sábado, 6 de agosto de 2011

Serían los desaparecidos del Santa

Serían los desaparecidos
del Santa
Restos de siete personas asesinadas fueron encontradas en Virú. Familiar de uno de los desaparecidos del Santa afirma que uno de ropa de uno de los cadáveres perteneció a su hermano.
(1) Restos fueron hallados por arqueólogos particulares.
(2) Después de 20 años familiares mantienen las esperanzas.
(3) Padres siguen buscando a sus hijos.

Sus miradas se llenan de esperanza luego de tantos años de dolor y espera para un momento con el que ahora les toca vivir. Los familiares de los desaparecidos del Santa fueron de fosa en fosa tratando de reconocer entre aquellos huesos viejos algo que identifique a sus seres queridos y cómo no hacerlo si por fin y después de casi veinte años los familiares de los desaparecidos del Santa sienten tener nuevamente entre ellos a esos amados seres que les fueron arrebatados en los tiempos de violencia.

Anteayer en la tarde, a tan sólo veinte metros del kilómetro 569 de la Carretera Panamericana Norte, en la zona conocida como Huacacorral en Virú fueron encontrados los restos de siete cuerpos humanos dispersos en varias fosas. Este hallazgo que escarba en la dolorosa historia trae a la mente los recuerdos de los tiempos de subversión, pues para muchos se trata de los cuerpos de siete de los nueve campesinos que desparecieron en el distrito de Santa el 2 de Mayo de 1992.

Asesinados del Santa
El Grupo Colina fue considerado un “Escuadrón de la muerte”, estuvo integrado por 32 hombres y 6 mujeres, y operó en nuestro país durante el gobierno de Alberto Fujimori a inicios de la década de 1990. El grupo dirigido por el capitán del Ejército Peruano Santiago Martín Rivas, fue un destacamento de operaciones especiales de inteligencia del ejército y tuvo como finalidad colaborar con el seguimiento y la detención de terroristas de Sendero Luminoso y del MRTA, sin embargo terminó convirtiéndose en un grupo de aniquilamiento.

Como se sabe los movimientos subversivos ganaban cada vez más terreno y nuestra provincia no estuvo ajena a esta circunstancia, durante los años 1990 a 1992 Santa era considerada como una área estratégica, por lo que, tanto Sendero Luminoso como el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru, se disputaron el dominio de la zona, ante esta circunstancia la presencia del grupo Colina resultaba prácticamente inevitable.

Fue así que el 1 de Mayo un grupo del destacamento Colina llegó hasta Santa, a la zona conocida como la Huaca. Aquella noche algunos jóvenes celebraban el día del trabajo bebiendo en la calle, entre ellos Dennis Castillo Chávez, de 23 años de edad y químico industrial egresado. “Él había estado tomado en la calle con dos amigos, de pronto entró gritando por que la policía y los del grupo Colina habían entrado a la casa de uno de sus vecinos rompiendo la puerta. Apenas entró los soldados los soldados vivieron a su tras y nos pusieron contra la pared, a él, a mí y a unos de sus amigos, estaban encapuchados. Mientras ellos estaban con nosotros otros dos ingresaron al cuarto y sacaron a mi hija que sufre de epilepsia, ella salió corriendo, gritando ‘Sishio’ como le decíamos a Dennis, pero ellos la golpearon en el pecho por lo que mi hijo se soltó y se fue encima de los soldados y les dijo que lo golpeen a él y no a su hermana que estaba enferma. Por esto ellos lo golpearon, lo subieron a una camioneta y nunca más lo volví a ver. A partir de ese día mi esposa y yo lo buscamos en todas las comisarías y nadie nunca nos dio razón de él”, relata bastante afectado, Alejandro Castillo Vega, padre de Dennis y hoy con 75 años de edad.

Esa misma noche Gilmer León Velásquez, de 22 años y último de nueve hermanos, regresaba a su vivienda a bordo de su bicicleta, minutos antes algunos campesinos huían de Colina. Antes de llegar a su destino Gilmer fue interceptado por los soldados quienes lo habían confundido con las personas a las que buscaban, lo tiraron a la pista y lo golpearon para luego subirlo a un vehículo y desaparecerlo, “yo estoy segura de que ellos lo confundieron con otra persona, mi hermano era un joven tranquilo. Mi madre se ha envejecido esperando que su hijo aparezca”, comenta Otilia León Velásquez, hermana del fallecido.

Estos son algunos de los testimonios de los familiares que llegaron hasta Huacacorral, donde un grupo de arqueólogos encontró los cuerpos dando aviso a la policía, sin embargo las formas en las que desparecieron Carlos Alberto Barrientos Velásquez, Roberto Barrientos Velásquez, Denis Atilio Castillo Chávez, Federico Coquis Velásquez, Gilmer Ramiro León Velásquez, Pedro Pablo López Gonzáles, Jesús Manfredo Noriega Ríos, Carlos Martín Tarazona More y Jorge Luis Tarazona More fueron diversas, y en la mayoría de casos habrían sido confundidos con sus verdaderos objetivos.

Ayer por la mañana en la primera diligencia realizada en el lugar, Otilia León sufrió un desmayo al ver en una de las fosas el pantalón y la correa que llevaba puesta su hermano al momento de su desaparición, “es él, ya lo han encontrado, estoy segura es su ropa, es mi hermano”, dijo luego de recuperarse. En las tres fosas descubiertas se observó un cráneo con un aparente disparo, una zapatilla, un pantalón una correa y diversas partes de esqueletos.

Pese a que el representante de la Fiscalía de Virú dijo que es muy pronto para afirmar que se trata de los desparecidos de Santa, los deudos están seguros que se trata de sus familiares por lo que decidieron pasar la noche en el lugar para asegurarse de que nadie retire los restos.

La zona fue resguardada toda la noche por la policía de Virú así como por los familiares de los fallecidos, muchos de ellos padres ancianos, pues recién para hoy en la mañana el fiscal Héctor Rebaza dispuso la llegada de un arqueólogo y un odontólogo forense que determinaran luego de la investigación si se trata de los “Desaparecidos de Santa”.

FUENTE: http://www.diariolaprimeraperu.com/online/chimbote/noticia.php?IDnoticia=18138
Gisela Álvarez
Redacción






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