miércoles, 24 de noviembre de 2010

Siguen los faenones

Siguen los faenones
El Búho se pregunta: ¿Cómo el presidente Alan García pudo confiar dos instituciones importantes a Barrios?

Fernando Barrios Ipenza

La corrupción siempre ha sido y será un problema endémico en el Perú. Desde Rufino Echenique durante el “boom” del guano, pasando por el “ochenio” del general Odría,para llegar a la cumbre con Fujimori y su siamés Montesinos.

La historia se vuelve a repetir en el segundo gobierno de García. Faenones, “Petro audios” y Cofopri enlodan su gobierno, pese a que la televisión está inundada de propaganda gobiernista que dice “El Perú avanza”.

Mientras el mandatario sueña con reelegirse en el 2116, y condecora a Castañeda, uno de sus funcionarios favoritos protagoniza otro bochornoso escándalo: el ministro del Interior, Fernando Barrios, cobró 198 mil soles de EsSalud ,donde se desempeñó como presidente, aduciendo un falso “despido arbitrario”, pues a él nadie lo botó, sino fue promovido nada menos que a un ministerio.

Alan García debió bramar en Palacio, pues con el renunciante se lucía inaugurando varios hospitales, algunos de los cuales hasta hoy no funcionan y sobre los que pesan denuncias de sobrevaloración de costos.

Barrios, militante aprista de viejo cuño, tuvo que salir por la puerta falsa, por utilizar una leguleyada para cobrar esa suma. Un individuo así no podía velar por los recursos de una institución de Salud ni tampoco del Interior.

El principal pecado de Barrios no solo fue llevarse un dinero que no le correspondía, sino que él sabía de las carencias de esa institución, pues durante su gestión los asegurados en emergencias se retorcían de dolores estomacales, pero no hay equipos ni para hacer una endoscopía y los médicos no podían recetar medicamentos de calidad “porque no hay presupuesto”, como lo denunció el propio presidente del Colegio Médico.

También cobró una escandalosa suma la gerente administrativa Edelmira Barrantes, a quien premió con un viceministerio.

A ella la conocen como “La Pinchi Pinchi” de Barrios y lo acompaña desde que era secretaria -portera del humilde Cenecape que el ex ministro tenía en su natal Huancayo- y que hoy se ha convertido en una universidad privada.

Según el Sutep -base Huancayo-, el político aprista hizo su fortuna gracias a que muchos inmuebles de la comuna pasaron, sospechosamente, a ser propiedad de la universidad y esta se convirtió en la más importante del departamento.

Justamente uno de sus primeros escándalos, en su efímero paso por la cartera del Interior, fue contratar sin licitación pública a la universidad de su propiedad ¡¡para dar cursos de post grado en Migraciones!! Fue tanto el roche que tuvo que anular el convenio.

¿Cómo el presidente pudo confiar dos instituciones claves para el país: salud pública y seguridad interna a un funcionario tan cuestionado y con tantas denuncias en su pasado y presente?

Por último, hay que felicitar al periodismo independiente, pues si este hecho no era denunciado, Barrios no habría salido, uno, a reconocer el cobro y decir que es legal. Dos, para decir luego que va a devolver el dinero “y donarlo a los jubilados de EsSalud” y tres, renunciar sin dar la cara por la vergüenza.

Montesinos pudo robar diez años a la sombra del gobierno del “Chino”, porque compró a los medios.

Sin libertad de prensa no hay justicia, ni desarrollo, pues la plata que debe paliar la pobreza y la salud pública se la roban los corruptos. Defendamos a la prensa libre y a los periodistas valientes y sin mordaza. Apago el televisor.


FUENTE: Diario El Trome - Peru / http://trome.pe/actualidad/673822/noticia-siguen-faenones


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