jueves, 19 de abril de 2018

Los "esclavos" que trabajan para Corea del Norte en la Unión Europea, Rusia o China. "Nos tratan como a perros". La frase es de uno de los 150.000 norcoreanos que se estima que trabajan para el régimen en el extranjero.


Los "esclavos" que trabajan para Corea del Norte en la Unión Europea, Rusia o China.
"Nos tratan como a perros".
La frase es de uno de los 150.000 norcoreanos que se estima que trabajan para el régimen en el extranjero.
En la ciudad china de Dandong, se pueden ver a muchos norcoreanos trabajando en restaurantes.
 BBC Panorama realizó una investigación encubierta de dos años sobre el asunto y desveló las condiciones en las que trabajan estos norcoreanos en China, Rusia e la Unión Europea.
Son empleados en fábricas, astilleros o como obreros, sin casi ninguna libertad o aporte económico, pues su dinero es enviado de vuelta al régimen, lo que los expertos consideran una "esclavitud contemporánea".
Se calcula que generan casi US$1.500 millones al año y un exdiplomático norcoreano aseguró a la BBC que gran parte de ese dinero "va destinado al programa nuclear y de misiles".
"Si no fuera por nosotros, nuestro país tendría aún menos divisas extranjeras", confesó uno de estos trabajadores a la BBC bajo condición de anonimato.
A continuación te explicamos cómo funcionan estas "bandas secretas".

1. "Todo va para nuestro capitán"
El equipo de periodistas de la BBC comenzó su investigación en Rusia, donde se estima que hay 40.000 norcoreanos trabajando.
En la ciudad de Vladivostok, que tiene uno de los puertos más grandes del país, los periodistas encuentran a varios de ellos, empleados en la construcción.
"Todo lo que ganamos va para nuestro capitán", afirma uno de los obreros.
"¿Un capitán? ¿Un ruso?", le pregunta el reportero, de incógnito. "No, norcoreano", responde el trabajador, que inmediatamente corta la conversación.
En un edificio cercano, los periodistas encuentran a más norcoreanos, uno de ellos de Pyongyang que se muestra reacio a hablar.

El jefe, de pronto, aparece, y los reporteros tienen que abandonar el lugar.
Pero sorprendentemente uno de esos trabajadores accede a hablar por la noche con el equipo de la BBC, bajo la condición de que oculten su identidad.
"Te tratan como a un perro (...). Eso es lo que significa aquí el trabajo. Algunos ganan sólo US$50 para ellos mismos, otros US$100 y algunos nada. El hecho de que la gente gane tan poco es debido al impuesto obligatorio que tenemos que pagar (de lo que nos dan): algunos lo llaman el deber del Partido, otros el deber revolucionario".
Vladivostok tiene uno de los puertos más grandes de Rusia.
El norcoreano cifra ese "impuesto": hace diez años, era de 10.000 rublos al mes (unos US$163)... Ahora puede llegar a los 45.000 (US$734).
"Para hacer algo de dinero, los norcoreanos tienen que trabajar horas extra",explica un ciudadano de este país que fue enviado a trabajar a Rusia y consiguió escapar hace una década.
Aún huyendo del régimen, este ciudadano comenta que algunos que ya conocen el terreno sobornan a su jefe para que les deje hacer más trabajo.

El equipo de la BBC comprueba que hay cientos de norcoreanos en internet en busca de esos trabajos extra y contratan a uno de ellos para renovar un piso, de manera ficticia.
"Para ser sincero, es mejor aquí que en Corea del Norte", dice el empleado, quien calcula que hay unos "700 ó 800" como él en la ciudad.
"Si no fuera por nosotros, nuestro país tendría incluso menos divisas extranjeras".

Las sanciones de la ONU contra Corea del Norte han ido en aumento desde su primera prueba nuclear hace 12 años y por ello es "clave" el dinero que estos empleados envían de vuelta al país, según el exdiplomático surcoreano Kim Kwang Cheol.
"Para desarrollar armamento nuclear, tiene que pagar por partes y materiales que no pueden ser producidos en Corea del Norte", explica a la BBC.
Parte del dinero también va destinada a la llamada "economía de Palacio": la lujosa vida de la familia Kim, destaca el experto.

2. La familia "paga el precio"
Corea del Norte tiene actualmente pocos aliados y sin duda alguna el más cercano de ellos es China.
En el gigante asiático, se estima que hay 100.000 trabajadores norcoreanos, más que en ningún otro país.
En la ciudad de Dandong, limítrofe con Corea del Norte, se pueden ver a algunos de ellos.
Un gestor de una fábrica de pescado admite al equipo de la BBC que prefiere contratar a norcoreanos,porque "cuestan menos y trabajan más" que los chinos.
Los periodistas se hacen pasar por representantes de una empresa que quiere contratar trabajadores y un funcionario norcoreano accede a reunirse con ellos.

