadas a visitantes distinguidos y diplomáticos a cargo de la dirección de Protocolo del Ministerio de Relaciones Exteriores. El 22 de septiembre de 1997, el gobierno de Cuba entregó a la PGR, vía diplomática, un informe sobre la estancia en la isla del narcotraficante mexicano y la posible complicidad de éste con autoridades diplomáticas mexicanas. Existe la posibilidad de que funcionarios, políticos y empresarios mexicanos brindaron ayuda al capo para instalarse en Cuba. En un documento calificado como “confidencial” y firmado por José Candía Ferreyra, jefe de la Dirección de Control de Procesos Penales, se da cuenta de los movimientos del narco en la isla. El documento, pletórico de contradicciones, sostiene que Carrillo estuvo relacionado afectivamente con la ciudadana cubana Marta Venus Cáceres, de la cual el gobierno cubano afirma que no “conocía” la verdadera identidad de Carrillo Fuentes (El Financiero , 15-XII-97). El patroncito, como era llamado en Cuba, tenía amigos en el medio artístico y en el sector del turismo.

La negociación sobre la enorme fortuna de Carrillo –unos 10,000 millones de dólares– es el punto central para entender la desaparición del narco. Un reportaje de Proceso establece que Rafael Pérez Ayala –un abogado de Michoacán reclutado como articulista de Excélsior a partir de julio de 1976, cuando se echó de la dirección general del diario a Julio Scherer García–, sirvió de intermediario entre Carrillo y las autoridades de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) para pactar las condiciones de operación de su cártel (Proceso, 9-XI-97). Con fecha 14 de enero de 1997 se tiene conocimiento de que los documentos sustraídos de la secretaría particular del general secretario Enrique Cervantes Aguirre y filtrados por Proceso, muestran que Carrillo ofreció a la Sedena un pacto que contemplaba los siguientes puntos:

1. Colaborar para acabar con el narcotráfico desorganizado.
2. Actuar como empresario y no como criminal.
3. No vender drogas en territorio mexicano, sino exportarlas a Estados Unidos y Europa.
4. Traer dólares y ayudar a la economía.
5. No actuar violentamente ni en rebeldía contra las autoridades (Proceso, 27-VII-97).

Pérez Ayala buscaba una concertacesión narcopolítica que permitiera llegar a los puntos planteados por Carrillo. Para lograr su objetivo se auxilió del general brigadier Jorge Mariano Maldonado Vega, exdirector de la Academia de Policía del DF, quien en la actualidad se encuentra en una cárcel militar de Jalisco. En el Ejército se le imputan a Maldonado Vega delitos relacionados con el tráfico de drogas.

Ante estos hechos, en los últimos días de septiembre de 1997, circularon notas de prensa que indican que Amado Carrillo no murió el 4 de julio pasado sino que se acogió al Programa de Protección a Testigos de la FBI y está proporcionando información privilegiada a esa dependencia  La Crónica, 29-IX-97). Un vespertino de Santiago de Chile publicó de nueva cuenta información, sin fuente alguna de respaldo, respecto a que Amado Carrillo Fuentes no había muerto y trabajaba en realidad para la DEA (La Segunda , 4-XI-97). Lo anterior supondría instalarse en la hipótesis de una autosustitución de personalidad y que surgiera la información desde el campo contrario o disputado. Hay antecedentes, en Sinaloa, Sonora y Chihuahua de suplantación de personas para hacer creer que alguien murió y seguir operando con identidad diferente. Muerto Carrillo Fuentes, ningún gobierno tendría que preocuparse por sus actividades, ni mucho menos perseguirlo como antes, bajo los reflectores de la notoriedad. Como consecuencia de su muerte oficial –que es distinta de su muerte real–, Carrillo Fuentes estaría en el centro de la disputa que se lleva a cabo en el mundo del narcotráfico desde 1999.

FUENTE: http://lamafiamexicana.blogspot.com/2009/09/la-misteriosa-muerte-de-amado-carrillo.html


jueves, 26 de agosto de 2010

Cárteles mexicanos

Cárteles mexicanos
El Búho analiza la actual situación de México y su lucha contra el narcotráfico.

Este Búho habla por teléfono con un amigo periodista muy querido, que vacaciona con su familia en Cancún, México: “este lugar es maravilloso, es otro mundo.

Es un enclave donde los problemas que corroen el país no existen.
No escuchas ni hablar de los cárteles de Tijuana o Sinaloa, matanzas o de la delincuencia común que asfixia, como el smog, al México DF”.



Mi amigo tiene razón.

Inclusive, para evitar a millones de turistas, que visitan la ribera maya mexicana y Cancún, respirar el smog del aeropuerto de la capital -o sean víctimas de los robos- se construyó un aeropuerto internacional en Cancún.

Sin embargo, ni las pirámides ni las playas con arena blanquísima y arrecifes de coral pueden esconder una realidad: México está sumido en su batalla contra los siniestros cárteles de la droga.
El presidente Felipe Calderón saludó la elección de la hermosa Jimena Navarrete, nueva Miss México.
Tal vez por unas horas los mexicanos celebraron su elección, después volvieron las matanzas, la sanguinaria guerra entre los cárteles.


Amado Carrillo Fuentes (fallecido)

Un enfrentamiento por controlar el envío de droga a Estados Unidos.

El 70% de la droga ingresa por México a USA, aunque el Departamento de Estado estadounidense señala que es el 95%.

Desde el 2006, en que empezó el terrible choque entre clanes hasta el 2010 se han contabilizado ¡28 mil muertos! Todos involucrados en el conflicto.

Sin embargo, no solo narcotraficantes de las firmas cayeron acribillados, también inocentes, pues 900 niños murieron acribillados por las balas de los sicarios.

Son siete los malditos cárteles mexicanos.

1.- El más sanguinario, el de Tijuana, encabezado por los hermanos Arellano. Uno de sus líderes, el “Tigrillo” Arellano, fue capturado en un yate en un operativo impresionante de la DEA y llevado a Estados Unidos. Un juez de San Diego lo iba a condenar a muerte, por asesinato y narcotráfico, pero el felino cantó todo y ahora purga cadena perpetua en una prisión de máxima seguridad de California.



2.- Le sigue el cártel de Sinaloa de Joaquín “Chapo” Guzmán.

3.- El cártel de Juárez, son enemigos acérrimos de los de Tijuana y lo dirigen los herederos de Amado Carrillo Fuentes. Ellos trafican cocaína, marihuana y permiten que por su territorio circule la heroína de otros cárteles, pero siempre pidiendo una cuota de la droga. Si no les pagan asesinan a las “mulas” o dinamitan camiones o barcos que trasladen el producto.

Además han “lavado” dinero sucio en la compra de hoteles, líneas aéreas y constructoras.
Me quedé corto.
Mañana continúo con los demás cárteles.
Apago el televisor.