lunes, 5 de diciembre de 2011

AHORA ANALIZAMOS LA CRISIS DE CONGA. Conga, lecciones para aprender


AHORA ANALIZAMOS LA CRISIS DE CONGA
Conga, lecciones para aprender

JOSÉ CEVASCO PIEDRA (*)


El saber gobernar es sobre todo un arte. La capacidad de olfatear, persuadir, enamorar y engatusar, son algunos de los elementos que debe poseer el animal político para poder imponer sutilmente un criterio objetivo, ante el apasionamiento que generalmente tienen las demandas sociales.

Saber gobernar no es equivalente de fuerza ni dureza. Una de las condiciones básicas para generar un clima de estabilidad y paz –sinónimos de la gobernabilidad– es conocer el ambiente social en el que se pretende ejercer el gobierno; las costumbres, idiosincrasia, hábitos sociales, y todo aquello que represente un total conocimiento de la población y el territorio.

El segundo elemento es conocer las capacidades de los funcionarios que representan el Estado/gobierno en la localidad, a fin de ver si realmente cuentan con las capacidades para saber negociar y resolver un conflicto.

Y, por último, contar con estrategias adecuadas para ir sumando adeptos al proceso (instituciones, colegios profesionales, organizaciones, etc.), para lo cual el efecto propagandístico es un buen aliado, pues permite proyectar los beneficios de la opción que representa el Gobierno.

Es claro que para solucionar la crisis de gobernabilidad que ha generado el proyecto minero Conga, no hubo un buen diseño ni planificación; el Gobierno se vio atado ante las demandas sociales, sobre todo por un elemento no contemplado y hasta inadvertido: la cercanía del proceso electoral; el discurso del antes candidato y el ahora Presidente.

Sin embargo, la solución parcial a la crisis debió estar acompañada de una estrategia de solución inmediata, para que el país perciba que la autoridad está en manos del Gobierno y no de los demandantes. No es suficiente anunciar la paralización del proyecto, ello debió estar de la mano con la contraofensiva de negociación inmediata.

Más allá de los costos económicos que podría representar para el país, que ascienden a 4.800 millones de dólares, la paralización del proyecto Conga conlleva el grave riesgo que otros sectores sociales vayan generando medidas similares a las desarrolladas en la Región Cajamarca, poniendo en una situación difícil al Gobierno, y superando largamente la capacidad que podría tener para solucionar varios frentes a la vez.


Adicionalmente, es preciso contrarrestar el impacto que el problema Conga esté generando entre los inversionistas nacionales y extranjeros. Newmont ya avisó que buscará otros países para sus inversiones.

La crisis económica mundial amerita que el Perú no baje la guardia para mantener el crecimiento económico sostenido de los últimos años, y revertir los índices negativos económicos que durante el 2011 se han producido por causa de los temores del resultado electoral. Aún hay mucho pan por rebanar, la lección Conga aún no termina.

(*) Ex Oficial Mayor del Congreso
José Fco. Cevasco Piedra

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