El hombre les explica que es "imposible" pagar a los trabajadores directamente porque "va contra las normas".
"¿Y si lo pide el trabajador?", preguntan los reporteros. "Será despedido, y enviado de vuelta a Corea del Norte, donde se enfrentará a las consecuencias".
El funcionario explica que sólo aquellos con un "historial limpio" pueden acceder a este tipo de puestos en el extranjero. Muchos mienten para salir, confiesa.
"Tienes una o dos opciones: o te quedas en el país donde puede que no tengas ni siquiera trabajo y que te sea difícil alimentar a tu familia; o tomas esta opción (de salir) que nosotros posiblemente consideramos terrible pero que de hecho es mejor que la opción que tienen en casa", señala Tom Keatinge, del Real Instituto de Servicios Unidos, un centro de estudios en temas de defensa y seguridad con sede en Londres.
El sistema está diseñado para evitar las deserciones, explica por su parte el profesor de estudios coreanos Remco Breuker, de la universidad de Leiden de Holanda.

"Antes de que salgan, tienen que aprobar un examen psicológico, que básicamente consiste en chequear su historial familiar: tienes que tener familia, preferiblemente dos niños".
Si huyen, apunta el experto, la familia "pagará el precio".

3. "Están por todas partes"
El equipo de Panorama encuentra evidencias de estos grupos de "esclavos" a miles de kilómetros de Corea del Norte y en una región en la que aparentemente sería más difícil que operaran: la Unión Europea.
En concreto, la BBC descubre a norcoreanos trabajando como soldadores en Polonia, donde se estima que hay unos 800.
Haciéndose pasar por una agencia de empleo, acceden a un astillero en la ciudad de Szezcin, donde un guarda de seguirad les dice que los coreanos "están por todas partes".

Allí hay una empresa creada por norcoreanos y gestionada por ellos mismos.
Los norcoreanos trabajan 11 horas, viven en su mismo lugar de trabajo y tienen "muy pocas libertades", revela la investigación de la BBC.
"Esto es esclavitud contemporánea, estas personas no tienen a dónde ir, no pueden dejar su trabajo, no pueden decir que no, y no se les paga por ello", afirma el catedrático Remco Breuker.
La embajada norcoreana en Varsovia asegura a la BBC que sus ciudadanos "cumplen con la legislación local y la regulación de la Unión Europea".
En su opinión, las historias de "esclavitud" son "inventadas" por la inteligencia surcoreana y estadounidense.

Por su parte, el gobierno de Polonia explica que se llevan a cabo controles y que no tienen ninguna evidencia de que esto esté ocurriendo.
El gestor de una empresa que contrata a norcoreanos, JMA, defiende en un encuentro con los periodistas, que se hacen pasar como empresarios, la contratación de norcoreanos.
"Hay quien dice que es ayudar al régimen (...) pero si ellos ganan algo y ayudan a sus familias... obtienen un vistazo del mundo exterior".
En un comunicado posterior, JMA negó que empleara a norcoreanos.
Para la mayoría de norcoreanos, es casi imposible salir del país.

Tensión y... un sorprendente "acuerdo"
Corea del Norte cerró 2017 con grandes éxitos en su programa nuclear y de misiles, y ello le costó nuevas y duras sanciones.
Entre ellas, la orden del Consejo de Seguridad de la ONU de expulsar a todos los trabajadores norcoreanos en el extranjero.
No obstante, la ONU permitía a sus miembros implementar esa medida en un periodo de dos años.
¿Por qué no se ordenó que se ejecutara de forma inmediata?

Para muchos analistas consultados por la BBC la razón es China y Rusia, los dos países que se benefician más de estos trabajadores norcoreanos y tienen poder de veto en el Consejo de Seguridad.
"No hay ninguna duda de que estos salarios ayudan a las familias norcoreanas a sobrevivir. ¿Pero deberíamos retirar las sanciones por eso? ¿De qué otra manera vamos a frenar el estable progreso norcoreano en tecnología nuclear y misiles intercontinentales?", consideró en declaraciones a la BBC el exdiplomático norcoreano Thae Yong Ho, exnúmero dos de la embajada en Londres.
Ahora todas las miradas están puestas en el presidente estadounidense, Donald Trump y el líder norcoreano, Kim Jong-un; quienes previsiblemente se reunirán a finales de mayo o principios de junio.
Si llegan a encontrarse, puede que el trabajo de estos norcoreanos en el exterior salga a relucir pero los analistas creen que la discusión se centrará en la desnuclearización de la península coreana.
En cualquier caso, el destino de estos "esclavos" norcoreanos es posiblemente tan impredecible como el resultado de ese encuentro.

FUENTE: http://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-43791352

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